viernes, 25 de julio de 2008

Esto no es lo que era


Amigos, el homo festivalensis ha entrado en fase de reflexión tras acudir a la reciente edición barcelonesa del festival Summercase (SC). La coincidencia en las mismas fechas con el FIB y el creciente cazurrismo apreciado este año en el Fórum me lleva a pensar que ya veremos qué hago el año que viene en caso de coincidencia. Eso sí de comprar la entrada con meeeeeeeses de antelación confiando en que así ahorro dinero, ni hablar.


En fin, paso a desgranar mi experiencia de hace unos días. El viernes, accedo con facilidad al recinto y aprecio que el chanchullete de Radiohead sirvió de prueba piloto para muchos aspectos del SC, unos buenos y otros no. Asimismo, me digo 'tate, el año pasado había más gente'. ¿El efecto FIB? Puede ser.


Apenas las siete de la tarde y me senté en las gradas a reposra mi maltrecho tobillo y a escuchar a Edwyn Collins. Este hombre, un histórico de los 80 con Orange Juice y dueño de una insigne carrera en solitario, ha sufrido recientemente graves problemas de salud y anda delicado. Por ello, aunque simpático y entrañable, su pop neoclásico me pareció falto de fuerza. No obstante, muchos de sus fans juran y perjuran que fue elmejor momento del festival. En fin, las opiniones. Nota a favor: llevaba de guitarrista a otro ilustre, Roddy Frame, el de Aztec Camera.


Luego, Ian Brown. El ex Stone Roses debería pensar para qué saca discos desde hace más de una década si son un truño inaguantable y la única razón de sus conciertos es el momento-repesca de los clásicos de la banda mancuniana. Esta vez recuperó 'Waterfall', 'Made of stone' y 'I am the resurrection', todas al final, y no cayó 'I wanna be adored', que es la única razón por la que yo pagaría por ver cantar a este tipo. Nuevo detalle guest starring: Como luego tocaban Primal Scream, subió el también ex Stone Roses Mani a tocar el bajo en los temas antes citados. Confieso, por cierto, que esto lo he leído, porque en directo ni me enteré.


Pausa para tirarme en el césped viendo chatis y devorando el bocadillo, que no al revés. Arranca Grinderman, el proyecto power blues de Nick Cave, y, pese a la lejanía y a que aún hace sol, resulta atrayente. Cuando me levanto y me acerco, compruebo el error que cometí no acudiendo a Badalona hace unos meses a ver al australiano con los Bad Seeds.


Interpol, por su parte, demiostraron tener un directo carente de fuerza y de alma. Correctos, pero planos, y mira que había miles de personas dispuestas a aplaudirles lo que fuera. A mí me gustan lo justo, de hecho considero que cada nuevo disco es peor que el anterior, defecto por otra parte de la mayoría de bandas de cierto nombre.


¡Siguiente! Pues tocaba ahora examinar a The Verve, el típico regreso de un grupo que nadie había echado en falta. Tienen tres buenas canciones -'Lucky man', 'Drugs don't work' y la que se imaginan- mientras que el resto de su discografía -por suerte, breve- se reboza en una neopsicodelia de lo más estomagante. De hecho, el primer álbum en solitario de Richard Ashcroft contiene más equilibrio que un recopilatorio de The Verve. El concierto, farragoso y con los chispazos puntuales antes mencionados.


Un bolo rutinario de Primal Scream vale por carreras enteras de otros artistas. Dicho esto, pues recalcar que, efectivamente, Gillespie y compañía ofrecieron una actuación competente, que no incendiaria, lo que hablando de estos sujetos resulta casi imperdonable. Presentaron algunos temas nuevos, con desigual resultado, y jugaron sus bazas más fáciles para el público festivalero: el trío 'Jailbird', 'Rocks' + 'Country girl'. Por suerte, se acordaron de cuando eran un grupo excitante como ninguno y brindaron joyas como 'Shoot speed, kill light' o 'Swastika eyes'. Como todos los conciertos del SC, breve.


Al fin de fiesta con 2ManyDJs poco hay que objetar. Bueno, que empiezo a tener la sensación de que ponen un CD o una playlist o lo que sea, porque sus sesiones me parecen siempre la misma de un tiempo a esta parte. Será que afino el oído, que me hago mayor o que voy menos encebollado. A saber.


Tema + vídeo del día: 'Swastika eyes', PRIMAL SCREAM

lunes, 21 de julio de 2008

El rey de la selva


Disculpen el retraso, pero las lesiones de tobillo son engorrosas. Si a esto le añadimos el ralentí propio del estío y que el homo festivalensis, aunque renqueante, volvió a la carga, seguro que me entenderán. En fin, que hace unos días, con cojera y todo, fui a ver a Tom Waits. ¿A que jode?


Para empezar, por si queda alguien que no se ha enterado, hablemos del precio de las entradas. Las baratas, 100 pafias. Sí, baratísimas. Las otras, 125. Bien, pongamos que a cada una de las cuales hay que añadir los controvertidos gastos de distribución: ocho euros más. Total, 133 machacantes por entrada. Y si multiplicamos por dos, porque invité a V., a quien le hacía una enorme ilusión acudir, el montante total asciende a 266 del ala. Ya, nadie va obligado.


Al igual que nadie que va a Tahiti vuelve echando pestes aunque se lo haya pasado de pena y le parezca un lugar asqueroso, la gente que asiste -y paga- a un concierto de este calibre asegura siempre que ha sido sublime e inenarrable aunque le haya parecido un truño. Bien, Sobrevalorado está en condiciones de asegurar que, a pesar de haber comprometido su presupuesto estival, la actuación de Tom Waits le pareció histórica por méritos exclusivamente artísticos.


Servidor ha sido sólo degustador ocasional de Waits durante las últimas décadas. No obstante, el conocido poderío escénico del californiano me hizo armarme de valor -y de dinero- y plantarme en el Auditorio del Fórum, el que se usa también para el Primavera Sound.


Sobre el carisma de este artista y cómo interpreta -en el amplio sentido de la palabra- sus canciones en el escenario se ha escrito mucho últimamente y no se me ocurre nada original que decir. Desde luego, como he leído por ahí, en ocasiones se asemeja a un chimpancé en un circo de tres pistas, pero vaya simio. También recuerda a: un buhonero, un predicador en horas bajas, un charlatán de feria, un cómico de cabaret apestoso, un animador de bar de topless... y muchas cosas más. Pero resulta absolutamente fascinante.


Por lo que respecta a la música, lo resumiría en una sola palabra: blues. Arrimen el ascua a la sardina que más les sugiera este género -del jazz de Nueva Orleans a los estándares pasando por la vertiente eléctrica y descarnada-, que no se equivocarán. Arropado además por una banda extraordinariamente solvente, vástagos incluidos, el autor de 'Rain dogs' nos emocionó como pocos lo han conseguido.


El sector más viejuno del respetable echó en falta más presencia del Waits de los 70, el del mito del borracho encadenado a un piano. A cambio, tuvo al bluesman que deconstruye sus temas con aullidos, percusiones y hasta sonidos industriales. La parte central, con tres canciones al piano a la vieja usanza, me parecieron lo más prescindible del bolo.


En fin, que resultó glorioso. Lo que es de agradecer, porque, con lo que me costó, recordarlo solamente por lo de 'yo estuve allí' no me compensa, la verdad.

Tema + vídeo del día: 'Singapore', TOM WAITS

jueves, 10 de julio de 2008

Adiós, Algora, adiós



Ha muerto Sergio Algora, cantante que fuera de El Niño Gusano y La Costa Brava. En la clínica de la radio y la televisión no han podido hacer nada por él. Tristeza.


Reflexión zen de la semana: Hoy hace 23 años del primer momento romántico que recuerdo. Lo curioso es que no me acuerdo de los recientes.



Tema + vídeo del día: 'Pon tu mente al sol', EL NIÑO GUSANO

miércoles, 9 de julio de 2008

Estrella lesionada



Seré breve. Sobrevalorado lesionado. Esguince de tobillo. Ni REM ni hostias. Ni siquiera The B-52s hoy -vaya información malísima en El País por cierto-, tócate los... Seguiremos informando la semana que viene. O cuando se pueda, que estoy pirateando la conexión a internet del vecino.


Tema + vídeo del día: 'Pretty vacant', SEX PISTOLS


jueves, 3 de julio de 2008

Un hombre de palabra



Pues no, no tengo palabra. Juré por los muros de Graceland que no pondría los pies en el Doctor Loft, ese festival que se celebra el domingo en Castelló d'Empúries, en plena Costa Brava, y que no tiene otra razón de ser que arropar la actuación de REM; vale, olvídenlo. Ya tengo entrada y hotel. El lunes les cuento; o el martes; o ya veremos, que el miércoles tengo a otros debutantes, The B-52s.


Ah, junto a REM tocan Editors, Iggy and the Stooges y alguienmás que no recuerdo. No, no es para echar cohetes. Lo mejor es que Stipe y compañía recuperan unas cuantas joyas de sus primeros años en el repertorio de esta gira, y ése es el motivo de mi calentón viajero. Lo de abajo cae (casi) seguro.


Tema + vídeo del día: 'Driver 8', REM