miércoles, 22 de agosto de 2012

Preguntas y respuestas



A principios de verano tuve ocasión de asistir a un concierto con un formato peculiar, perteneciente a un ciclo denominado En Persona, en el que la gracia residen en que la actuación se detiene un par de veces duante unos 10 minutos para que público -apenas un centenar de personas sentadas con mesitas y todo- y artista entablen un diálogo a partir de las preguntas del respetable. Suena interesante, ¿verdad? Pues no, no lo es. La razón principal es que la mayoría de las cosas que pregunta la gente son chorradas -y encima, mal planteadas y alargándose lo indecible- y que necesitas que el actuante-entrevistado dé juego, lo que, en el caso que me ocupa, pues, hombre, de aquella manera.

Me refiero a Fernando Alfaro, líder y vocalista en su día de Surfin' Bichos y Chucho, que en la actualidad funciona de forma semiclandestina grabando de cuando en cuando y girando ora con banda ora en solitario. En esta ocasión, Alfaro se presentaba en Apolo con un cuarteto de apoyo para dar lustre a los temas de 'La vida es extraña y rara', disco editado hace más de un año ya, cosas del negocio musical.

El repertorio consistió en interpretar el álbum de cabo a rabo, con las consabidas pausas para las preguntas que en alguna ocasión me pusieron de los nervios. Como la atorrante que tardó dos minutos en completar una pregunta sobre los niños y nos explicó que ella no había sentido aún la llamada de la maternidad pero bueno, ya vermos, porque aún es pronto... Casi pego un grito ¿¿¿Quieres soltar ya la puta pregunta???

Además de poner a prueba mi legendaria paciencia, la velada ofreció la posibilidad de ver a Enric Montefusco (Standstill) sumándose a la banda en la recta final del bolo y también contestando alguna cuestión. A mí, ni fu ni fa, no me subyuga lo que este hace este joven. Lo que sí me tocó la fibra sensible fue, primero, la versión de 'El nadador' de Radio Futura -una joya lastrada por la horrenda producción de 'La ley del mar / la ley del desierto' (1984)- y el cierre, con una versión de 'Fuerte', el (único) hit de Surfin' Bichos, llena de potencia y ferocidad. Cierre por todo lo alto.

Vídeo del día: 'Extintor de infiernos', FERNANDO ALFARO

viernes, 3 de agosto de 2012

Modernidad, palabra maldita


Como ya escribí en otro post, ateniéndonos estrictamente a la edad, la banda cuyo concierto paso a reseñar entraría en la categoría de carquinyoli. Pero, ay, la actuación de Portishead en el Poble Espanyol escapa a categorizaciones. Casi 20 años después de su debut con 'Dummy', con sólo tres álbumes de estudio en el mercado -el último, 'Third' editado en 2008-, el trío de Bristol sigue sonando, con perdón de la expresión, moderno. No se me ocurre mejor adjetivo, por muy trillado que esté.

La doble presentación de Portishead en Barcelona formaba parte de un festival sin nombre organizado en torno a la banda con actuaciones en el recinto del Poble espanyol -ni que pintado para la ocasión- y que luego continuaba en Razzmatazz con más conciertos y sesiones de DJ. Bien, de todas estas cosas no les puedo informar porque yo fui a por el plato principal y dejé entrantes, postres y chupitos para mejor ocasión.

Volviendo a los términos manidos, 'belleza', 'frialdad' o 'emocionante' suelen ser lugares comunes a la hora de referirse al trío, pero es que, o se aportan neologismos o no hay tu tía, porque Portishead no renuncian a sus señas de identidad. Como empezar con 'Silence', el tema tortuoso que abre 'Third' y que muestra cómo han evolucionado desde que fueran el hype de 1994 con joyas como 'Mysterons' o 'Sour times', que mantienen su vigencia al ser interpretadas y dan pie a todo tipo de uhs y ohs por parte del importante número de cretinos y niñatas que han acudido al concierto. Es lo que tiene haber sido un hype.

Punto aparte merece la escenografía, cuidadosamente minimalista, apoyada en una iluminación de microprecisión y una pantalla al fondo que deformaba y ralentizaba (¿deconstruía?) el relato visual de lo que ocurría apoyándose en algunas imágenes añejas y en, atención, la visión de los Mossos repartiendo estopa a los del 15-M. Se puede ser reivindicativo con la costra y los tambores o como Portishead, cuestión de estilo.

En cuanto al sonido, el arranque no fue todo lo diáfano que el asunto requería, pero entre que al segundo tema aquello ya era un lujo y que mi percepción ganó enteros al retrasar mi posición -el Poble Espanyol suena mejor cuando más atrás, de nada-, el disfrute fue absoluto hasta el fin del bolo. En cuanto al repertorio, intachable. Escuchar 'The rip' o 'Machine gun' en vivo han sido algunos de mis mejores momentos del año, y mira que aún queda, pero 'Wandering star', interpretada sin los tres músicos de apoyo con la Gibbons volcada sobre el guitarrista, sentados ambos un poco a lo flamenco, como cantaor y tocaor, enfrentados, permenecerá en mi memoria mucho tiempo. Espero.

Vídeo del día: 'We carry on', PORTISHEAD