lunes, 31 de marzo de 2008

El sur también existe



Curioso día el viernes pasado. Sobrevalorado y acompañantes ejercieron de comité de hermanamiento catalano-andaluz acudiendo a dos bolos de sendas bandas sureñas de paso por la Ciudad Condal. Eso sí, no fueron conciertos al uso, sino... otra cosa.


Por partes. A eso de las 8 de la tarde, los granadinos Lori Meyers presentaban su tercer álbum, 'Cronolánea', en un showcase en la diminuta sala Castelló, de la que ya he hablado en alguna ocasión. Estos actos consisten normalmente en media horita de concierto acústico, con casi un centenar de personas apiñados en una salita con unas columnas que dejan sin visión a la mitad de los asistentes.


Pero bueno, se entra por la patilla, previa acreditación o bien habiéndose comprado uno el correspondiente CD en las tiendas de discos que montan el tinglado. Dicho lo cual, los nuevos temas de Lori Meyers sonaron realmente interesantes, con arreglos más maduros que en trabajos anteriores -aunque fuera sólo a dos guitarras- y un trabajado juego de voces. De hecho, 'Cronolánea', que ya he escuchado un par de veces, confirma y mejora la trayectoria de la banda.


Y tras una opípara cena a base de comida china, a Razzmatazz. En horario de club, esto es, a partir de las 2.30 de la mañana, actuaba Tarik y la Fábrica de Colores, insigne conjunto cordobés de larga trayectoria. Lástima que tan ilustre carrera sólo congregara a una docena de fieles en el Pop Bar del complejo de la calle Almogàvars.


No obstante, estuvimos acompañados por grupos de jovencitas que, cíclicamente, se dejaban caer por allí durante un rato antes de seguir su periplo por los diferentes espacios de Razzmatazz. Los propios músicos comentaban a posteriori -sí, hubo confraternización; veníamos recomendados- lo extraño de esa audiencia cambiante y del concierto en sí.


Ya que me lo preguntan, Tarik y sus secuaces dieron una lección de saber estar y se sobrepusieron a las circunstancias con una hora aproximada de power pop guitarrero de corte clásico. Sonido de sala regular tirando a sobreempastado, pero nadie esperaba maravillas, así que pelillos a la mar.


Y hasta el cierre de sala departiendo con la banda, encantadores, por cierto. Y podría extenderme con el escritor barcelonés al que este bloguero saludó en un antro infecto que seguía abierto a eso de las 8 de la mañana, pero claro, sería de mal gusto.


Tema del día: 'Agosto, por ejemplo', TARIK Y LA FÁBRICA DE COLORES


jueves, 27 de marzo de 2008

Tranches de vie



Sigo con los deberes atrasados. Ayer vi por fin 'La soledad' y resulta toda una experiencia. Para empezar, uno sabe más o menos de qué va la cosa y se encuentra en el Casablanca a dos señoras de más de 80 años esperando para entrar. Bien por su espíritu indómito, pero pensé para mis adentros que venían atraídas por el tema de los Goya y que durarían 10 minutos. Pues no, la peli dura dos horas -su talón de Aquiles- y al acabar, allí estaban las dos damas como unas campeonas.


Y tiene mérito. 'No es que 'La soledad' sea anarrativa, pero elude el discurso habitual del cine más corriente. En buena parte del metraje, no pasa nada. O sí. En la vida real, si estás un cuarto de hora de charla con los amigos, ¿pasa algo? ¿no? El film traza un retrato de dos mujeres, una joven y una mayor, y sus respectivas y diferentes soledades, a base de mostrar retazos de vida -tranches de vie- tan abrumadoramente simples que escapan de la pantalla.


Buena culpa de esta sensación de no ver una ficción sino de haber entrado en casa de alguien a escondidas la tiene el trabajo de los actores y, sobre todo, actrices. Lo siento, pero hacer de disminuído, de asesino sádico o de exaltado está al alcance de cualquiera que se considere actor. La prueba de fuego es representar la normalidad, y ser creíble además. Algo que borda el reparto de 'La soledad'.


En cuanto a la dirección, mucho se ha hablado de la pantalla partida que aparece en varias ocasiones para arrojar dos perspectivas de una misma secuencia. Hay uso pero no abuso, así que a favor. No es ninguna novedad, creo que en 'El estrangulador de Boston' (1968) ya se empleaba, y seguramente algún japonés o checo ignoto lo haya hecho antes.


Lo que fastidia un poco es el sonido. A la habitual mala calidad de la toma directa en el cine español hay que añadir las peculiaridades de esta cinta y su personal planificación, lo que, imagino, habrá dificultado horrores la colocación de la percha con el micro. O lo habrán hecho de otro modo, vayan a saber, pero al principio cuesta entender lo que dicen.


En fin, prueba superada para este bloguero y excelente película, aunque no vayan un día que tengan sueño o resaca. Igual por eso he tardado tanto en verla.


Tema del día: 'Mis muñecas', NOSOTRASH

martes, 25 de marzo de 2008

Mucho ruso en Rusia



Con unos meses de retraso, por fin fui al cine a ver 'Promesas del este'. Suerte de los Méliés y su interesante programación de clásicos antiguos y contemporáneos. Anyway, ir a ver una de Cronenberg resulta obligatorio para sus fieles, sobre todo a partir de 'Una historia de violencia', obra maestra donde las haya.


No llega a tanto 'Promesas del Este', pero luce enorme. Un guión cincelado, desprovisto de la paja que arruina la mayoría del cine actual; una dirección eficaz, con pulso y sin alardes; y unos intérpretes solventes, ajustados e inspirados. Los que manejamos someramente el ruso podemos dar fe de lo conseguidos que están los acentos de Viggo Mortensen, Vincent Cassel y Armin Müller-Stahl, ninguno de ellos nativo del país de la balalaika.


Lo del último de los tres es de nota, porque este caballero, al que llevamos tres décadas viendo habitualmente de ruso, húngaro, polaco, etc... es alemán. Bueno, nacido en un pueblo de la antigua Prusia Oriental que ahora pertenece a Rusia, por lo que nuestro hombre fue la mayor parte de su vida un ossie, un habitante de la extinta RDA. En fin, que resulta siempre convincente como europeo del Este que oculta un oscuro pasado.


A todo esto, y perdonen el inciso, la mafia rusa me hubiera venido bien para hacer callar a tres guiris sentados detrás de mí. Uno podría pensar que en un cine como los Méliés estas cosas no pasan. Pues sí. Claro que no hay como ser trianero de adopción. Tras dos medios giros, servidor soltó un '¡Cállate coño!' que aún debe retumbar en la sala. Se me fue un poco la voz pero, qué demonios, cuando encendieron las luces me miraban asustadillos.


Será que ver a Viggo Mortensen en acción saca lo peor -¿o lo mejor?- de cada uno. Por cierto, este hombre, además de estar realmente bueno, es un actorazo de primera, por si alguien no se había dado cuenta. Lo mismo sirve para una de mis debilidades femeninas, Naomi Watts. Me derrito al verla como el Haagen-Dazs de chocolate belga al sol de agosto. No sé si me explico. De hecho, hasta el siempre sobreactuado Vincet Cassel da el pego. Gran película, en resumen, de las que hace unos años no llamaban la atención porque el listón estaba más alto. Pero ahora...


Por último, un pequeño off topic: Anoche vi en Canal + 'Yo soy la Juani'. Me quedé más frío que un pingüino. Ni bien ni mal. Y la aproximación al mundillo macarra tunero -de tuning, no de tuna- tiene bemoles: mezcla grandes aciertos con morcilladas sonrojantes. Ay, Bigas Luna, con lo que tú has sido.


Tema del día: 'See no evil', TELEVISION

jueves, 20 de marzo de 2008

Vacío



Mi vida está mucho más vacía desde el viernes por la noche. O el sábado de madrugada, debería decir, que fue cuando acabé de ver el último capítulo de 'A dos metros bajo tierra'. Pocas personas habrán alabado tanto 'Los Soprano' como este bloguero, pero ahora puedo decir sin temor a equivocarme que 'A dos metros...' es la mejor serie de televisión que he visto nunca.


Para entendernos, 'Los Soprano' es más shakespeariana, mientras que la de la familia Fisher es más ¿contemporánea? pese a que algo tan atemporal como la muerte sea el hilo conductor. No sé si me siguen.


El pasado viernes vi el antepenúltimo capítulo mientras cenaba, luego salí al concierto de Marc Almond ya reseñado, y a las 4.30 de la madrugada me puse a ver los dos últimos. Acabé con unos lagrimones tremendos y el ánimo seriamente afectado, y no sé si tanto, pero no ha sido la única vez en que esta serie me ha tocado hondo, muy hondo.


De hecho, sus efectos se asemejan más a un libro de los que te cambian la vida, aunque suene muy bombástico decirlo de esta manera. Hay episodios que los ves, y necesitas un rato para digerir lo ocurrido. Para desdramatizar, debo decir que los problemas de uno parecen insignificantes después de pasar un rato con los Fisher.


Por si ustedes no han hecho los deberes y no saben de qué va todo esto, 'Six feet under' es la historia de una familia dedicada al negocio funerario en Los Angeles. Una familia ciertamente peculiar, o disfuncional, como se dice ahora, pero con personajes a los que resulta imposible no ver como un espejo en un momento u otro. Cuidado, que crea adicción.


Además, tiene los elementos habituales de la mejor televisión de esta década. Guiones inmejorables, actores solventes, planteamiento cinematográfico... todo ello redunda en una serie dramática que pega fuerte, pero con la que es imposible no esbozar una sonrisa amarga. Podría alargarme horas y horas divagando, pero he cometido el error de leer esto, que explica lo que quiero decir mejor que yo.


'A dos metros...', consta de cinco temporadas y un total de 63 episodios. La emitió La 2 a salto de mata, y también Fox. En mi opinión, resulta mucho más apropiado el formato DVD -o descarga digital- para disfrutarla porque esta serie precisa un ritmo personal e intransferible para asimilarla.


Una curiosidad. No desvelo nada, pero los últimos cinco minutos del último capítulo me recuerdan sobremanera este vídeo.


Tema del día: 'Natural blues', MOBY

miércoles, 19 de marzo de 2008

Scary movie



La encuesta sobre cine terrorífico 'made in Spain' ha dado como ilustre vencedor a Pedro Almodóvar y esa estafa que lleva por título 'Kika'. Las de Ozores, al menos, no tenían pretensiones artísticas. A la zaga le ha ido 'Tirante el Blanco', del errático Vicente Aranda, antaño gran cineasta y en la última década adalid del pajillerismo.


Empate en la medalla de bronce entre 'La Celestina' y 'El penalti más largo del mundo'. La primera es un homenaje a la falta de vocalización de los jóvenes actores patrios, con especial mención al duelo Penélope Cruz - Juan Diego Botto, que resulta ininteligible. La segunda es una seudocomedia costumbrista a la que aún le busco la gracia y en la que el autodenominado actor Fernando Tejero balbucea cosas que, a veces, parecen palabras.


Por último, 'Matías, juez de línea' ha mantenido con dignidad su farolillo rojo desde el primer día. Su toque de comedia inglesa de los 50 combinado con Jacques Tati y humor aldeano gallego resulta absolutamente indigesto. Con lo buena que era 'Justino, un asesino de la tercera edad'...


Por otra parte, animo a los lectores a proponer sus candidatas para una segunda edición de la encuesta. Buceen en sus recuerdos y saquen a flote ese bodrio pretencioso que alguna vez vieron. Que estos días seguro que están aburridos.


Tema del día: 'Girls on film', DURAN DURAN

martes, 18 de marzo de 2008

Sobrecogedor



Ruego disculpas a mis fieles lectores, pero obligaciones profesionales y costumbres disipadas han venido a aliarse para evitar una mayor actualización del blog. De vuelta al redil, aprovecho para contarles sucintamente cómo me fue el pasado viernes por la noche en la sala Apolo, recinto al que acudí para ver en concierto a mi admirado Marc Almond.

¿Ése no es el de...? Sí, el de esto. Contra lo que piensan muchos, Sobrevalorado no es rencoroso y volvió un año después al lugar del crimen para darle una segunda oportunidad a uno de los artistas que más y desde hace más tiempo admira.

Para mi sorpresa, menos gente que el año pasado, apenas dos tercios de entrada y la platea del local ocupada por sillas de tijera. Allí aparqué mi persona mientras transcurría la actuación de Baby Dee, telonera y acompañante ocasional de Almond. Esta artista es una especie de travesti grandote que canta al piano como un Tom Waits con dos copas y no seis. Con coña marinera, pero sin arrastrarse. No me hacía especial ilusión verla, pero no me arriesgaba a que me pasara de nuevo lo del año pasado.

En esto, que salió 'ese pedazo de artista' que decían unas cuantas maricas en la barra. Un pianista y un guitarrista -Neal X, componente en los 80 de Sigue Sigue Spunik- le secundaban bajo los focos. El ex cantante de Soft Cell repasó su cancionero particular deteniéndose en particular en su último álbum, 'Stardom road', un muestrario de versiones llevadas a su terreno.

El que esperase alguna joya de la carrera de Soft Cell y, sobre todo, 'Tainted love', debió sentirse muy decepcionado, porque no hubo concesiones al tecno-pop, ni siquiera con temas grabados bajo su propio nombre. 'Bitter sweet' o 'Desperate hours' sonaron en formato cabaret, el que mejor le sienta a tan prodigioso cantante.

Momento nescafé: Tras su versión del 'Jacky' de Brel, también ralentizada respecto de la toma bailable que inclyó en 'Jacques', abordó el 'Ne me quitte pas' del belga, traducido como 'If you go away'. Es la única canción que pude escuchar el año pasado. Éste, casi se me saltan las lágrimas mientras se me erizaba la piel. Inenarrable.

Sí, el alcohol me desata la sensibilidad. Qué le vamos a hacer. Ya puestos, me levanté y seguí el resto del concierto de pie desde uno de los laterales de la sala. Así pude fijarme mejor en el respetable y constatar que la especie conocida como 'varón soltero heterosexual' estaba fuera de su hábitat natural.

Finalmente, el único bis sí fue un rescate de Soft Cell: 'Say hello wave goodbye'. Memorable ovación al final, ramos de flores como si fuera una folclórica, y Marc estrechando manos de sus seguidores. Entre ellas ¿adivinan la de quién?

Tema del día: 'If you go away', MARC ALMOND

PD: Aunque suene regular, por su valor documental les dejo esta versión, grabada en Glasgow hace unos meses.

miércoles, 12 de marzo de 2008

El tormento y el éxtasis



A priori, volver a ver a The Cure podría dar cierta pereza. Servidor los había visto ya en cuatro ocasiones (1987, 1989, 1992 y 2005) y acercarse a un Palau Sant Jordi atestado -las colas en el exterior eran importantes y la reventa se ponía las botas- apetecía lo justo. Pero, qué demonios, son uno de los grupos que han acompañado la vida de mi menda lerenda, así que la asistencia era prácticamente obligatoria.


Situados bastante atrás para tener acceso fácil al baño y al bar -dos cosas muy importantes cuando se prevé que el asunto dure tres horas-, este bloguero y sus acompañantes convinieron en que, en 2008, un show de esta magnitud (REM, Depeche Mode) precisa pantallas de vídeo. En su defecto, se esperaban grandes cosas de los juegos de luz y proyecciones. Pues tampoco. Aprobado muy justito en este apartado.


Vayamos a lo importante. Tras 10 minutos de retraso para que acabara de entrar la gente, el concierto arrancó con la majestuosa 'Plainsong'. Sonido poderoso y matizado, incluso en los primeros temas. Eso sí, el gran quid de la cuestión es la ausencia de teclados en esta gira, al igual que en la de sólo festivales de 2005; si entonces el repertorio esquivaba los temas con sintetizadores, este año caen 'The walk', 'Close to me' o 'Let's go to bed'.


Las versiones que sonaron de estas canciones sonaron curiosas, pero de ningún modo memorables. En este sentido, 'Catch' -que no había sido interpretada aún en la gira- perdió mucho encanto sin el sonido de violín, aunque fuera sintético. Por el conrtario, los temas guitarreros sonaron compactos y amenazadores: en 'Prayers for rain' o 'From the edge of the deep green sea' parecía que el cielo se fuera a desplomar sobre nuestras cabezas.


A medio concierto, sobrevino un estallido de felicidad colectiva. Smith y compañía enlazaron tres ases -'Friday I'm in love', 'In between days' y 'Just like heaven'- y el recinto se vino abajo. Pese a agrupar estas bazas ganadoras, el desarrollo del bolo no se resintió. Sólo tres temas nuevos -dos de ellos, olvidables- repartidos por el setlist y varias joyas para fans -'Push', 'Primary'- sabiamente diseminadas.


Tras dos horas de actuación, los bises. La primera y oscura tanda, centrada en su segundo disco, 'Faith', devino apoteósica con 'Play for today' y 'A forest'. La segunda estuvo dedicada a su faceta mas pop -The lovecats', 'Why can't I be you?'-, la que precisa teclados para brillar. Aún así, potente.


Y el fin de fiesta, cuando el fantasma del cansancio amenazaba con una visita, recayó en el debut discográfico de la banda. Primero, 'Boys don't cry', seguida del rescate de perlas olvidadas como '10.15 saturday night' y 'Grinding halt'. Y antes de enfilar la salida con una sonrisa de enorme satisfacción, la mejor versión que nunca he escuchado de 'Killing an Arab'.


Tema del día: 'Primary', THE CURE


lunes, 10 de marzo de 2008

Lunes de resaca



Para los no familiarizados con las costumbres hispalenses, el lunes siguiente a la Feria de Abril era hace años festivo para que la gente se recuperase de los excesos de la semanita de marras. Como anoche devoré todo lo relacionado con las elecciones generales y andaluzas, hoy me siento un poco resacoso y paso a compartir mis quebraderos de cabeza con ustedes:


1.- El PSOE ha sacdo 40.000 votos más que en 2004. Si entonces parecía fruto de una reacción rabiosa contra el apaño del PP por el 11-M, y se hablaba de una movilización sin precedentes, ¿ahora qué?


2.- Se suponía que la estrategia de la crispación sólo servía para mantener prietas las filas pero no permitía pescar en los caladeros centristas. Bien, el PP sube 400.000 votos. Ni Rajoy sale reforzado ni se ha dado tal costalazo que invite a la dimisión. Bueno para el PSOE, pronostico.


3.- Patético Llamazares en la hora del adiós. Su constante alusión al 'tsunami bipartidista' es de niño malcriado. Pues haberte hecho un sitio con un discurso diferente y coherente en vez de pactar con PNV y EA en el País Vasco.


4.- Para no ser menos, el siempre ponderado Joan Herrera se sumó al ridículo al adjudicarse ante los medios un segundo diputado que los resultados finales no le dieron. Iniciativa está sobrerrepresentada y, tiempo al tiempo, irá cayendo.


5.- ERC, en cambio, se ha despeñado ya mismo. Sin un PP en en la Moncloa que atice el anticatalanismo, el proyecto es el que es. Última hora: en una nueva muestra de responsabilidad institucional, Puigercós anuncia que deja su cargo de conseller de Gobernación para dedicarse al partido.


6.- El souflé de Ciutadans se deshace, mientras que sube el de Rosa Díez. Veremos lo que dura.


7.- CiU pierde 60.000 votos y gana un escaño. Cosas del sistema. Eso sí, van a ser el interlocutor privilegiado de Zapatero en el Congreso. Duran va a salir mucho por la tele.


8.- Chaves revalida mayoría absoluta en Andalucía y Arenas vuelve a hundirse aunque suba dos diputados. Me sorprende más lo segundo que lo primero; no entiendo cómo el líder del PP andaluz no se va a casa. Desde Raimon Obiols no veía nadie al que le gustara tanto perder.


9.- Los andalucistas desaparecen del Parlamento sureño. Hala, a tomar viento. Lo siento, pero mi recuerdo del paso del PA por el Gobierno de la Junta es el de una panda de trincones dispuestos a todo por la pasta y por enchufar a amigos y parientes.


10.- Un dato local: en Barcelona ciudad, el PP ha obtenido 151.389 sufragios por 57.594 de ERC. Me pregunto cómo hacen los populares para esconderse, porque los de Esquerra parece que sean legión.

jueves, 6 de marzo de 2008

Segunda piel



Voy a ponerme hoy con TV3, una cadena que veo poco, aunque seguramente sea la generalista que más sintonizo. Como ustedes ya sabrán, o si no ya se lo cuento yo, sus periodistas han optado por no firmar sus informaciones sobre la campaña electoral en protesta por la obligación de regirse por el sistema de bloques y cuotas informativas al que obliga la Junta Electoral Central.


Eso está muy bien y dice mucho de la independencia de sus profesionales, pero, cuando gobernaba CiU en Cataluña, ¿dónde estaban esos periodistas defensores de la objetividad? Me refiero a cuando Pujol se levantaba de la siesta y decía a sus adláteres 'que venga Tv3, que tengo que decir una serie de cosas'.


Hace unas semanas, un cargo del PSC, Joan Ferran, criticó la '"costra nacionalista" que anidaba en la televisión pública catalana y fue ampliamente reprendido, incluso por su propio partido, por querer arrimar el ascua a su sardina. Tan cierto como que se equivocó al querer barrer para casa es que tenía razón en el diagnóstico. No es costra, es una segunda piel.


Y donde más se nota no es en la información política, sino en cualquier otro apartado informativo. Los deportes, sin ir más lejos, con el posicionamiento pro selecciones, son un ejemplo apreciable. Por no hablar de la etiqueta de 'Estat espanyol' en vez de 'España', que ha calado hasta en los informativos catalanes de la SER.


Y otro apunte. Fíjense en 'Polònia', un programa fantástico donde se parodia a los políticos con tino. Todo el espectro parlamentario sale escaldado, desde el PP a ERC. Ahora bien, pasemos a las ideologías. El españolismo rancio y unitarista de los Acebes, Zaplana y compañía queda convenientemente caricaturizado, como ha de ser. ¿Y el independentismo? ¿Se ríen se él? ¿Es más legítima una opción que otra en un sistema democrático? Ay, ay, ay... que asoma la costra.


'Polònia' es un producto externo a TV3, y sus autores tienen, en la radio privada en la que también trabajan (RAC 1) total derecho a meterse con quien quieran y dejar indemne a los demás. Pero, como TV3 es una cadena pública, creo que no estaría de más reírse de todo lo risible.


Recuerden la que se armó cuando Boadella -ahora en horas bastante bajas, por cierto- se rió del imaginario nacionalista nostrat. A ver si 20 años después no va a haber tanta valentía.


Tema del día: 'Mixolidia blues', SANJOSEX

miércoles, 5 de marzo de 2008

Enhorabuena; eres un pesado



En apretada votación, el insufrible Pablo Motos se ha impuesto como rostro televisivo más irritante a Teatre de Guerrilla, que no obstante han cosechado un apreciable éxito dado que sólo les padecemos los residentes en Cataluña.


Asimismo, destaco que Eva Hache ha vencido, en mi opinión, contra todo pronóstico, a Cayetana Guillén Cuervo, en la pugna por la medalla de bronce. Jordi González quedó descolgado desde el primer momento, pero comparte el farolillo rojo con la seudoactriz y vitalicia, al parecer, presentadora de TVE.


Dentro del afán de este blog por estimular la participación de sus lectores, y ya que llevamos unos días de mucho cine, queda abierta una nueva encuesta sobre el séptimo arte. Si alguien sabe especificar cuáles son los otros -vale, el cómic es el noveno-, que tenga la amabilidad de aportarlo a los comentarios.


Tema del día: 'No time soon', GNARLS BARKLEY

martes, 4 de marzo de 2008

Regreso al (buen) cine



Mis disculpas a los fieles lectores por la tardanza en volver a escribir. Iba a darles explicaciones, pero creo que no vienen al caso y que ustedes no son mi madre. Dicho lo cual, fui al cine la semana pasada a ver 'No country for old men', una experiencia que les recomiendo.


Ya que voy poco, el motivo tenía que ser poderoso. Y los Coen lo son. El cine, por cierto, estaba lleno un jueves por la noche, lo que no sé si es achacable al influjo de los hermanos gafudos o por el contrario obedece al 'efecto Oscar' de Javier Bardem. Más bien creo que lo segundo.


Había oído hablar de la novela de Cormac McCarthy, pero mi afán lector no da para tanto. Voy despacio. Y además, intento no saber demasiado de las pelis que quiero ver, algo complicado en esta era de sobreinformación. Total, que arranca la película y hasta los 25 minutos o así no me doy cuenta de que está ambientada en 1980. Será que en el oeste de Texas las modas y los coches duran mucho. Hasta que no eché en falta los teléfonos móviles y vi un aparato fijo algo arcaico no caí en la cuenta.


Este despiste mío puede obedecer a que soy bobo -muy probable- o a que el laconismo de la historia me tenía atrapado. Y es que 'No country' es puro cine Coen, al 100%. En el caso que nos ocupa, aventuraría que bebe al 50% de 'Sangre fácil' y de 'Fargo'. Concisión, violencia y ambientación western por la primera, y un policía anacrónico frente a los tiempos que le ha tocado vivir por la segunda. Excelente combinación.


Una vez más, resulta obligado decantarse por la versión original. Salvo que sean ustedes de El Paso, dudo que entiendan nada, pero da igual. La cadencia del incomprensible acento texano, combinado con modismos mexicanos, resulta fascinante y muy apropiada a la historia. El único que habla sin acento es Bardem, con un inglés impersonal que le cuadra a su escueto personaje. Lo clava, es cierto, pero el papel es un caramelo para cualquier buen actor.


Quien me impresiona de verdad es Tommy Lee Jones, con esa cara cincelada en granito que, no obstante, deja ver a la persona cansada que hay detrás. Tremendo su striptease emocional al final, un momento para retener en la memoria. Josh Brolin luce enorme también y ojo con Kelly McDonald, toda una revelación.


La chica, escocesa por cierto, resulta perfecta como tierna paleta del Oeste. Y, como me sonaba su cara pero no su nombre, he investigado y resulta que encarnó a la novieta de Ewan McGregor en 'Trainspotting'. La verdad es que estaba que quitaba el hipo; ahora, ha engordado un poco pero posee una belleza... serena. Y pongo su foto en consonancia con la nueva línea editorial del blog: el sexo vende.


Tema del día: 'More news from nowhere', NICK CAVE AND THE BAD SEEDS