viernes, 23 de diciembre de 2011

Los mejores de 2011


No ha sido 2011 un año espectacular en materia musical, ni a nivel internacional ni de estar por casa. Dos discos de artistas consolidados (PJ Harvey y Antònia Font) han sido los mejores para este blog con mucha diferencia sobre el resto del material publicado. Tampoco ha sido un año de grandes canciones en el apartado resto del mundo mientras que a escala española unos cuantos nombres consagrados (Fernando Alfaro, Sr. Chinarro, Nacho Vegas) han rendido mejor en las distancias cortas que en el álbum. Lean y discutan.

DISCOS INTERNACIONALES

1.- P.J. HARVEY - Let England shake

2. - THE BLACK KEYS - El camino

3.- MARIANNE FAITHFULL - Horses and high heels

4.- BEIRUT - The rip tide

5.- VERONICA FALLS - Veronica falls

6.- WILCO - The whole love

7.- TOM WAITS - Bad as me

8.- DESTROYER - Kaputt

9.- THE WAR ON DRUGS - Slave ambient

10.- GIRLS - Father son, holy ghost


CANCIONES INTERNACIONALES

1.- LANA DEL REY - Video games

2.- THE BLACK KEYS - Lonely boy

3.- WILCO - One Sunday morning

4.- VERONICA FALLS - Bad feeling

5.- PJ HARVEY - The last living rose


CONCIERTOS INTERNACIONALES

1.- BEACH HOUSE

2.- JANELLE MONÁE

3.- PULP

4.- P.J. HARVEY

5.- THROWING MUSES

6.- CHARLES BRADLEY

7.- BRYAN FERRY

8.- DESTROYER

9.- CARIBOU

10.-  ECHO AND THE BUNNYMEN


DISCOS NACIONALES

1.- ANTÒNIA FONT - Lamparetes

2.- NACHO UMBERT Y LA COMPAÑÍA - No os creáis ni la mitad

3.- CHRISTINA ROSENVINGE- La joven Dolores

4.- MANOS DE TOPO - Escapar con el anticiclón

5.- ORNAMENTO Y DELITO - Adorno


CANCIONES NACIONALES


1.- NACHO VEGAS - La gran broma final

2.- NACHO UMBERT Y LA COMPAÑÍA - El senyor Esteve

3.- FERNANDO ALFARO - Extintor de incendios

4.- CHRISTINA ROSENVINGE - Mi vida bajo el agua

5.- SR.CHINARRO - Una llamada a la acción

6- ANTÒNIA FONT- Boreal

7.- ORNAMENTO Y DELITO - Bono es Dios

8.- LA BIEN QUERIDA - Queridos tamarindos

9.- BIGOTT - Cannibal dinner

10.- JOSELE SANTIAGO - Sol de invierno



CONCIERTOS NACIONALES

1.- TRIÁNGULO DE AMOR BIZARRO

2.- LA BIEN QUERIDA

3.- ANTÒNIA FONT

4.- ATOM RHUMBA

5.- BIGOTT

jueves, 22 de diciembre de 2011

Le beur et la prison




- 'Un profeta': Un caso de manual de 'me-habían-hablado-tanto-de-ella-que-esperaba...'. Ojo, una buena película, que no está la cosa para desdeñar celuloide de calidad, sólo que, al llegar tarde como casi a todo, mis expectativas eran inmensas. Cine carcelario francés, con historia de aprendizaje y supervivencia incluida. Violencia verosímil, tensión sabiamente administrada y un intérprete en estado de gracia. El pero que le pongo obedece a -atención, spoiler- que el inexperto muchacho magrebí (beur) acaba manejando los hilos con una soltura más propia de 'El mentalista' que del tono hiperrealista que acompaña la acción.




- 'Predators': Obviamente, una peli de domingo por la tarde, pero mucho más decente que lo que cabría imaginar. Olvídense del estúpido intento de mezclar aliens con predators -dos films, dos- y devoren palomitas a gusto con una cinta deudora de la original protagonizada por el ex gobernador de California en 1987. A priori nadie se creería como action hero a un tipo que ha encarnado a Manolete (Adrian Brody), pero el ex de la Pataky cumple con creces. Pasa volando.





- 'Si la cosa funciona': Correcto vodevil genuinamente neoyorquino a cargo de un Woody Allen que en 2009 volvió cual zapatero a sus zapatos a lo que sabe hacer tras sus, ejem, proyectos en Barcelona y Londres. Bueno, 'Match point' es una gran película. Allen retomó posteriormente su afición por la vieja Europa en 'Conocerás al hombre de tus sueños' y 'Medianoche en París', cintas que no he visto y me inspiran escasa confianza. En cambio, la que me ocupa deja un ligero pero agradable peso a comedia bien escrita con algunos de los mejores diálogos de su autor en lustros. Un acierto, además, el usar de alter ego a Larry David, que clava el eterno personaje de neurótico-maniático sin necesidad de tics ni tartamudeos como la horrenda composición de Kenneth Branagh en 'Celebrity'.

Vídeo del día: You! Me! Dancing!, LOS CAMPESINOS!

miércoles, 14 de diciembre de 2011

Los abuelos tienen un plan



The Sonics se formaron en 1960, y por mucho que he buscado, no he encontrado la fecha de nacimiento de sus integrantes, por lo que imagino que, en el mejor de los casos, estarán ahora a punto de cumplir 70 años. Hacia 1963 adoptaron su formación definitiva, al año siguiente editaron su primer single,'The witch', y ya en 1965 salió a la calle 'Here are the Sonics', uno de los pocos álbumes calificados comúnmente de míticos que merece la etiqueta. No duraron mucho, ediaron dos LPs más y un puñado de sencillos y en 1967 se acabó lo que se daba. Desde entonces no hubo más que alguna reunión parcial, afortunadamente esporádica, hasta que a finales de 2007 una formación bastante fiel a la original regresó a los escenarios.

Pasaron por el Primavera Sound meses después y me quedó una sensación agridulce. Tocando en el mayor de  los escenarios, el punch se perdía en la inmensidad del Fórum y su feroz rock de garaje quedaba rebajado al nivel de una orquestilla de crucero. Así pues, cuando se anunció su retorno a estos lares me quedé un poco así, como lamentando que la cosa no diera para más. Pero un par de voces autorizadas me hicieron cambiar de opinión y acabé dando con mis huesos en Salamandra una noche de miércoles a ver cómo les iba a los yayos.

La velada empezó extraña. Entro y oigo al portero decirle a un colega que el cantante del grupo telonero se ha pegado un leñazo de órdago en la primera canción y ahí se acabó su actuación. Entro, pillo sitio en la barra y pasa media hora sin que ocurra nada. Entonces atisbo por una rendija cómo se llevan al infortunado vocalista en camilla con una pierna entablillada y un collarín camino de la ambulancia. Pobre.

Después de una espera interminable se levanta la pantalla-telón y salen los Sonics. Ay, Dios, qué mayores son. Vale, como los Stones, pero ni se tiñen el pelo ni mantienen un estado de forma adolescente (como Jagger) ni han ido al infierno y han vuelto (como Richards). Parecen salidos de una terraza de la costa almeriense, con el autobús del tour operador esperando. Pero, ah amigo, empiezan a tocar y no es la misma vaina.

Mis temores se desvanecen. El quinteto arranca con vigor y poderío y la audiencia, que al final ocupa tres cuartas partes del local, le sigue con entusiasmo. A todo trapo, el genuino rock de garaje del noroeste no ha perdido ni un ápice de efectividad. Caen temas propios y ajenos, pero son sus tres reconocidos pelotazos los que ponen la sala patas arriba: 'Have love, will travel', 'Strychnine' y 'Psycho'. Cuando se retiran, pienso que han dejado el último tema a punto de caramelo para engancharlo vía medley con 'Louie Louie'. Salen para el bis y, sin medley, claro, ofrecen un granítico 'Louie Louie'.

Ha sido poco más de una hora, pero no ha sobrado nada. Y quizás la etiqueta de 60's punk sea un poco exagerada, a la vista de una escena entrañable: Una señora mayor -pero mayor de verdad- sale del camerino y monta la mesa del merchandising, que vuela en cuestión de minutos. Antes de volver con el que sea su marido y los demás, se hace fotos con algunos fans irredentos, felicísimos de llevarse a casa la estampa.

Vídeo del día: 'Boss hoss', THE SONICS

lunes, 12 de diciembre de 2011

Y van...



Un Barça irregular, un Madrid que venía lanzado, un técnico consecuente y un mago sin conejos en la chistera. El resultado final, que ya conocen, me parece un arma de doble filo. Un día de estos moriremos de tanta felicidad.

- CASILLAS: El mejor del Madrid, como en los viejos tiempos. Como Maldini o Giggs, otro que se retirará sin un merecido -aunque sea honorífico- Balón de Oro. Hizo dos paradas antológicas y ejerció como capitán en la segunda parte, gritando como un descosido cuando las estrellas arrojaron la toalla antes de que el árbitro pitara el final.

- VALDÉS: Tras la pifia del gol, confieso que dudé. Le vi imperturbable arriesgar una y otra vez para no incurrir en el pecado del patadón y, me avergüenzo, caí en el error de la duda. Olvidé lo que los futbolistas del Barça no: el estilo no se negocia. Por lo demás, un valor seguro. Mal colocado en un disparo de Kaká, ha tenido rapidez para sacar una mano afortunada.

- COENTRAO: Lo que tiene ver el partido por segunda vez, enfriadas ya las emociones, es que te llevas una sorpresa con tus opiniones iniciales. Pues no hizo tan mal partido Coentrao, incluso puede decirse que jugó una primera parte muy entonado. No obstante, Cesc, que no es Llorente precisamente, se lo merendó en el tercer tanto y acabó acusando problemas de colocación en un puesto que no es el suyo. La etiqueta de "30 millones" y las veleidades de su entrenador -ayer carrilero, hoy medio centro, mañana lateral derecho- juegan en contra de un futbolista correcto y poco más.

- ALVES: Algo aturullado en la primera parte, en la segunda se merendó a Marcelo. Fue su mejor partido como extremo, con diferencia. La rosca del gol de Cesc y la que Xavi apenas olió las hubiera firmado tranquilamente Michel.

- PEPE: Supo controlar casi todo el partido su ardor guerrero -al final, la cabra tiraba al monte- y anduvo veloz saliendo al corte hasta que el Madrid se partió por la mitad y ya no sólo venía Messi de frente sino toda la caballería. Pudo ser expulsado, como Messi, Lass y Ramos.

- PUYOL: Parecía que entraba en el once de forma forzada, una concesión del míster a los galones. Nada de eso. Colocado e indesmayable, sostuvo la defensa de tres el día en que Piqué anduvo más despistado.

- RAMOS: El Madrid gana enteros con un central como él, rapido, valiente y autoritario. Y los pierde porque al adelantar la línea, a otros como Marcelo se le ven más las costuras. Pasó una noche entretenida en su pugna con Alexis, por lo que cuando llegaba alguien más al área no daba abasto. Tiende a perder la concentración en los minutos finales.

- PIQUÉ: Ahora que Puyol tiene tiempo libre, que le dé un par de tortas a ver si espabila. Jugó con una inseguridad desconocida en él y tuvo un ataque de pánico en la jugada del gol merengue al recular y habilitar a Benzema.

- MARCELO: Mou debería prohibirle pisar campo propio y que juegue de la medular para adelante. Puede ser jugador del Madrid, pero no defensa del Madrid. Y aunque parezca anecdótico, el rebote en el gol de Xavi no es casual; a un kilómetro del azulgrana, el brasileño se medio giró ante un disparo que no era un misil. Que el balón acabe en gol es casualidad, que el muchacho ande flojo de fundamentos, no.

- ABIDAL: Labor sorda pero fundamental la suya. Tremenda anticipación, lectura inteligente del juego y poderío aéreo. Desde que arribó a Barcelona, cada día mejora.

- ALONSO: No se le veía tan superado desde hace tiempo. La presión del Barça asfixió su extraordinario juego en largo. Para jugar en corto, miró y no encontró a nadie. En la segunda parte no le ayudó ninguno de los más adelantados y el Barça le pasó por encima. Como jugador responsable que es, evitó ver una segunda amarilla.

- BUSQUETS: Hay jugadores de Estudio Estadio y hay jugadores de segundo visionado del partido. O para verlos en el campo. Bascula, ayuda, corrige, corta, pasa y se ofrece de modo natural, sin tener que andar mirando a derecha e izquierda dónde están sus compañeros. Igual que los buenos porteros no miran a los palos para seguir situados, Busi está siempre en el sitio como por arte de magia. Otro partido para enmarcar.

- LASS: Hay gente que paga millonadas por una entrada. El francés, por el contrario, cobra por presenciar los derbis en posición inmejorable. Nadie ve como él a Xavi dirigiendo la orquesta o a Iniesta ejecutando un solo. Un tío afortunado.

- XAVI: Un día más en la oficina. Costó que los instrumentistas afinaran el tono, pero a partir del segundo movimiento la sinfonía cobró vida propia, lo que señala al mérito del director. Metió un gol afortunado, pero propio del futbolista maduro que es.

- ÖZIL: Mourinho tendrá parte de culpa por mandar a un recluta a luchar contra las fuerzas especiales, pero ya va siendo hora de que este chaval asuma que juega en el Madrid y que con pinceladas de clase no se sobrevive. A Beckham le llamaban niño bonito pero se entrenaba por su cuenta -junto a unos cuantos más- cuando la preparación física del Madrid era casi inexistente.

- INIESTA: Hace unos meses escuché a alguien decir que Iniesta siempre iba de menos a más en los partidos; que los estudiaba en los primeros minutos, analizaba cómo iba a resultar más dañino para el rival y luego obraba en consecuencia. Desde entonces vengo fijándome en el manchego y la teoría aguanta. Casualidad o no, acabó maravillando al Bernabéu. Jugadores artistas siempre ha habido, pero que aparezcan siempre, en todos los partidos, yo sólo recuerdo a Iniesta.

- DI MARÍA: El madridista que más miedo me daba a priori acabó por ser el más inofensivo del ataque. Con el 1-0 fue reculando y casa vez arrancaba desde más atrás, con lo que su aportación ofensiva fue una o ninguna.

- CESC: El falso '9' no supo dónde ponerse el día en que el Barça jugó con un '9'. Embotellado entre las parcelas de Messi, Alexis e Iniesta, corría sin rumbo fijo hasta que encontró su espacio. El gol ejemplifica su aprendizaje en Londres, llegando para un gol 'box to box'.

- C. RONALDO: Le puede la ansiedad en los partidos al máximo nivel. Con nada, su indiscutible calidad se transforma en crispación y empiezan los lamentos y los reproches. Necesita un entrenador tipo Antic, de los que mejoran a los jugadores y les ayudan a ahuyentar fantasmas. Bajó los brazos antes de tiempo y eso en el Bernabéu es pecado mortal.

- ALEXIS: Un gladiador más afilado de lo que muchos esperaban. Rápido, fuerte y resistente, verle encarar la media luna es lo que menos esperaban los centrales blancos. Su gol llegó en el momento justo para sembrar dudas en el Madrid.

- BENZEMA: Buen partido el suyo, con gran nivel de toque y visión de pase. Pero le falta pedirla en largo, no siempre al pie, y sobre todo, instinto asesino. El controvertido fallo de CR7 era un balón claro para él, pero ni gritó avisando al portugués ni luego se ciscó en todos los nacidos en Madeira.

- MESSI: Seguramente, el bicho que más terror ha provocado en el Bernabéu desde que se erigió el estadio. Pudo ver la roja y pudo haber mandado a más de un contrario a la caseta. Cosas del arbitraje. No necesitó marcar para dejar su sello y el cámara que le pilló vacilando a Guardiola al final merece un aumento

- KAKÁ: Corrió como un meritorio y pese a que parece difícil que nunca recupere el nivel del Milan dejó en evidencia a un joven como Özil, al que sustituyó.

- KEITA: Táctica, apoyo y colocación, como siempre. Si le dejaran, Xabi Alonso pagaría su fichaje de su bolsillo.

- KHEDIRA: Una vez más, sembró dudas sobre sus méritos para jugar en Chamartín. Mientras, el Benfica le niega al Man U el fichaje de Javi García.

- VILLA: Su estado de forma le condenó al banquillo, ante la sorpresa general. Otro se vendría abajo, pero éste es duro. Resistirá.

- HIGUAÍN: Salió cuando varios compañeros habían bajado los brazos. No tocó bola, pero estuvo solo un par de ocasiones en las que, si le llegan a ver...

- PEDRO: Pocos minutos, pero se comió la hierba. No entiende el fútbol de otra manera.

Vídeo del día: 'Lonely boy', THE BLACK KEYS

miércoles, 7 de diciembre de 2011

Cuentagotas


El Primavera Club supone cada año la oportunidad de pasarse cuatro o cinco días peregrinando por distintas salas de Barcelona viendo conciertos de bandas escasamente conocidas en maratones que dejan a uno -ya en edad provecta- más que baldado. Así que este año decidí administrarme los bolos en cuentagotas para evitar el peligro de saturación y llegar más descansado a la recta final. En cuanto al primer objetivo, misión cumplida; en cuanto al segundo, por pequeña que sea la meta, no llego, no hay manera.

LITTLE BARRIE (Apolo, miércoles)

No tenía un especial interés por este grupo, pero como tocaba antes de un artista que sí quería ver a toda costa, fui con tiempo para ahorrarme problemas de acceso. Unas horas antes estuve escuchando algo de ellos así por encima y me parecieron una variante de lo que hacen Black Rebel Motorcycle Club, con ese toque retro y montones de reverberación. Ya en vivo tuve que rectificar. Mucho más pesado de lo que imaginaba, el trío de Nottingham parecía empeñado en revivir el fantasma de otro power trio, los Cream de Eric Clapton. Su blues rock rancio y filigranero acabó por retrotraerme otra imagen, la de Jeff Beck al frente de los Yardbirds, especialmente por el parecido físico entre el guitarrista y el que seguramente es uno de sus ídolos. No creo que vuelva a oír hablar de ellos.

CHARLES BRADLEY (Apolo, miércoles)

Más vale tarde que nunca ha debido pensar este caballero de 63 años (ver foto) que hasta hace poco se ganaba la vida de cocinero y ahora hasta gira por el Viejo Continente llevando la esencia del soul primigenio a jóvenes audiencias que no vieron nunca sobre el escenario a Otis Redding o Sam Cooke. Bradley es un genuino representante de la vieja escuela, y gusta de rememorar a James Brown cayendo de rodilas con dramatismo y exagerando la aflicción que lo que canta le provoca.

Una banda joven y solvente respalda a un veterano que se entusiasma como un chaval -hay que verlo cuando hace el águila, a medias entre Chiquito y el intérprete de 'Sex machine'- y transmite como pocos jugando con su dolorido corazón. Transmitir, la esencia del soul.

La única pega es que artista y acompañantes olvidaron que apenas tenían una hora de actuación y secuenciaron la misma como si tuvieran más tiempo. Ello dio pie a que la habitual intro del género -la banda toca dos o tres temas antes de que salga el vocalista- y el momento introducing the band se comieran casi la mitad del bolo. Y cuando más hervían las emociones, con el amigo Bradley desatado en una exhibición de poderío soulero, va aquello y acaba. Sublime concierto, sí, pero quedó la sensación de interruptus.

JEFF THE BROTHERHOOD (Apolo, jueves)

Típica banda del Primavera Club; es decir, no había oído nunca hablar de ellos hasta unos días antes del certamen. Pero venían muy bien recomendados por personas de criterio fiable, así que había que prestarles atención. Un acierto en toda regla. Un dúo bastante cafre, sólo guitarra y batería, que navega por aguas comprendidas entre Ramones y White Stripes combinando velocidad y contundencia. Además, parecen majos y, como lo dan todo bajo los focos, su concierto no dura ni una hora. Gran acierto. Esta locomotora impulsada en directo por una guitarra de sólo tres cuerdas y un mínimo kit de batería no entiende de bajones. Sensación de contento al salir, amplificada por el tradicional encuentro con la simpar M.

HANDSOME FURS (La 2, viernes)

Fiestón gayer a cuenta de un dúo de electro hipervitaminado, con él apretando cuatro botones y retorciéndose mientras ella no para quieta como una loca espasmódica. Cantan a dúo y son uno de los mejores bolos posibles para altas horas de la madrugada, aunque en este caso se tuvieran que conformar con salir al escenario a las 22.30. Y en lo de la brevedad, aquí se puede decir que hubo extremismo. Cuarenta minutos, para qué más, y a casa. Bueno, a casa yo, que aquello seguía hasta las tantas. Y al día siguiente, y al otro...

viernes, 2 de diciembre de 2011

Antecedente




El periodista David Simon y el ex policía Ed Burns escribieron hace 15 años 'The Corner: A Year in the Life of an Inner-City Neighborhood', un libro que recogía las desventuras de una familia real atrapada en el infierno de la droga -consumo y negocio- en la parte más chunga de Baltimore. El relato recibió críticas estupendas y poco después HBO encargó una miniserie basada en el libro que se estrenó en 2000 como 'The corner'. Simon ya había visto como un libro suyo se transformaba en serie de televisión de gran éxito ('Homicidio') y desarrolló una carrera paralela como guionista y productor de televisión junto a su compinche Burns que acabó por alumbrar la mejor serie jamás rodada para la pequeña pantalla, 'The Wire'.

'The corner' viene a ser un boceto, un esbozo primigenio de lo que acabarían siendo las andanzas de McNulty y compañía. A diferencia de la historia caleidoscópica narrada en cinco temporadas, 'The corner' se centra en unos personajes concretos, una familia que fue de clase media y a la que la droga hundió, como a casi todo el barrio, en la miseria del gueto. En un epílogo tras el último capítulo, los auténticos personajes cuentan a la cámara en qué situación se hallan, reforzando la sensación de verosimilitud que desprenden los seis episodios de algo más de una hora. Por otra parte, buena parte del reparto repetiría con Simon, Burns y HBO en su fresco ampliado de las malas calles de Baltimore y también en su última producción, 'Treme'.

Lo malo es que vista ahora, y sobre todo después de 'The wire', el tono semidocumental de 'The corner' se hace cansino por momentos. Nada que reprochar a un producto honesto y, seguramente, necesario, pero la cotidianidad de la vida en la esquina y su verismo juegan en contra del ritmo narrativo propio del medio televisivo. No es que no haya lugar para la reflexión en el mundo de las series, pero es que ésta en concreto llega más de una década tarde. Imagino que verla en su momento debió de ser toda una experiencia, pero ahora, si uno ha digerido las colosales cinco temporadas de 'The wire', el impacto se amortigua.

Vídeo del día: 'If you call', SHARON JONES & THE DAP KINGS