jueves, 30 de abril de 2009

Liderazgo



¿Cuántos libros han leído ustedes sobre waterpolo? Uno o ninguno, claro. Pues yo, dos. Parecidos, además. Las autobiografías de Pedro García Aguado, Toto, 'Mañana lo dejo', y la del mejor waterpolista, dicen, de la historia, Manel Estiarte. Ambos integraron la superselección española de los 90, y han seguido sendas bien diferentes. Tras agotar las reservas escocesas de whisky y las colombianas de farlopa, el madrileño se limpió a fondo, se dedicó a concienciar a la gente de lo malas que son las drogas y ahora hasta tiene un programa en Cuatro donde alecciona a muchachos díscolos.

Por el contrario, Estiarte siempre ha ido por lo que los ingleses llaman 'the sunny side of the street'. Jugó hasta los 38 años, ha sido miemkbro del COI y ahora trabaja para el Barça como relaciones externas y confesor de los jugadores del primer equipo. A priori, el libro del manresano no presentaría grandes alicientes salvo para los muy waterpoleros, pero hace unas semanas una entrevista radiofónica me dejó patidifuso.

En más un monólogo que una entrevista propiamente dicha, Estiarte hablaba con una sinceridad, una crudeza y una ternura espeluznantes del suicidio de su hermana, suceso que servidor desconocía. Más allá de la morbosidad, es una historia que pone los pelos de punta, por lo que no me extraña que el libro sólo haya podido salir a la calle ahora que el padre de Manel está muerto y que la madre no se entera mucho de lo que ocurre a su alrededor. Hubiera sido durísimo para ellos.

El otro pilar de 'Todos mis hermanos' es la honradez de un tipo que ha sido el mejor del mundo durante siete años seguidos en su deporte y que reconoce cómo, en sus primeros años, era un joven egoísta que se conformaba con hacer un buen papel personal y, si se pierde, mala suerte. Liderazgo es la palabra clave sobre la que versa la parte deportiva del relato, el sacrificio de la ambición personal en beneficio del grupo, la madurez para abandonar la tentación del individualismo y convertirse en el apoyo -dentro y fuera de la piscina- de todo un equipo.

En un plano más ligero, hablando del actual vestuario del Barça, pinta gracioso alguno de sus comentarios, como el de Hleb: "El bielorruso, que en los primeros meses no diré que estaba distraído pero... ni perdido, pero..., ni despistado, pero...". La mayoría de comentarios son más previsibles, aunque les rescato los de Márquez -es "valentía, discreción y silencio"-, Touré Yaya -"un niño grande"-, Cáceres -"un joven recién llegado, muy reflexivo"- y Sylvinho -"una persona encantadora, muy religiosa"-.
De lectura rápida y ágil, el libro peca de alguna catalanada pero está razonablemente bien escrito. Lo que me sorprende, dado lo anterior y sabiendo cómo habla en castellano Estiarte, es que 'Todos mis hermanos' no se haya editado en catalán, y que lo lance Editorial Plataforma y no una de las vacas sagradas del sector.

Vídeo del día: 'Seven nation army', THE FLAMING LIPS

lunes, 27 de abril de 2009

Glorioso



Casi cualquier cosa válida del pop-rock de hoy en día ya lo hacían 30 años antes, de un modo u otro, los Talking Heads. En el tránsito del 70 a los 80 aunaron vanguardia y accesibilidad, intelecto y pista de baile, arte y diversión como nadie que se me ocurra dentro de la música popular de las últimas décadas. Encima, tuvieron el buen gusto de dejarlo cuando la cosa empezó a chirriar; bueno, de hecho, cuando los demás ya no soportaron a David Byrne.

Anyway, el cerebro principal del combo -que no el único- anda de gira por las Españas y el pasado viernes actuó en el Palau de la Música. Precios caros, público bastante viejuno y muchas ganas de ver la traslación al directo de 'Everything that happens will happen today', el álbum del año pasado que reunió de nuevo a Byrne y Brian Eno, el geniecillo del estudio que produjo algunos de los mejores trabajos de Talking Heads. Esta pareja ya hizo historia en 1980 con 'My life in the bush of ghosts', piedra fundacional del ambient y otras hierbas sonoras.

Bien, el señor Eno no sale de gira, así que Byrne ha reclutado una banda asombrosa, ha fichado a tres coristas, ha incorporado tres bailarines, se han vestido todos de blanco y han parido uno de los mejores espectáculos que quien esto escribe ha visto nunca. Alternando temas del nuevo disco con joyas del catálogo talkingheadesco, el escocés de nacimiento y neoyorquino de adopción ofreció un concierto pletórico, emocionante, bailable y buenrollista en el mejor sentido de la palabra.

Sobraron las sillas en el Palau porque Byrne, a golpe de guitarrazo, bailando y cantando enloquecido junto a su banda prendió fuego al histórico recinto ('Burning down the house'), antes de, por una vez en la vida ('Once in a lifetime'), llevarnos al cielo ('Heaven'). Y nada de nostalgia, porque aquello sonó, lo nuevo y lo viejo, rabiosamente moderno. Y de aquí a 30 años, probablemente aún suene así.

Ah, y tocó 'I zimbra'. Y 'Crosseyed and painless'. y vi a Alejandro González Iñárritu. Y, en suma, fue memorable.

Vídeo del día: 'Life is long', DAVID BYRNE

viernes, 24 de abril de 2009

Sorpresa relativa




¿De verdad nadie veía venir que Rosa Aguilar iba a acabar -afiliada o no- en el PSOE? No quisiera dármelas de oráculo, pero ¿era yo el único que no albergaba dudas al respecto? En fin, ahora que han aplaudido mi visión política, ya podemos aventurar nuevos sucesos. Como por ejemplo, el posible sorpasso en las próximas elecciones (las europeas) de UPyD -el partido de Rosa Díez, recuerden- respecto a Izquierda Unida.


A ver, las cosas que todo el mundo conocía hasta ahora de la señora Aguilar era su gusto por los trajes-pantalón de rayas a lo Miguel Ríos, su buena gestión al frente del Ayuntamiento de Córdoba -con el apoyo de los socialistas- y que pasaba muy mucho de enfangarse en las luchas internas que están carcomiendo IU desde hace años. Así que de sorprendente, nada.

Hablando de IU, el otro día leí un chiste muy bueno sobre el encuentro de Zapatero y Cayo Lara en Moncloa. Le preguntan al presidente por cómo ha ido la reunión y responde que muy bien, que aquel tipo había traído algunas propuestas interesantes. "Lástima que no sepamos quién es", añadía.


Vídeo del día: 'Looking for Lewis and Clark', THE LONG RYDERS

miércoles, 22 de abril de 2009

Datos, datos y más datos




Me está costando horrores acabar 'Gomorra', la radiografía de Roberto Saviano sobre la Camorra napolitana. Y mira que el asunto me interesa, pero es que el tocho que se ha marcado este muchacho es de impresión. Habitualmente, los libros extensos no me asustan, pero en esta ocasión la auscultación pormenorizada del crimen organizado en la Campania, su calado social y su implicación en la economía no ya italiana sino mundial acaban por agotarme.


Supongo informado al lector sobre los problemas de Saviano con la mafia de su ciudad desde que editó el libro en 2006, así que no me voy a detener en eso. Realmente, lo que ha hecho este chaval -que es insultantemente joven- tiene bemoles. Ahora bien, con todo el mérito ciudadano y periodístico que tiene su denuncia, y lo que le ha acarreado, a él y a los suyos, el libro peca de excesivo.


Me explico. El autor tiene tantas cosas que decir y tan importantes, que no se deja nada en el tintero. 'Gomorra' es a ratos un reportaje, en ocasiones un relato, pero las más de las veces es un informe. Datos, datos y más datos. Con exactitud abrumadora, Saviando desmonta los hilos del poder en la sombra que rige los destinos de esa parte de Italia y cuyos tentáculos se extienden por casi todo el mundo. Lo malo es que cuesta seguirle. Nombres, clanes, familias, apodos... aparecen y desaparecen de la narración para volver a irrumpir cuando uno ya no recuerda nada sobre el personaje en cuestión.


En ocasiones puntuales, Saviano se gusta y sí quiere hacer literatura. Como cuando describe la ocasión en que se coló en una mansión abandonada de un antiguo boss y meó en la bañera para reflejar su odio al Sistema, ése que ha convertido Nápoles y su comarca en la tierra de la desesperanza. Real o inventada, la anécdota está explicada con cierto exceso de importancia, con subrayados, que no me acaban de llenar.


Entre lo mejor, el curso de economía moderna aplicada. No es broma, la disección del comercio occidental con China y las radiografías de sectores como el textil, la construcción o los residuos son de ovación y dos orejas. El estrangulamiento económico de cualquier actividad no vinculada a los clanes mafiosos viene a ser la causa de todos los males, cuenta Saviano, más que las episódicas explosiones de violencia. Ésta existe, todo el mundo lo sabe, y las cifras de asesinatos son estremecedoras, pero los crímenes forman parte de un plan. Un plan de negocio.

Y no, no he visto la película. Pero tengo ganas.

Vídeo del día: Ça plane pour moi, VAMPIRE WEEKEND


lunes, 20 de abril de 2009

Vuelven los 80 (por desgracia)



Días (noches) de trabajo de campo para determinar el estado de la escena musical barcelonesa, por un lado, y española, por el otro. El jueves, en el inhóspito Maremàgnum, arrancaba el festival que cada año se celebra al aire libre, pero que en esta edición incorporó la novedad de una primera noche a cubierto, en concreto en una de las antiguas discotecas del complejo. Y, además, de dos bandas ignotas que ni conozco ni vi, los dos nombres más 'in' del mundillo independiente de la ciudad: Joe Crepúsculo y Extraperlo.

El primero, procedente de los muy underground Tarántula, ha editado dos álbumes en 2008 muy bien ponderados por la crítica especializada y que a mí me dejan más bien frío. Tanto en disco como en directo, al escucharle, pienso que he vuelto a 1983 y estoy viendo 'Musical Express', que va a salir Ángel Casas en pantalla y va a anunciar a Derribos Arias.

Sí, amigos, lo más de lo más ahora es sonar amateur como los primeros combos ochenteros, que destilaban originalidad e impericia a partes iguales. Dos apuntes sobre las canciones: 'Baraja de cuchillos' calca una cancioncilla con sintetizador de Rod Stewart, y 'Suena brillante', acelerada en vivo, es 'Getting away with it', de James, en español.

El viaje a los 80 quedó completado con la actuación posterior de Extraperlo, de los que sus influencias, según algunos, son Orange Juice y Prefab Sprout, cuando, a mi juicio, son unos Ciudad Jardín que querrían ser Carlos Berlanga. Bueno, en directo admito que sí sonaron en algún momento a Prefab Sprout. En fin, pop desprejuiciado, con toques tropicalistas -lo que se lleva ahora, señora- y que apunta intenciones.

Lástima que los juicios sobre ambas actuaciones queden desvirtuados por el hecho de que no vi casi a los actuantes, ya que el escenario estaba situado a unos 20 centímetros del suelo y, salvo los de la primera fila, el resto no veíamos nada. Así que me dediqué a alternar, a la cerveza y al Jägermeister, un licor que ahora regalan en algunos bolos a los que asisto.

Hubiera vuelto el viernes al Maremàgnum a ver a Sr. Chinarro, pero como hace sólo seis meses que tocaron por aquí, opté por Lagartija Nick en la muy rockera y satánica sala Mephisto. Casi lleno, unas 200 personas, para degustar la presentación en directo de 'Las marcas de mi larga duración', su reciente álbum.

Y no estuvo mal, porque Antonio Arias y compañía son una máquina de rock bien engrasado, acelerado y distorsionado. Pero tampoco es que estuviera bien del todo, porque si bien los tres últimos discos de los granadinos suenan bastante correctos, su traslación al directo denota cierta uniformidad en las canciones. Ninguna mala, ojo, pero tampoco ninguna brillante. No hay un estribillo, un cambio, un riff al que agarrarse.

Y claro, suenan un par de viejos temas, y no es que a uno le invada la nostalgia. Es que los temas rescatados del ya lejano 'Inercia' (1993) siguen siendo, con diferencia, lo mejor de su repertorio. Sonaron 'Nuevo Harlem' y 'Esa extraña inercia', y las distancias entre el ayer y el hoy quedaron claras.

Vídeo del día: 'Carmen celeste', LAGARTIJA NICK

martes, 14 de abril de 2009

Aroma clásico



No he visto ninguna de las pelis que concurrían este año a las grandes categorías de los Oscar, pero me extraña, pasma y sorprende que 'Gran Torino' no figurara en ninguna lista. Cine clásico en el mejor sentido de la palabra, con historia crepuscular y de redención a la vieja usanza. Como diría Walt, el personaje encarnado por Clint Eastwood, ya no se hacen largometrajes como éste.

Doy por sentado que han visto el film o, al menos, saben de qué va. En caso contrario, los enlaces les echarán una mano. Bien, leo por ahí críticas despistadas que hablan, unas, de que si vuelve Harry el Sucio, y otras, que vaya tufillo conservador y justiciero desprende la cinta. A lo primero contestaría que el Walt de 'Gran Torino' no tiene nada que ver con el madero de la Magnum, ya que este último era casi una caricatura sin pasado ni presente ni vida propia más allá del afán de cargarse a los malos.

En cuanto a lo de justiciero y conservador, no creo que el recurso a las armas sea algo extraordinario en el Medio Oeste. Y el propio Walt, voy a intentar no destripar nada, reconoce que la violencia, una vez empleada, es algo que te acompaña y te tortura toda la vida. Claro que hoy en día hay gente a la que un código de valores o una moral les parece algo no ya anticuado, sino directamente fascista.

Y ojo, que el señor Kowalski no es un héroe ni un caballero, sino alguien a quien le ha superado el paso del tiempo, un poco al estilo del sheriff de 'No es país para viejos' que interpretaba Tommy Lee Jones. La diferencia es que el protagonista de 'Gran Torino' es un racista confeso, bebedor vespertino, deslenguado y viudo que no soporta a lo que le queda de familia.

Inciso habitual: lo único que me chirría es el trazo grueso empleado para dibujar el desencuentro entre padre por un lado, e hijos y nietos por el otro. Mención especial para el personaje de la nieta adolescente, que de tan idiota daría la nota hasta en 'Gossip girl' o 'Sensación de vivir', y el subrayado innnecesario de su aparición al final.

Por lo demás, películón como la copa de un pino. Y sí, el señor Eastwood y su voz cazallera -nada que ver con su doblador, Constantino Romero- canta en los créditos finales, antes de ceder el testigo a Jamie Liddell.

Vídeo del día: 'De momento abril', LA BIEN QUERIDA

martes, 7 de abril de 2009

Pelotas, 1 - Prejuicios, 0



Sí, amigos, qué sorpresa. Sobrevalorado ha derrotado a sus prejuicios y está en condiciones de afirmar que 'Pelotas' es una buena serie. ¡Y es española! Y de Televisión Española, nada de sextas, cuatros ni cadenillas pequeñoburguesas. No, la Primera, la de 'Mira quien baila', José Mota y 'Cine de barrio'.

Y sí, vida de barrio es la que muestra 'Pelotas'. Pero nada que ver con la retahíla de visiones seudocarabancheleras que hemos padecido tantos años, donde los personajes hablan como Ramoncín, gritan a la mínima y una de cada cinco palabras es un taco. Curiosamente, y salvando 'Doctor Mateo', que adapta un modelo inglés basado en las bondades de la vida campestre, la que me ocupa es la primera serie de difusión española que transcurre fuera de Madrid y alrededores. Creo.

La cuestión es que el otro día, zapeando de aquí para allá, paré un rato en 'Pelotas' y me quedé enganchado. Reconozco que al principio fue por una trama lésbica entre dos jovencitas de buen ver, pero luego la acción me atrapó. Y eso que Ángel de Andrés es un actor que siempre me ha echado para atrás, pero creo que aquí ha hallado su hábitat natural.

Guiones ágiles, diálogos creíbles, interpretaciones ajustadas, y ambientación óptima (ese L'Hospitalet) hacen de este producto un retrato costumbrista que no cae en los tópicos de siempre. No he visto 'Tapas', el debut cinematográfico de Corbacho y Cruz, a la sazón responsables de la serie, así que no puedo decirles si apunta y amplía lo expuesto en el film, como he leído por ahí.

Entre los aciertos de 'Pelotas', destaco a Javier Albalá, un actor que me parece de los más creíbles haciendo de tío normal, y al que descubrí años ha en 'Raquel busca su sitio', serie que supuso el espaldarazo de una morena llamada Leonor Watling. El dúo Albalá - David Fernández (sí, Chiquilicuatre) y sus conversaciones me dibujan una sonrisa cada vez que se enfrascan. Qué cosas.

Lo que me provoca una de las intérpretes mejor no se lo cuento. Se trata de Belén López, que encarna a la esposa del personaje de Albalá. Este pedazo de mujer me parece impresionante, no sé si me explico, y está mucho mejor ahora que se aproxima a los cuarenta que cuando salía en 'Plaza alta' el culebrón de tarde de Canal Sur. Es la de la izquierda de la foto de arriba; la otra es María Botto, que también tiene miga.

Vídeo del día: 'Hey Joe', JIMI HENDRIX

lunes, 6 de abril de 2009

Juegos malabares



Zapatero cada vez se parece más a un malabarista que va jugando con varias bolas y que, a pesar de que tiene serias problemas para que no se le caigan, opta por el 'más difícil todavía' y añade otra pelotita al improbable equilibrio de objetos por el aire. Después del órdago que supone pactar con el PP en el País Vasco, las no-medidas para superar la crisis -que hasta hace nada no era crisis, decía el presidente-, y el ridículo a costa de la salida española de Kosovo, el mandatario de las cejas luciferinas nos sorprende ahora con una remodelación ministerial que se filtra el día más 'mediático' de su presidencia, el de la foto con Obama.

Se va Solbes, que parecía Schuster en el Madrid. Vamos, que tenía más ganas de largarse que de otra cosa. Le reemplaza Elena Salgado, cuyas habilidades para la macroeconomía, al igual que las mías, se desconocen. Otro pérdida tremenda es la de Magdalena Álvarez, que por fin podrá dedicarse a lo que a ella le gusta de verdad: ir de compras a Nueva York. Lo de José Blanco, el peor orador que recuerdo, pues... en fin, que es el confesor de Zapatero, así que esto es lo que hay. Y a la señora Salgado la sustituye un nuevo valor en alza dentro del socialismo andaluz, un tal Manuel Chaves.

Sí, amigos, este joven animoso que ha venido a renovar cual senador mulato por Illinois los aires de la federación más poderosa del PSOE va a ocupar la nueva vicepresidencia "de aguantar a los nacionalistas y darles cosillas porque estamos en minoría y nos hemos quedado sin aliados". Las comillas son mías.

Esta maniobra comporta además el fulgurante ascenso de otro cadete, José Antonio Griñán, de quien se sospecha que planificó la Desamortización de Mendizábal. De hecho, de lo poco posiitivo que servidor ve en esta martingala -un año sólo después de las elecciones- es que los andaluces se van a librar, si se confirman los rumores, del clan jiennense que campa a sus anchas por la Junta desde hace más de una década.

Iba a cerrar ya el asunto, pero ahora resulta que se incorporan también al Gobierno Ángel Gabilondo y Trinidad Jiménez. Mmmm... ese duelo de ministras entre Carme y Trini promete mucho. Arrea, y Ángeles González Sinde, ministra de Cultura; luego dicen en el PP que los del cine son unos paniaguados de los socialistas...

Vídeo del día: 'Beber y bailar', CIUDAD JARDÍN