miércoles, 30 de abril de 2008

La hora de los mamporros



Como cantaban Def Con Dos, es la hora de los mamporros. Hablemos del Barça, y de los sopapos -metafóricos- a repartir. En fin, igual ayer no merecimos perder, pero ganar, lo que se dice ganar... Parece que hayamos vuelto a los tiempos de Kluivert, De la Peña y Rivaldo, en los que arrasamos en la modalidad 'fútbol sin porterías'.


Anyway, que ya no hay clavo al que agararrse y es la hora de hacer limpieza. Rijkaard va fuera, eso parece seguro; yo largaría ipso facto a Laporta y Txiki, pero eso será más complicado. Mañana jueves, el 'Sport' y el 'Mundo Deportivo' ya llevarán en portada a Benzema, De Rossi o el que sea. Ya saben, la cortina de humo. Para ayudar a hacer sitio, he aquí mi personal lista de bajas.


JORQUERA: No es competencia para Valdés y ha jugado cinco partidos en toda su carrera.


PINTO: Pobre chaval. Como no se va a quedar, ni opino.


ZAMBROTTA: Lo tiene hecho con el Milan, dicen. Pues se va después de habernos regalado contra el Man U su mejor partido -la ida- y su error más trágico -la vuelta-. Arrivederci.


OLEGUER: Dio el nivel un año, y de eso hace cuatro. Hala, al Nàstic.


THURAM: No sé si reír o llorar. Todo un ex futbolista que se lo ha llevado calentito. Largo.


MÁRQUEZ: Lesionado o no, lleva dos años tocándosela a dos manos. Pasó su mejor momento y tiene la cabeza en demasiadas cosas. En el Calderón gusta mucho, a ver si pican como con Motta.


EDMILSON: Seguramente tiene las maletas hechas hace ya tiempo. Es una lástima que este hombre no haya rendido más, porque tenía aptitudes.


XAVI: No, no me he vuelto loco. No se puede ser centrocampista y no poner la pierna. En un equipo como el de hace tres años, era capital. Pero el nuevo Barça precisará más músculo y, ojo, más presencia de ánimo.


DECO: ¿Alguien sabe qué lesión ha tenido exactamente todo este año? Milagrosamente, se ha recuperado para las semis, donde ha acaparado el balón en exceso para lucirse. Total, para nada. Tendría que haber dado un puñetazo sobre la mesa tiempo ha y no lo hizo.


EZQUERRO: Sin comentarios.


HENRY: La decepción del año, y mira que le tenía fe. Hala, al Newcastle, a ver si muerden el anzuelo.


RONALDINHO: Ya está todo dicho de él, ¿no?


Tema + vídeo del día: 'Lola', THE KINKS


lunes, 28 de abril de 2008

Doblete



La actividad se me amontona en estos días primaverales, y la pretemporada del 'homo festivalensis' -un mes para el PS- supone en ocasiones tener que hacer doblete. Hablo de música, malpensados, y de la jornada vespertina del viernes pasado, con doble bolo incluido.


Con X. de escudero, este bloguero se plantó en la sala Castelló antes de las 20.00 para asistir a la actuación de Russian Red, nombre de guerra de una jovencita que lleva por nombre Lourdes Hernández. La chica ha sido bendecida por los dioses con una voz preciosa y un talento para escribir canciones que dejan clara la diferencia entre sensibilidad y sensiblería. Su primer álbum, 'I love your glasses', acaba de editarse y ya es el nuevo hype del gafapastismo militante.


Joanna Newson -más- o Cat Power-menos- podrían ser una referencia para situar a la muchacha. Y lata de sardinas serviría para definir la sala Castelló, donde un público algo infantiloide optó por sentarse en el suelo ya que habían quitado para la ocasión las sillas. Servidor, que previsoramente se había apalancado una columna para reposar la espalda, acabó semiaplastado entre la columna y una elefanta de 100 kilos que le tocó delante.


En fin, cosas del directo. Además, el día en que nos curamos en salud y colamos cerveza en el recinto reparamos en los nuevos carteles que prohíben introducir bebidas en la sala. Así que soplar medio recostado y expuesto a que te vean y te echen mientras disfrutas de un concierto lánguido y pastoril tiene su miga.


Recapitulando, notable muy alto para la chica y sobre todo para su acompañante a la guitarra, un chavalín con gran dominio del trémolo y los pedales. Sí, amigos, tocar las seis cuerdas hoy en día se parece bastante a pilotar un Boeing.


Mientras se preparaba la proyección de un videoclip, Sobrevalorado y acompañante tomaron las de Villadiego y salieron raudos hacia el Apolo previo paso por la salchichería aledaña. Engullido el bocadillo, entramos en la sala y constatamos: a) que estaba al 90% de su capacidad y b) que éramos dos de las cinco personas más mayores del local.


No crean que ni a X. ni a mí nos preocupa el tema. Nuestro espíritu -y aspecto- rabiosamente juvenil están fuera de duda. Lo curioso era comprobar que los granadinos Lori Meyers han doblado su poder de convocatoria en Barcelona desde su anterior gira. Y su nuevo y masivo público, alrededor de los 20 años, es el que encumbra mediáticamente a un artista. De hecho, el clip de 'Luces de neón' puede verse estos días en las TVs musicales con facilidad.


Al lío. Sale la banda y aquello empieza a atronar como si en vez de una banda de pop guitarrero de resonancias clásicas fuesen los nuevos Motörhead. ¿Exagero? Sólo un poco. Desde luego, tres guitarras en escena y ¡¡¡dos baterías!!! tienen escasa justificación en este género. Como no podía ser de otra manera, el grupo patinó envuelto en su propia barahúnda.


Asimismo, 'Cronolánea', su tercer disco, no mejora el legado de los dos anteriores. Sólo la citada 'Luces de neón' y 'Alta fidelidad' elevan el nivel de un álbum bastante previsible. Y precisamente la segunda, el tema más rockero de su discografía, fue despojada para su interpretación de una guitarra eléctrica y reducida en su fiereza original.


Tampoco fue un mal bolo. Saben tocar y se han profesionalizado bastante, pero ahora suenan más estandarizados, más como... cualquier otra cosa. La diferencia resultó obvia cuando desempolvaron sus temas más clásicos, más sixties, más Brincos. La muchacahada, no obstante, lo aplaudió y lo jaleó todo, así que pueden poner en cuarentena estas opiniones. Como decía aquel disco de Elvis, "50 millones de fans no pueden estar equivocados".


Tema + vídeo del día: 'Cigarettes', RUSSIAN RED



jueves, 24 de abril de 2008

Cada vez mejores



Sigo con tareas atrasadas. El sábado pasado, los Niños Mutantes volvieron a la Ciudad Condal para presentar a sus fieles su último álbum, 'Todo es el momento', y a la sala Apolo que fuimos a ver y escuchar. Ejercieron de teloneros Jugoplastika, sobre los que no me pronuncio porque llegué justito justito.



Hace casi un año, la noche de las elecciones municipales, los granadinos tocaron en La 2 de Apolo ante apenas 70 afortunados que flipamos en colores. En esta ocasión, seríamos algo más del doble, pero en la sala grande, con lo que se estaba más ancho que en el comedor de casa. Como así da gusto, el gran concierto que ofrecieron se me antojó enorme.



A ratos melódicos con ese pop que recuerda a los Brincos que tanto gusta en Granada, y a ratos cabalgando sobre guitarras desbocadas, los NM ofrecen un sonido compacto, personal y directo. En ocasiones me acordé de La Habitación Roja, que persiguen la misma fórmula desde hace años, pero no dan con la tecla. Los valencianos tienen mucha mayor repercusión. claro, pero nadie ha dicho que el mundo sea un lugar justo. Luego me extiendo sobre LHR.



Entre las nuevas canciones mutantes, a retener 'Formentera' -con ese aire mediterráneo tan de Sr. Chinarro- y 'Te favorece tanto esta callada', que sería un single redondo en un país con una radio musical decente. Alternaron los estrenos con canciones antiguas e incluyeron dos rescates de su disco de versiones: 'Como yo te amo' de Raphael y 'Electricistas' de Fangoria. Resumiendo: son cada vez mejores y se están haciendo muy grandes.


Curiosamente, no había puesto de merchandising. Habría invertido gustoso en la discografía de estos muchachos, pero tendré que recurrir a internet, porque en las tiendas convencionales no suelo ver sus discos. Investigaré.


Colofón. Tras el sobresaliente bolo, escapada a L'Hospitalet para ver ¡una vez más! a LHR. Creo que me despido de ellos igual que ya he hecho de algunas otras bandas. Suenan mal en directo, siempre, y eso lastra un repertorio apañado pero en absoluto extraordinario.


Tema + vídeo del día: 'Como yo te amo', NIÑOS MUTANTES


miércoles, 23 de abril de 2008

Cine con cerveza



Tampoco llevo una vida tan interesante, pero últimamente me faltan horas para este blog. Voy a compensarles por orden cronológico y paso a comentarles mi experiencia cinematográfica de hace seis días: 'Shine a light', el concierto de los Rolling Stones en un teatro neoyorquino filmado por Martin Scorsese.


Alguna vez habré escrito por aquí que para servidor, la experiencia sensorial de un concierto es indisoluble de tener una cerveza agarrada. Bien, para el caso que nos ocupa, los cines Renoir Floridablanca no son precisamente el CBGB, pero había que ir con provisiones por si acaso, así que me llevé dos latas bien frías de las que di buena cuenta a lo largo de la proyección. A todo esto, ignoro si venden cerveza en los cines, pero si la hay, imagino que barata no será.


Normalmente no me fijo en el resto de asistentes, pero mis compañeros de sala, unos 60, rozaban el medio siglo de edad en su mayoría. Seguidores de los Stones, imagino, aunque nadie lo diría por las pintas. Unas cuantas parejas treintañeras, unos pocos solitarios y un freak que vio la peli con gafas de sol completaban la alineación.


Bien, la peli. Lo digo aquí y ahora. Quien esto escribe la habría dirigido por la mitad de lo que cobra Scorsese y habría quedado casi igual. Vale, un poco peor. Amigos, hay que decirlo ya, el gafudo neoyorquino lleva viviendo de rentas 20 años y encima nos ha ofrecido cada horror -'Gangs of NY', Kundun', 'El aviador'- que serían para lapidar a cualquiera.


En el caso que nos ocupa, Scorsese filma a la banda y punto. No hay trasfondo, como en 'The last waltz' -cuando recogió el último concierto de The Band- y ni siquiera la filmación del show resulta especialmente imaginativa, a años luz de, por ejemplo, 'Stop making sense', la sensacional visión de Talking Heads a cargo de Jonathan Demme.


'Shine a light' es sencilla: Un concierto de los Stones visto muy de cerca con el 'making of' incorporado -los primeros 15 minutos- y añejos rescates de entrevistas con escasas novedades para los fieles. Eso sí, hubiera encajado como un guante el mítico ridículo de Pilar Trenas con Jagger en TVE en 1987, que luego reprodujo Gurruchaga.


En los prolegómenos, resulta curioso el besamanos al que se ven obligados los Stones con la familia Clinton al completo incluida la madre de Hillary. Y desluce bastante el público pijo -parecen extras de 'Sexo en Nueva York'- que conforma la audiencia, con especial mención a las primeras filas, ocupadas por clones de Paris Hilton que no han escuchado en su vida la mayor parte del repertorio.


Pero, gracias a los dioses, a lso 20 minutos arranca el show: La banda suena engrasada y bluesy, más de club que de estadio, a lo que el repertorio también ayuda. Extractos de 'Some girls' y 'Exile on main street' más las cinco obligatorias -'Jumpin..', 'Start me up', Sympathy...', 'Brown sugar' y 'Satisfaction'- conforman el armazón del show, adornado con tres invitados. Jack White (White Stripes) mantiene el tipo en 'Loving cup', Buddy Guy calienta el cotarro con 'Champagne and reefer' (Muddy Waters) y Christina Aguilera berrea sin ton ni son en 'Live with me'.


¿Vale la pena ir al cine a verla? Hombre, en EEUU la dan en cines Imax, así que supongo que debe ser alucinante. Aquí, en un cine normal, pues... A ver, a poco que a uno le guste el rock es harto disfrutable, pero, por ejemplo, esperaba un sonido más alto en la sala, más de concierto, para meterme más en el meollo, y no fue así. Bueno, qué demonios, vayan, que son los Stones y les hará falta el dinero para pintar alguna mansión. Y a mí me encantan.


Tráiler del día: 'Shine a light' (MARTIN SCORSESE)


jueves, 17 de abril de 2008

¿Qué tal homosexual?



Día de despedidas ayer miércoles. Mi cuate O. y yo mismo dijimos adiós para siempre a unos amigos que nos venían acompañando desde que tenemos uso de razón. En fin, que fuimos a Bikini a presenciar el último concierto de Siniestro Total de nuestras vidas, salvo error u omisión.


Nuestro ánimo no era el más indicado para una gran ocasión. Vamos, que nos lo olíamos. Encima, entramos en el local, cuya sala principal estaba atestada. Para hacer caja, los de Bikini abrieron la de al lado, separada por una barra y con visibilidad regular. Eso sí, en la pantalla de vídeo de ver el fútbol se ofrecía la actuación de ST filmada con una sola cámara.


Ante la abundancia de un público propio del Viña Rock, acceder a la barra para consumir se antojaba complicado. Pero la veteranía es un grado y lo conseguimos. Así pudimos constatar que una cerveza asquerosa en vaso de plástico cuesta 4,5 euros, todo un lujo.


Anyway, salió la banda con Julián Hernández y Javier Soto al mando, acompañados de bajo, batería y teclista-saxofonista y arrancóse con 'Cuenca minera'. A partir de ahí alternaron temas de sus últimos y muy prescindibles discos con viejos himnos como 'Vamos muy bien' -la de Obús- o 'Ay Dolores' con un sonido rhythm and blues muy negroide pero escasamente inspirado.


A la falta de punch hubo que sumar las peroratas de Julián, que tanta gracia nos hacían hace 20 años. Nosotros nos habremos hecho mayores y mása cínicos, pero él ha perdido ese 'algo' hilarante de hace un tiempo. En éstas íbamos apurando el tiempo hasta que en la recta final cayeron algunas viejas joyas tocadas con garbo.


'Cuánta puta y yo qué viejo', 'Sobre ti' -ésta no fue al final, vale- , 'Diga qué le debo' o 'Quiénes somos...' fueron nuestra única razón no ya de ser sino de estar. Y un 'Ayatollah' acelerado porque a las 11 tenían que despejar el escenario nos empujó a la calle.


En fin, 25 años de amistad que no dan para más. ST ha presentado un nuevo álbum en directo que recopila su trayectoria y ayer nos preguntábamos si era necesario y, sobre todo, si tiene sentido que sigan. Ellos seguramente piensan que sí y en ello están, pero nosotros nos apeamos aquí. Hala, suerte, chavales.


Tema + vídeo del día: 'Miña terra galega', SINIESTRO TOTAL



miércoles, 16 de abril de 2008

Tras el sueño, la experiencia



Este blog rindió debida cuenta no hace mucho de 'Nocilla Dream', de Agustín Fernández Mallo, el primer volumen de una trilogía denominada 'proyecto Nocilla' por el propio autor. Y ahora toca hacer lo propio con la segunda entrega, 'Nocilla Experience', a la que el año que viene seguirá 'Nocilla Lab'.


No me voy a extender demasiado porque, la verdad sea dicha, no se me ocurre qué decir. Básicamente, es más de lo mismo, así que, si a uno le gustó el 'dream', no creo que le vaya a disgustar la 'experience'. En este caso, Fernández Mallo intercala entre su caleidoscopio de historias frases sueltas del Libro del Samurái -extraídas de 'Ghost dog', la peli de Jarmush- y citas -Beck, Björk, Thom Yorke- del libro de entrevistas 'El pop después del fin del pop', escrito por Pablo Gil y editado por la revista Rockdelux hace unos años.


Vidas cruzadas, arte y ciencia, matemática y poesía, lógica y absurdo... podría aburrirles un rato más con conceptos contrapuestos, pero 'Nocilla Experience' juega con estas dualidades con mucha más pericia que quien esto escribe. Así que si no les sedujo el sueño -que no es mi caso- , mejor prescindan de la experiencia.


Si por el contrario gustan de Fernández Mallo y su obra, pueden visitar su blog, donde, entre otras muchas cosas, los francotiradores de la red pueden hallar pistas novedosas e interesantes.



Tema + vídeo del día: 'It's Oh so quiet', BJÖRK



lunes, 14 de abril de 2008

El móvil del crimen



Como reza la introducción a la encuesta, el vivo debate suscitado por las excusas ha dado pie a una segunda entrega centrada en el móvil como protagonista. El pretexto vencedor ha sido, como era previsible, el más recurrente -'me quedé sin batería'- entre los propuestos. A mí no me ha pasado nunca, y ya es raro, porque tengo un móvil antediluviano, y es de las cosas que realmente pasan sobre todo si gastas una carraca de chisme como yo.


Más. Empate en la segunda plaza entre 'lo puse en silencio y me olvidé de quitarlo' y 'estaba en un pueblo que no tiene cobertura'. La primera opción me fue apuntada por un hombre de negocios que emplea este recurso a menudo; no sé si en el buen sentido o para dar largas, la verdad. La segunda, puedo afirmar orgulloso, me la soltaron una vez.


Digamos que me la tragué a medias, porque vino acompañada de la opción que sólo ha cosechado un voto, el mío. Sí, amigos, estas orejitas escucharon a modo de excusa 'es que me dejé el móvil en casa de X'. Y sí, ese alguien aún conserva las piernas, ya no soy el que era.


La opción restante -'me quedé sin saldo'-, circunscrita lógicamente a los aparatos de tarjeta, registra mayor puntuación de la que uno adivinaba. En fin, a la vista está que siempre harán falta excusas y que no se puede desdeñar ninguna. Y no dejen de anotar sus propuestas de encuesta en los comentarios, que servidor ya hará lo que le pase por las narices.


Tema + vídeo del día: 'Hanging on the telephone', BLONDIE


miércoles, 9 de abril de 2008

Glamour cero



Mucho había oído hablar de 'The wire' en los últimos años, así que ahora, por fin, he conseguido acceder a la primera temporada. En descarga digital, sí, -gracias, O.- pese a que por fin un canal español se ha decidido a emitirla. Se trata de TNT, pero el horario de las 22.00 los domingos es un insulto a la intelgencia del varón soltero heterosexual (y futbolero), que a esas horas anda enganchado a Canal +. Una vez emitidos varios episodios, sí que los empezaron a repetir durante la semana, pero servidor ya se había perdido.

Al loro, que diría Laporta, con esta serie. Su factura estética hace pensar en otra más de polis contra el imperio de la droga rodada con pocos medios. Pues no. Bueno, lo de los medios no lo podría asegurar, pero el fuerte de 'The wire' (El pinchazo, La escucha) son los guiones y el concepto. Lo segundo versa sobre un realismo poco visto en el cine y la TV made in USA: entre el blanco y el negro hay una extensa paleta de grises que incluye a traficantes de medio pelo, policías, jueces, magnates del narcotráfico, abogados, etc.

Y los guiones son dinamita. Los protagonistas son cualquier cosa menos modelos de conducta y de vocabulario, y lo políticamente correcto brilla por su ausencia: sí, el tema racial tiene tela. Desgraciadamente, los capítulos que voy viendo carecen de subtitulado así que la veo doblada. No es lo mismo, pero no hay disparates que clamen al cielo.

Al toque de verité contribuye sobremanera el que esté rodada y ambientada en Baltimore. Es decir, glamour cero. John Waters situaba allí sus películas porque, además de ser del lugar, opinaba que era el culo del mundo. Y ciertamente, lo que se ve deprime. No tanto los barrios chungos, que los hay en todas partes, sino lo cutres que son los barrios digamos normales. Y a la gente, buenos y malos, les pasan cosas creíbles, no como en esas series y films tipo 'qué listos somos'. No, amigos, la vida es un asco y aquí se huele.

'The wire' consta de cinco temporadas y 60 episodios en total. Acabó de emitirse en EEUU hace dos meses y, cómo no, es un producto típicamente HBO. Para mi rabia y chinche, aún no está aquí editada en DVD, así que tendré que apañarme entre la red y TNT, que ha empezado ya la segunda temporada.

Tema + vídeo del día: 'The test', THE CHEMICAL BROTHERS & RICHARD ASHCROFT

lunes, 7 de abril de 2008

El negocio es lo primero



Hace ya unas semanas que acabé 'Sexo, mentiras y Hollywood', de Peter Biskind, un bonito tocho de casi 700 páginas que, básicamente, arremete contra dos supuestos pilares del cine independiente de los 90: la productora Miramax y el Festival de Sundance. Me daba un poco de pereza glosar en el blog tan magna obra pero, ya lo saben, un artista se debe a su público, así que ahí vamos.


Por partes. Biskind es un reputado periodista en EEUU que en 'Moteros tranquilos, toros salvajes' ya destripó los secretos de la generación -Scorsese, Spielberg, Coppola, Lucas...- que revitalizó Hollywood en los 70. Y en este volumen, que apareció en España hace año y medio, pasa revista a un fenómeno -el cine indie- que brotó en los 80 y triunfó una década después a la vez que se desnaturalizaba tomando dos de sus referentes más conspicuos.


Para entendernos, 'Sexo...' viene a ser un extenso reportaje sobre el asunto. Pero extenso... extenso. En ocasiones, resulta abrumadora la presencia de cifras, citas y alusiones, pero como en EEUU si escribes algo y no lo pruebas te puedes buscar la ruina, Biskind se cubre las espaldas con un trabajo de campo ciertamente admirable repleto de entrevistas con protagonistas directos.


Vamos, como los libros periodísticos que se escriben aquí, llenos de fuentes no identificadas "que piden el anonimato". En el caso que nos ocupa, el autor sólo emplea este tipo de voces para arrojar luz sobre cuestiones determinadas, no para armar el grueso de la obra.


A todo esto, el título original en inglés atiende por 'Down and dirty pictures', pero se ve que la estupidez a la hora de rebautizar películas ha llegado también a los libros, y algún iluminado ha pensado que jugando con 'Sexo, mentiras y cintas de vídeo' iban a vender más. En fin...


En esencia, Biskind relata el auge y caída del concepto indie aplicado al cine USA tomando como faros a Robert Redford, como cabeza visible de Sundance, y a Harvey Weinstein, capo de Miramax junto a su hermano Bob. El primero viene a quedar como una diva maricomplejines que va de concienciado por la vida y es un rancio. El segundo queda como lo que todo el mundo que le conoce ya dice: un loco, un megalómano, un mafioso, un patán... Una joya, vamos.


Curioso resulta también el retrato de Tarantino como un arribista o el de Soderbergh como un pusilánime. Y uno descubre según devora páginas que alguien tan presuntamente iconoclasta como Kevin Smith -'Clerks', 'Dogma'- no lo es tanto. Y así van cayendo mitos, con lo que al final, por si había dudas aún, queda bastante claro que Hollywood hace películas como Detroit coches. En serie y para ganar pasta; no para los anales del arte.


A modo de resumen, 'Sexo, mentiras y Hollywood' desmonta la leyenda del cine independiente como una aldea de Astérix que resiste al invasor. Pero hay que estar muy apasionado por el asunto para no leer en diagonal de vez en cuando páginas y páginas sobre contratos, porcentajes y adelantos. Éste es un libro sobre negocio, ojo.


Tema (y vídeo) del día: 'Photo booth', OLA PODRIDA

miércoles, 2 de abril de 2008

Apuntes del pelotín



Agarrado a un clavo ardiendo, el Barça salió anoche vivo de Gelsenkirchen. Un estupendo 0-1 ante el Schalke 04 nos da cierto cuartel ante la que estaba cayendo, pero mucho me temo que lo del Veltins Arena va a ser un espejismo y que será nadar para ahogarse en la orilla. No porque los teutones nos den un meneo en el partido de vuelta -que todo puede ser en esta vida, miren en Heliópolis- sino porque en semifinales aguardaría el Manchester United. Fin de la historia.


Los mancunianos van a velocidad de crucero lanzados hacia su tercera Copa de Europa, y nosotros estamos en su camino. Quién sabe, si ellos no mojan en la ida en Barcelona, quizás hay posibilidad de darles un susto, pero con el dinamismo y la velocidad que imprimen al juego, lo veo complicado. Ese Rooney, ese Cristiano Ronaldo, ese Tévez, ese Giggs... mejor no sigo.


Hombre, si Deco volviera por sus fueros, si Márquez dejara de gastar la tarjeta Iberia Plus, si Touré tuviera una espalda nueva, si Messi regresase con las pilas a tope, si Ronaldinho... nada. Ése es caso perdido. Como Rijkaard, un gran tipo seguramente, pero un entrenador archiamortizado -al que se le lleva escapando el asunto de las manos desde la temporada pasada- que tocó techo en su miedo a ejercer la autoridad el día en que alineó a Ronaldinho frente al Madrid.


Anyway, nos quedan Valdés, Milito, Puyol, Iniesta, Xavi, Bojan y el camerunés para aguantar el chiringuito. A ver qué se puede hacer. Y les dejo con un interrogante: ¿Jugará Henry en Old Trafford? Es el campo en el que más le pueden chillar del mundo, el francés no da pie con bola, que digamos, y para entonces habrá vuelto Messi, además de la querencia del míster en campo contrario de poner a Iniesta de falso delantero.


Tema (y vídeo) del día: 'Outsiders', FANFARLO



martes, 1 de abril de 2008

Love story



Ahora mismo no me veo capaz de tener una relación. Estas palabras, amigos lectores, les deben haber hecho daño a más de uno de ustedes, porque la frase ha sido la ganadora en la encuesta de este blog sobre malas excusas para no ver más a alguien. En segundo lugar se ha registrado un empate entre un clásico que incluso ha dado título a una película -De verdad que no eres tú; soy yo- y una de mis favoritas en el sentido cómico del asunto: Lo dejamos un tiempo y luego vemos qué pasa. Ja.


Otra opción -No quiero que se estropee nuesta amistad- llegó a ir provisionalmente en cabeza y me cuesta creer que haya quedado tan relegada en la clasificación final, ya que algún que otro lector comentóme que la próxima vez que escuchara la frasecita de marras correría la sangre. La última posición ha sido, lógicamente, para uno de los pretextos más difíciles de soltar convincentemente sin descomponer el gesto: Creo que me estoy enganchando demasiado a ti. Hay que saber actuar, amigos, y no sólo en el cine.


En fin, hay quien no ha querido participar porque la encuesta le ha recordado heridas más o menos abiertas. Mal hecho, porque el propósito era precisamente ayudar a cicatrizar estos sinsabores. Y qué diablos, ahora siempre podrán acordarse de esta votación y reírse -aunque sea con cierta amargura- en la cara de quien no se atreva a decirles lisa y llanamente 'no quiero que nos veamos más'. Hala, vénganse arriba que la primavera y mi alergia ya están aquí.


Tema del día: 'Lo bueno siempre acaba mal', LA GRANJA