lunes, 29 de septiembre de 2008

Sauna de estreno



Señoras y señores, el final del verano llegó y tú partirás. Servidor también partió pero ya se regresó, como dicen en México, gran país. Como esto no es el programa de Sardà ni el de Mikimoto, paso a hablarles de algo que hice antes de vacacionar: ir al teatro. Ya les avanzo que me va a costar volver. Empiezo a pensar que ese arte no es para mí.


Amablemente invitado por A., acudí a la sala Romea al estreno de 'La tortuga de Darwin', escrita por Juan Mayorga e interpretada principalmente por Carmen Machi. Sí, la de 'Aída'. Les cuento de qué va el asunto: Una vieja pelleja se planta en casa de un ilustre historiador para contarle sus memorias, dado que en realidad no es una persona sino una tortuga que Charles Darwin se llevó de las Galápagos en 1835 y que ha evolucionado durante estos años hasta tener una apariencia prácticamente humana.


Así, la señora/quelonio nos va largando a lo largo de la obra algunos de los mayores disparates cometidos por la Humanidad en el último siglo y medio y de los que ella ha sido testigo directo gracias un singular don de la oportunidad. Arranca por rebatir a Zola en el caso Dreyfus para luego rememorar los horrores de Verdún, el gueto de Varsovia o los hornos de Auschwitz, todo muy pretendidamente didáctico.


El problema estriba en el texto, que no es que sea obvio, es que el trasfondo histórico de Forrest Gump parece los Episodios Nacionales de Galdós al lado de esto. Para los alumnos de bachillerato como actividad extraacadémica vale -yo fui con el cole al cine a ver 'La misión'-, pero ¿para un público de teatro?


En lo positivo, el personaje de la tortuga Harriet resulta indisoluble de la portentosa composición de Carmen Machi. Incluso las pasajes más sonrojantes -como las reiteradas y subrayadas alusiones a la suerte de los judíos- rayan a gran altura gracias a ella. No obstante, el resto de personajes son bocetos mal dibujados. Para más inri, el actor que hace de historiador no para de gritar en toda la obra y tiene un frenillo que en un país serio teatralmente hablando -Francia, Gran Bretaña- le impediría subirse a un escenario. Aquí no. Aquí hasta Fernando Tejero es actor.


Como a Mayorga le parecía poco trascendente su lección de Grandes Males de la Historia Contemporánea, hasta el creacionismo aparece metido con calzador, hala, por boca de la mujer del profesor, que parece una cateta y resulta que primero fue becaria antes que esposa. Todo un prodigio de verosimilitud.


Y, como las desgracias nunca llegan solas, en el segundo piso del teatro sufrí un calor sahariano, del que te hace sudar a chorros y casi te derrite. Y lo que es peor, una palurda detrás de mí lo aprovechó para pasarse una hora haciendo ruido al abrir y cerrar el abanico hasta que le solté un moco subido de tono y se contuvo. La muy imbécil además llevaba un rato hablando con su amiga de esto y lo otro, lo que dice muy poco de la gente que va invitada en un estreno y que -se supone- tiene cierta sensibilidad teatral.


La mía, por cierto, se ha agotado prácticamente. Vamos, que voy en reserva. A partir de ahora, me lo voy a pensar muy mucho antes de ir al teatro. Avisados quedan.


Vídeo del día: 'Septiembre', LOS ENEMIGOS

lunes, 8 de septiembre de 2008

Galbana



El inminente inicio vacacional me ha llenado de pereza. De vagancia, no de los imitadores de Tequila. Hablando de tequila, tenía un par de asuntos sobre los que perorar, pero no dejo de pensar en extraños acentos y bebidas con gusanos, así que no me concentro. Espero que sepan perdonarme. A la vuelta les cuento. O no.


Vídeo del día: 'Un actor mexicano', LA BUENA VIDA

lunes, 1 de septiembre de 2008

Rollo adulto



Dicen los entendidos que 'El caballero oscuro' es el punto de inflexión en los cómics de superhéroes, que ahí arranca la fase adulta del género, bla bla bla... Como yo no he sido nunca muy de cómics, me limito a dejar constancia de estos comentarios. Ahora bien, sobre la adaptación cinematográfica de Christopher Nolan sí me puedo pronunciar, que para eso la vi el otro día. Peliculón, señora.


Los films de acción o de superhéroes de los últimos años me dejan bastante frío, cuando no me resultan directamente irritantes. Pongo por ejemplo 'Superman returns', que la vi ayer por la tele e incluso sacrifiqué la siesta para prestarle atención. Vaya pestiño infumable resultó ser la broma. En cambio, si ya el 'Batman begins' de Nolan de hace tres años me encandiló, la nueva entrega llega incluso a entusiasmarme.


Por partes, como le dijo Josefina a Napoleón cuando éste desenvainaba... 'El caballero oscuro' es larguita, dos horas y media aproximadamente, pero curiosamente carece de los tiempos muertos tan propios de este tipo de historias. Es más, sin llegar a decir que han metido cosas con calzador, sí afirmo que lo narrado daría para dos largometrajes. Pero qué diablos, así la cosa no decae.


No les voy a destripar el argumento, sólo les avanzaré lo que seguramente ya sepan, que Batman se enfrenta al Joker. Pero hay más, mucho más. De hecho, el fuerte de esta propuesta radica en los matices. Sobre el hombre murciélago, el bien y el mal, la responsabilidad... da para mucho el asunto.


Acción trepidante, maravillosamente rodada, sin abusar de los juguetes de ordenador que parece que no veas una peli, sino a alguien jugando a la Play. Tramas inteligentes -hay más de una-, mezcladas, superpuestas y de cierta complejidad. Cine adulto, en una palabra, para contar las andanzas de un tipo embutido en un disfraz de murciélago, lo que tiene su miga.


El reparto tiene tela: Christian Bale, Heath Ledger, Gary Oldman, Aaron Eckhart, Michael Caine, Morgan Freeman... La chica, aunque sea el mismo personaje que en 'Batman begins', cambia de rostro. Dado que a la señora de Tom Cruise le elige los papeles su esposo, se ha hecho cargo del puesto Maggie Gyllenhaal, a la que recuerdo en escenas de alto voltaje masoquista en 'Secretary'.


Había oído hablar del puntazo de Ledger como el Joker, pero lo cierto es que la composición del malogrado actor tiene tela. Menos histriónico de lo que cabría esperar, podría decirse que marca el tono de la película. En cuanto a oscars y premios, hombre, hacer de zumbado -como de disminuido- es muy agradecido para un actor, pero no debería contar para galardones.


Sobre las comparaciones con las pelis de Burton, mi opinión es que aquéllas estaban muy bien para su época, pero que hoy en día han quedado algo desfasadas. No tanto por el look ochentero, como por los avances técnicos actuales, que permiten jugar con efectos pirotécnicos inimaginables. Vamos, que ahora te cargas un edificio y parece verdad.


Vídeo del día: 'I've been loving you too long', OTIS REDDING