miércoles, 15 de julio de 2009

Cornudo y apaleado



Llámenme oportunista, ventajista o demagogo, pero me cuesta entender por qué el Estado me persigue por ir en moto sin casco (si me la pego, peor para mí) y en cambio, a los centenares de mocetones que corren los Sanfermines hay que tenerles todo tipo de lástima y empatía si, como ha ocurrido recientemente, a uno le ocurre una desgracia.

Ojo, estoy a favor de que las autoridades eviten que la gente se vaya matando alegremente y me parece muy bien que me empapelen si me da por pilotar melena al viento, pero ya va siendo hora de que alguien les diga a los pamploneses que correr apelotonado en compañía de morlacos de 600 kilos es una invitación al suicidio, y que si no hay más muertos es porque San Fermín tiene mano con Dios.

Dicho lo cual, quisiera rematar el apunte -no por demagogo menos sincero- con los castells. Que sí, que ahora a los críos les ponen casco, pero vamos a ver: ¡¡¡Que tienen seis o siete años!!! Y suben a 15 metros de altura. Me gustaría ver al padre de uno de estos querubines el día -que ojalá no llegue- en que la criatura se parta la columna al hacer llenya el asunto.

Vídeo del día: 'Superfreaky memories', LUNA

3 comentarios:

hostiamor dijo...

Lo peor en estos casos,como siempre, es lo de la tele.
Los de cuatro conectaban con la capilla ardiente de uno de los empitonados.
Como consiga alguna cadena privada los derechos de un mundial de curling nos vamos a cagar.
pd: escalofriante la foto.

ausente dijo...

Una salvajada y una estupidez enormes.

Anónimo dijo...

http://www.elperiodico.com/default.asp?idpublicacio_PK=46&idioma=CAS&idnoticia_PK=632714&idseccio_PK=1022