viernes, 19 de marzo de 2010

El fin de la inocencia



Por fin he logrado hacerme en DVD con 'Gimme shelter', el documental sobre la gira estadounidense de los Rolling Stones de 1969, que se cerró con un macroconcierto lleno de incidentes en el circuito de Altamont (California), y la muerte ante las cámaras de un chico a manos de los Hell's Angels. El asesinato de Meredith Hunter certificó el fenecer de la era hippy, el flower power y la utopía sesentera en general. Era el fin de la inocencia.

Los hermanos Maysles convencieron a los Stones de acompañarles con la cámara filmando a todas horas en el último tramo del tour, algo impensable hoy en día con una gran banda. El asunto arranca con el concierto del Madison Square Garden -'Jumpin' jack flash', 'Love in vain', 'Satisfaction'- y alterna con tomas de los legendarios estudios Muscle Shoals, en Alabama, donde se grabaron 'Wild horses' o 'Brown sugar'.

Asimismo, intercaladas a lo largo del metraje, aparecen las imágenes que tomó otro equipo durante esos días en el despacho de un abogado en San Francisco. Infinitas llamadas de teléfono en torno a las negociaciones para el concierto de fin de gira: un festival gratuito con varios grupos, la respuesta californiana a Woodstock, celebrado unos meses antes. Pero los problemas surgen desde el principio: De las afueras de San Francisco se pasa a un circuito de velocidad con una única carretera de dos carriles como acceso, la previsión de asistentes crece cada día, el caos organizativo se ve venir, la policía pone todas las trabas posibles ante la imaginable invasión de decenas de miles de personas...

El día del concierto, todo apunta al desastre. Kilómetros y más kilómetros con coches en las cunetas, más de 300.000 personas con un altísimo índice de colgados de LSD y otras sustancias, y de remate, la peregrina idea de encargar la seguridad del concierto a los Hell's Angels. Una concesión que los Stones ya habían hecho meses atrás en el Hyde Park londinense, pero claro, los moteros británicos son unas monjitas al lado de las bestias pardas que toman el control en Altamont.

Las palizas e incidentes son constantes, e incluso un componente de Jefferson Airplane queda fuera de combate a manos de los Ángeles. El concierto de los Stones sufre constantes interrupciones y el bolo transcurre en un ambiente de violencia inimaginable. Plano legendario: En un momento dado, Jagger canta, y a unos metros, un motero le mira con la mayor cara de odio y desprecio. Va a pasar algo gordo.

Y pasa: Tocan 'Under my thumb' -la leyenda siempre dijo que era durante 'Sympathy for the devil'- y un chaval negro con un traje verde que empuña un revólver es apuñalado ipso facto por los Hell's Angels. Terror, confusión y los Stones que se apiñan en su helicóptero para salir de allí cuanto antes. Luego se supo que tres personas murieron más en el concierto, dos por accidente y una por drogas.

El cierre, con Jagger viendo las imágenes en la sala de montaje, es como un espejo. El cantante tiene la misma cara de pasmo que el espectador que ve el suceso por primera vez. Si usted tampoco lo ha visto, tiene suerte, porque el documental íntegro puede verse aquí. Comprobará cómo, gracias a Dios, han cambiado los festivales.

Vídeo del día: 'Gimme shelter', THE ROLLING STONES

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Que espanto cuando le clavan el cuchillo al negro

kierkegaard dijo...

Vaya ciegos que se agarraba la gente entonces. Desde luego ahora no es lo mismo