martes, 31 de mayo de 2011

Me miro en el espejo y soy feliz




La felicidad debe de ser algo muy parecido a esto. Vi el partido en directo rodeado por 20.000 personas -lo que en principio no me va nada- pero resultó una experiencia extrañamente gozosa aunque entre los nervios y la multitud no retuve más detalles que los básicos. Pero el domingo me lo tragué entero dos veces seguidas y casi me pongo a llorar. Un weekend de lo más emocionante, no cabe duda.

- VALDÉS: Si ya es el mejor portero del mundo del mundo -ex aequo con quien ya saben-, ahora además es uno de los mejores libres. Podría jugar en el equipo que quisiera, pero nadie más podría jugar a su nivel en el Barça.

- VAN DER SAR: Un caso curioso. Mejor portero a los 40 años que a los 28. Se despidió con un partidazo, salvando tres goles cantados. En el de Messi, el que diga que canta es que no se ha puesto bajo palos en la vida. La Pulga busca el palo largo con su habitual slalom y Vidic, que cubre el corto a ojos del holandés, se aparta tras el disparo en una maniobra extraña que vence al meta.

- ALVES: Ya no es el animal incontrolable que arrasa el lado derecho de la pradera, sino que ha aprendido a espaciar sus subidas y sorprender así al rival. Lo que conlleva dejar de desnudar su espalda y que la zaga se sienta más protegida. Parecía difícil,pero este año ha mejorado como futbolista.

- FABIO: Parecía a simple vista el eslabón más débil de los mancunianos y mantuvo aceptablemente el tipo. Sostuvo un precioso duelo con Pedro, que tuvo que viajar al otro lado del área para marcar.

- MASCHERANO: Un futbolista como la copa de un pino. Los mediocampistas adaptados al puesto de central están acostumbrados a cometer faltas, tácticas y de las otras, para frenar al contrario. Pero un defensa que hace faltas es un mal defensa y El Jefecito lo pilló el primer día. Va al cruce como el mejor Puyol, y eso es mucho.

- FERDINAND: Siempre me ha parecido un jugador sobrevalorado, producto de los años de vacas gordas (futboleras, se entiende) en las Islas. Un central que la toca poco y sufre bastante a campo abierto chirría bastante en 2011. ¿Que va bien de cabeza? Huy, eso contra el Barça, para defender, sirve de mucho.

- PIQUÉ: Alto, rápido, técnico, valiente, listo, guapo, triunfador, con idiomas... El hombre más envidiado del mundo. Si compran el DVD del partido, pueden etiquetarlo como 'Curso de Jugar de Central'. Estuvo imperial.

- VIDIC: Ay, Sir Alex repudió al catalán porque se había enamorado del croata. A diferencia de la final de Roma, no le pudo la responsabilidad y jugó un buen partido, salvo una cosa rara que hizo en el gol de Messi. No conozco por qué es el actual capitán del Man U, pero sí sé que tiene cualidades para serlo por galones en poco tiempo sin que nadie se extrañe.

- ABIDAL: La recuperación de este hombre es cosa de brujería. Y, yendo más allá de su enfermedad, sería mi candidato a jugador más mejorado de la temporada -un galardón de la NBA que no sé si aún se concede- porque lo que este hombre ha crecido como jugador es asombroso. Y a una edad además en la que muchos ya están de vuelta y piensan en su último contrato.

- EVRA: Una de las grandes decepciones de la noche. Mal ubicado, destrozó la línea que marcaba Vidic y se mostró especialmente despistado en la irrupción de Pedrito que supuso el 1-0. Además, una galopada hasta la línea de fondo en los primeros minutos fue su único bagaje ofensivo.

- BUSQUETS: El que tenga tiempo y paciencia, que bucee en internet estos días para leer lo que dicen de él gente como Sacchi, Löw o Bielsa. El que no, que se maraville con el recital de colocación -otro más-, de corto y toco, que se marcó el hijo del pseudoportero. Quien, por otra parte, ¿qué demonios enseña a Valdés? ¿Lo que no hay que hacer? Ése sí era su fuerte.

- CARRICK: Un buen mediocentro de acompañamiento, aseado para los cánones ingleses incluso, pero tácticamente muy verde para leer lo que se le venía encima. Uno que no hará las maletas este verano. Imagino.

- XAVI: Cuando le veo jugar así me cabreo conmigo por sentenciarle hace un lustro y con él por no haber tenido carácter hasta que se cruzó Luis Aragonés en su vida. Si son de los de tiempo y paciencia, repasen despacio la jugada del primer gol, cuando conduce, protege, otea, espera, amaga y filtra el pase a Pedrito. Se me caen las lágrimas.

- GIGGS: Todos en pie. Ferguson le jugó una mala pasada al situarle en el centro a causa de su falta de velocidad, imaginando que la banda de Alves sería como el circuito de Montmeló. Error: el Barça vuela por el centro, triangulando y hasta en circular, y es ahí donde desarbola al rival, con la superioridad de los bajitos al grito de 'toco y me voy'. El galés ni la olió, pero verle sobre el campo fue algo grande.

- INIESTA: A este hombre le cuesta despertar en los partidos, los primeros minutos no son su fuerte, y el equipo se resiente. Pero cuando ha tomado cuatro notas de la situación, más vale ponerse a cubierto. Hace cosas al alcance de muy pocos con una facilidad insultante -por algo en Inglaterra le llaman sweet- y siempre aparece en los grandes partidos. Scholes sabe de esto, y por eso se quedó su camiseta.

- PARK: En coreano, 'el hombre que corre'. Muy honrado, pero no tocó bola. Casi le da un infarto en la segunda parte, harto del rondito culé.

- PEDRO: Una debilidad personal. Como Raúl, no es el más rápido, ni el más fuerte, ni el más técnico, pero tiene ese algo que le diferencia de los demás. Me gustaría saber a quien le enmendó la plana Pep cuando dijo que se lo quedaba, porque vaya ojo clínico, por Dios. Este chaval tiene un cuajo tremendo, porque tirarle un penalti a Van der Sar con el balón en juego y un defensor en el cogote es de cracks.

- VALENCIA: Asustaba en los días previos por su gran forma física, pero rodó el balón y no hizo más que faltas, algunas hasta groseras -no violentas, sino chapuceras- para un partido de grandes futbolistas. Le viene muy grande esa camiseta, y no sólo por la final.

- MESSI: Tengo miedo. De que se rompa y luego ya no sea el mismo, como Ronaldo; de que descubra un día los alicientes de la vida nocturna y se dedique a beber y bailar, como Ronaldinho; de que aparque la competitividad por la comodidad, como Romario. Y no me reprochen mi miedo, porque nunca había llevado en el bolsillo, como ahora, el mejor diamante del mundo.

- ROONEY: Cuando controlaba y despegaba, era como sumergirte en una jaula con tiburones blancos. Hermoso y aterrador. Él solo fue a por el partido cuando peor pintaban las cosas, nos metió el miedo en el cuerpo, metió un chicharrazo que ni te cuento, peleó todas las bolas sin dar una mala patada y jamás bajó los brazos. Un rival de esos que hacen que valores más tu triunfo. Vamos, como solía ser el Madrid.

- VILLA: Nunca se ha rendido por muy mala suerte -esos postes- que tuviera. Y en la final siguió igual. Como Dios es justo, le premió no con un gol de delantero centro ratonil sino con una majestuosa obra de arte que igual les recuerda a algunos que aquí el pollo es el 9 de la selección campeona del mundo y no un tuercebotas.

- CHICHARITO: De momento, es un buen rematador, pero no sabe buscarse las habichuelas por su cuenta. Habrá que seguir su progresión. El sábado quedó inédito a todos los efectos.

- PUYOL: Esperaba jugar en vez de Abidal y aún así le cedió el brazalete para recoger la Copa. Si tuviera un verbo fluido sería un caudillo.

- SCHOLES: En pie otra vez. El último partido de uno de los mejores volantes ofensivos que ha habido no estuvo a la altura de su leyenda, pero estos tipos son así. No rechistan. Juegan y punto. Y si pierden, se ponen la camiseta de Iniesta, costumbre que se está perdiendo en estos tiempos de mercadotecnia deportiva.

- KEITA: Testimonial en el partido, pero vital en el equipo. De los que echaremos mucho de menos el día en que no esté.

- NANI: Un chaval con impresionantes aptitudes que aún no se ha leído ni el reglamento. Con lo que podría llegar a ser.

- AFELLAY: Un jugador interesante, que en el Barça recuerda al primer Simao, pero muy mejorado. Joven, con mucho margen de aprendizaje, pero lo suficientemente baqueteado para chuparse un disparo en la primera bola que pilla en una final de Champions. Valiente.

- FERGUSON: Concedió demasiados espacios al triángulo mágico blaugrana (Xavi, Iniesta y Messi) alejando de la zona central a sus perros de presa (Park, Valencia). Trabajo imposible para sólo dos hombres, más aún si son de perfil tocador como Giggs y Carrick. ¿Estaba Fletcher lesionado?Puede ser, pero el ManU hubiera ganado un potosí con el eje del Liverpool casi reciente: Mascherano y Xabi Alonso.

GUARDIOLA: Vence y, sobre todo, convence. Un día le dirá a Pinto que se tire de un quinto piso y el otro dirá "mejor de un sexto" mientras sube las escaleras.

Vídeo del día: 'Autosuficiencia', PARÁLISIS PERMANENTE

5 comentarios:

David dijo...

Al ver el 2-6 creí que ése era el partido perfecto, luego con el 2-0 en Roma cambié, éste es el partido perfecto... pues no, el 3-1 de Wembley ES el partido perfecto. Qué gozada y qué felicidad y qué pedal en la celebración.

Messi se va a llevar merecidamente su tercer Balón de Oro pero yo se lo daría a Piqué: él solo (y claro, sus varios y variados compañeros de defensa) ha mantenido en pie la defensa culé jugando ochocientos partidos esta temporada y sin lesionarse: cómo bien dices ha dado un curso de cómo jugar de central.

Salud!
David

PD: Por cierto, el premio a jugador que más ha progresado en la NBA todavía lo dan, este año para el pívot de Minnesota Kevin Love (20,2 puntos y 15,2 rebotes por partido esta temporada). Ah, y es sobrino (o familiar cercano) de uno de los fundadores de los Beach Boys.

Anónimo dijo...

Casi se me saltan las lágrimas leyendo esta entrada y recordando la final.
Gracias
NICODEMO

Yol dijo...

Joder! He leído la entrada con musiquilla y me he emocionado también.

Anónimo dijo...

yo sí que soy feliz..

Sobrevalorado dijo...

@ David: Iba a escribir lo de Messi y el Balón de Oro pero me perdió la retórica. En cuanto ala NBA, no sé por qué, pero ese premiomesona a acosa del pasado; y lo más gracioso es que siempre pensé que Mike Love (el de los Beach Boys) era un seudónimo.

@ Nicodemo, Yol & Anónimo: Son tiempos de emociones agradables, siempre los recordaremos.