viernes, 15 de julio de 2011

Hay otros mundos



Desaparecido el Summercase y convertido el FIB en una despedida de soltero para ingleses rijosos, mi horizonte festivalero se reduce en los últimos años al Primavera Sound. No me importaría ir algún año a Vitoria al Azkena, pero no hay ningún certamen ahora mismo en suelo patrio que me seduzca aparte de lo citado. Desde luego, nunca me había llamado la atención el Cruilla, que siempre me había parecido una convención perroflauta sin criterio musical ninguno. Un prejuicio como cualquier otro que, ya lo avanzo, me he quitado de encima dado que, con la excepción del inofensivo Jack Johnson, la mayor parte del cartel no hubiera desentonado en el Primavera.

Este año me encontré entre la espada y la pared. Ya se me escaparon Madness hace dos años -mira que ir al Sónar....; ellos, no yo- así que este año no había excusa: al Cruilla. Además, el mismo día contaba con las actuaciones de dos grupos bien diferentes que me interesan, Calle 13 y Deus. Me planto en el Fórum a las 9, hora prevista de inicio de los flamencos (de Flandes, se entiende), y un cartelito avisa de que por problemas logísticos su concierto tendrá lugar a las 2.30 de la madrugada. ¡Arrea!

Triste y desamparado, procedí a invertir en bebercio y pasar el rato lo mejor posible. Por ejemplo, no entraba en mis planes ver a Retribution Gospel Choir y no estuvieron mal del todo. Por poner peros, me parece de mal gusto tocar con el torso desnudo -y hay una ordenanza que lo prohíbe, ja- y en algunos momentos el trío se puso muy setentero en la acepción más plomiza de la palabra.

Sobre Calle 13, lamentablemente, no puedo opinar mucho. Aquello sonaba a rayos y, lo peor en un grupo que rapea, las voces eran ininteligibles. Enérgicos, dinámicos, pero indescifrables. Cuando me iba, ya fuera de la pérgola que asfixiaba el sonido, sonó ese pedazo de canción que es 'No hay nadie como tú' y aún se pudo escuchar más o menos algo. Lástima.

A cambio, la placidez de Nacho Umbert en un recoleto escenario, casi vacío pero a la vez acogedor, tuvo algo de balsámica. Mi tercera vez esta temporada, por cierto, pero lo acertado de que sus actuaciones sean breves, sobre todo en los festivales, juega su favor. Delicadeza, sensibilidad y excepcionales composiciones, con el ex Paperhouse a la guitarra acompañado por bajo, chelo y batería.

'¡Hey you, don't watch that, watch this! This is the heavy heavy monster sound'. Así empieza la más reconocible canción de Madness y así arrancó el concierto. Lástima que el sonido aún no fuera el mejor y que el saxo casi ni se oyera, pero en cualquier caso, pecata minuta dado lo que vino después. Con ese arsenal de canciones que tienen la hora y media de actuación pasó en un suspiro, y sólo tres temas menores en la parte central del bolo rebajaron la excelencia.

Así, me dio tiempo a pensar en que 'Our house' -grabada de la radio, ojo- sonaba en el walkman la primera vez que lo llevé al colegio o que uno de los singles que compré en mi adolescencia fue 'Wings of a dove'. Cayeron ambas y otros hits como 'House of fun', 'Baggy trousers' o 'It must be love' en versiones 100% fieles al original, con la banda ataviada con sus trajes y gafas de sol de toda la vida, como si aún estuviéramos en los años de la Thatcher. A mi corazoncito le sobrevino algo de desazón comprobar que no interpretaran 'Yesterday's men', 'Michael Caine' o 'Tomorrow's just another day', pero no se puede tener todo.

Vídeo del día: 'The prince', MADNESS

2 comentarios:

David dijo...

Qué grandes Madness! Me acuerdo de ellos cuando salieron un par de veces actuando en la mítica serie "Els joves":

House of fun:
http://www.youtube.com/watch?v=3ympZ6TEPHk

Our house:
http://www.youtube.com/watch?v=mDt4sPkxZ2U&feature=related

También me impresionó el bigotazo de Lemmy: http://www.youtube.com/watch?v=YOAz4nPNvLI&feature=related

Salud
D.

Sobrevalorado dijo...

Y los Damned, y los Dexy's Midnight Runners... qué grande era 'Els joves'.