Estoy viendo un 'Sherlock' a diario y a veces casi me pongo a aplaudir. Qué gran acierto de cásting el tipo este de la cara de gremlin que atiende por Benedict Cumberbatch -hasta el nombre es estupendo y cien por cien sherlockiano- y qué bien hallado el tono actual para que no eche atrás a los fans del Holmes literario. Pensaba que 'House' era la mejor aproximación moderna posible al personaje, pero, como acostumbro, me equivocaba. La miniserie de la BBC galesa ha logrado la traslación perfecta de un personaje genuinamente victoriano a estos tiempos de móviles y GPS sin perder un ápice de la magia original, lo que, en estos tiempos de remakes y secuelas sin sentido, es digno de encomio.
Inciso: Ya que mi querido X. me planteó el otro día por qué House era el nuevo Holmes, me explico: Un tipo brillante, con una inteligencia insultantemente superior a la media, misántropo hasta extremos despreciables, un auténtico sociópata al que no le interesan las personas sino los retos, los desafíos; con una habilidad especial para la música y la química, algo común entre mentes fuera de lo común; que libera tensiones por medio de una adicción y que, cosas de la vida, vive en el 221 B. ¿De quién estoy hablando?
Volviendo a la versión de la BBC, quizás el mayor acierto sea guardar la mayor fidelidad posible a los textos de Conan Doyle. Así, los seis episodios emitidos hasta ahora -dos tandas, llamarlo temporada me parece excesivo, de tres- corresponden a otras tantas historias del padre de la criatura: 'Estudio en escarlata', 'Los bailarines', 'Los planos del Bruce-Partington', 'Escándalo en Bohemia', 'El perro de Baskerville' y 'El problema final'. En todos ellos, lógicamente, se han modificado persoajes y situaciones para adaptarlos a nuestar época, pero desde un prisma global, todo está en su sitio. Y, aunque la fidelidad sea un valor a tener en cuenta, ejem, lo mejor de ella es que funciona.
Lo curiosa de esta producción es que se rodó un episodio piloto que nunca fue emitido. Según se filtró en el Reino Unido, las tramas posteriores son mucho más complejas que lo esbozado en este capítulo nonato. Bien mirado, el genio al que se le ocurrió un remake garbancero de 'Cheers' también podría haber aparcado el asunto hasta reconsiderarlo, como hicieron Stephen Moffat -un grande de la TV británica- y Mark Gatiss.
Aunque siempre sea recomendable optar por la V.O., en este caso la diferencia entre los matices del delicioso inglés sherlockiano y el doblaje cobra especial relevancia cuando entra en juego el malo de la función, el malvado James Moriarty. Encarnado brllantemente por Andrew Scott, su pinta y su manera de hablar resultan a cual más inquietante. Ya verán. Y olvídense de las patochadas de Robert Downey y Jude Law.
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3 comentarios:
Excelente serie. Calidad made in BBC. El protagonista ha nacido para el papel, desde luego.
Además de House, apunta otro personaje con un sorprendente parecido, el Sheldon de The big bang theory. Menos lo del 221 , creo que el párrafo entero es aplicable a Sheldon.
Pues, bien pensado, tengo que darle la razón. A modo de resumen, me viene a la memoria una frase recurrente de Sheldon ("Es como hablarle a un chimpancé") que me imagino perfectamente en labios del detective o del doctor.
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