miércoles, 21 de enero de 2009

La abstinencia es peligrosa



Hoy el tema parece obvio, y no voy a escapar a su influjo, pero voy a centrarme en lo pasado más que en lo venidero. No sé si me siguen, pero voy a divagar un rato a cuenta de 'W.', la película de Oliver Stone que el otro día programó sorprendemente La 2. La sorpresa estriba en que el film se estrenó en octubre en EEUU y aquí no ha llegado a las salas. Y no creo que llegue ya, la verdad.


Rodar un biopic de George Walker Bush presenta un problema, dadas las especifidades del personaje en cuestión. ¿La haces en serio o la haces en coña? ¿Y cómo la haces en serio sin que parezca que la haces en coña? Al loro -que diría Laporta-, que la cosa es complicada. Y encima, tienes los referentes. No, no me refiero a los humoristas españoles tipo Cuatro que aún hacen chistes sobre Bush y su falta de luces -eso sí que es falta de algo, de talento- sino a las imitaciones que han hecho de él en la tele norteamericana durante estos años.


En fin, la peli resulta harto interesante cuando aborda como un tarambana de familia rica ve un día la luz y se acerca a la visión del cristianismo renacido que tanto predicamento tiene en la América más palurda. Las relaciones familiares, especialmente entre el patriarca - vicepresidente con Reagan y posteriormente presidente- George Bush sr., que trata a su vástago como un zangolotino, también resultan dignas de interés, aauqnue no siempre se vean creíbles.


No obstante, lo que hunde en buena manera todo lo bueno apuntado con anterioridad es el retrato de las reuniones del núcleo duro de la administración Bush. La asesora de Seguridad Nacional y luego secretaria de Estado, Condoleezza Rice, no pasa de florero; el vicepresidente Dick Cheney (gran Richard Dreyfuss) se comporta como el malo de un cuento de Andersen; el asesor Karl Rove, el cerebro en la sombra durante toda la carrera política de George W. parece un débil mental; y, lo peor, el primer secretario de Estado, Colin Powell, se comporta como un calzonazos de la política, atemorizado por los demás como si aún estuvieran en la escuela. Aparte de que, siendo el militar vivo más condecorado del país, olvide la disciplina y rechiste al presidente como un niño malcriado.


Por supuesto, en dos o tres momentos, no faltan las oliverstonadas. Sí, esos planos lisérgicos en los que el protagonista pone cara alucinada, el cielo pasa a cámara rápda y algún elemento onírico o chamánico -el sol, una paloma, una serpiente- atormenta al sujeto en cuestión. No lo duden, está en todas las obras de Stone.


En fin, curioso documento, válido especialmente para los interesados en la política norteamericana. Los activistas antiguerra y los que profesan sentimientos viscerales hacia el simple que ha llegado más lejos en la historia política de la Humanidad, casi mejor que no.

Vídeo del día: 'Rent', PET SHOP BOYS

2 comentarios:

Amanda dijo...

La verdá que la peli me la suda pero...

bieeeeeeeen!

Ya está usted recuperado!

Anónimo dijo...

Estará usted recuperado, como señala Amanda, pero.... ¿dónde anda,que nos tiene muy abandonados????