A priori, el grupo estadounidense prometía intensidad eléctrica, emociones alt country, armonías californianas... vamos, un Wilco meets Beach Boys, por poner un ejemplo, que podría mirar de tú a tú a The National. Pero lo que ofrecieron -y que prácticamente embelesó a toda la concurrencia- fue un un pop-rock de colegio mayor pijo, más próximo a Spoon o Death Cab for Cutie que los ejemplos antes expuestos. Vamos, el año que el Primavera Sound monte un escenario Erasmus, Band of Horses tienen que actuar en él sí o sí.
Los Love of Lesbian de las praderas mostraron asimismo una querencia efectista muy del gusto de su público -hay que ver cuánto yanqui veinteañero pulula por Barcelona- con unas proyecciones tras los músicos algo pretenciosas que subrayaban los crescendos y la épica de cartón piedra que brotaba de una banda, por otra parte, solvente y entonada. Lástima que anden tan desorientados para mi gusto.
En su favor, he de apuntar que el quinteto se dejó la piel (pobre argumento, lo sé), sonó rozando la excelencia -ay, qué diferencia con los grupos de aquí- y construyó un repertorio equilibrado con profusión de medios tiempos coreables que hicieron las delicias de sus incondicionales. No obstante, mi conclusión final de la velada hizo honor al título de este blog. Un grupo correcto, pero sobrevalorado.
Vídeo del día: 'The funeral', BAND OF HORSES
1 comentario:
uy, Love of lesbian de las praderas, la que te has ganado
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