lunes, 14 de marzo de 2011

A tumba abierta




La memoria juega malas pasadas. Rememoraba el otro día cuántos años hacía de la anterior vez que había visto actuar a Faemino y Cansado -diecisiete, toma ya- y recordé súbitamente que vi un segundo bolo dos meses después del primero. Vamos, que salvo esporádicas apariciones televisivas, -y dado que las entradas para verles duran menos que nada en las taquillas- hacía tiempo que no sabía nada del célebre dúo madrileño.

Por ello, que me invitasen al Borràs a ver el dúo me colmó de felicidad. Lástima de un amago gripal que me dejó algo tocado y no me dejó al 100% de mi capacidad espectadora. Con todo, me reí lo que no está escrito y se me pasó volando la hora y media de show, el sexto -'Son dos', se llama- que suben a un escenario en 23 años, aunque ellos suelen decir que se limitan a dar una vuelta de tuerca a lo mismo.

¿Qué es lo mismo? Pues contemplar el absurdo desde una perspectiva lógica. O al revés. O anunciar un intermedio y quedarse ellos en el escenario a sus cosas. O anunciar un número y empezar con una introducción cuya duración triplica la del número propiamente dicho.

Analogías ya se han hecho muchas y no se me ocurre ninguna más original ni más acertada que la de Groucho y Harpo encarnados en Javier Cansado y Carlos Faemino, o la más clásica del payaso augusto y el clown. Pero el mérito de este dúo es cómo agarran un texto y se lanzan a tumba abierta por la pendiente de una jam session humorística libérrima. Se quiebran, se fintan y se ríen, porque se hacen gracia. Y a mí. Mucha.

Video del día: 'ÜBerlin', REM

2 comentarios:

Anónimo dijo...

uaaaalllllla, qué envidia, que ni los he visto ni le he invitado...

Amanda

Anónimo dijo...

Son inmortales, qué gracia tienen los jodidos