viernes, 13 de marzo de 2009

Quiero ser feliz



Para poner a prueba mi total recuperación, anoche me desplacé a Razzmatazz para atender a la actuación de un grupo viejuno que me hacía cierta gracia en su época, pero vamos, la justa y necesaria. Me refiero a The Sisters of Mercy, epítome de los aires siniestros, coros wagnerianos y guitarras machaconas, que ofrecieron un bolo penoso, de los que te hacen pensar 'Con lo bien que estaría ahora en casa...'

En fin, que suerte de la acreditación y que vaya fauna más curiosa se dio cita en la sala en cuestión. Como apunte de sociología barata, les diré que los siniestros parecen haberse extinguido o puede quehayan evolucionado hacia una suerte de dark technoheads a medio camino entre las secuelas de 'El cuervo' y las discotecas valencianas de carretera. Vamos, que mucho hortera suelto, y, as usual, nadie con menos de 30 años entre el respetable.

Vamos al concierto en sí. Cuando los vi en el 92 me chocó que no llevaran batería sino una caja de ritmos. Ahora, un sujeto con su correspondiente ordenador no sólo se encarga de los sonidos percutivos sino de casi todo lo demás: bajo, teclados y buena parte de los coros suenan con darle a un botón. Eso no sería malo en sí mismo si no fuera porque los dos guitarristas que aderezan el sonido -un pseudoheavy y un psychobilly, como en Fangoria- aportan más bien poco, por no hablar del lamentable estado vcal del cantante, Andrew Eldritch, irreconocible ahora que está calvo.

Apunte curioso: Nunca había visto tanto humo artificial en un concierto. Hasta la tercera canción no me enteré de cuanta gente había en el escenario, y eso porque me acerqué mucho al ir a la barra, que si no igual aun no lo sé. Y pensaba yo en cómo la ley antitabaco había pasado a la historia en los conciertos -es lo que tiene ir solo a estos sitios, que bebes mucho y piensas chorradas- cuando vi a un tipo de la sala indicando a los fumadores que apagaran sus pitillos o bien subieran a la zona de fumadores.

El concierto hubiera sido más soportable si el repertorio hubiera estado más compensado y no hubiesen reservado sus mejores bazas -'This corrosion', 'Vision thing', 'Temple of love'- para el final. Por cierto, que mi favorita, 'More', se quedó en el tintero. O eso creo, porque en varias ocasiones costaba mucho discernir qué cancion estaban tocando dada la escasa garganta que le queda a Aldritch.

Tras el varapalo que he escrito, pensarán ustedes - o no- que la visión de este blog sobre casi todo es de la escuela vangaalista. No se crean, servidor quiere ser feliz, lo desea, sueña con hablarles de mundos felices y cosas maravillosas, pero esto es lo que hay. La vida es una mierda y al final te mueres.


Vídeo del día: 'This corrosion', THE SISTERS OF MERCY

4 comentarios:

Amanda dijo...

Eeeso, don Sobrevalorado... la vida es una mierda ( a veces ves espejismos)y al final te mueres.

Digan lo que digan los demás.

hostiamor dijo...

Pues a mí el final me suena más a House que a Van Gaal.
¡Anímese hombre, que vamos a por la triple corona!
Al menos no pagó por entrar en el bolo. Imagine cómo estará el seguidor del Almería que ayer pagase 270 euros.

Sobrevalorado dijo...

No, si fui porque quise. Y porque llevaba tiempo sin salir. Pero claro, a 3,50 euros el vasito de cerveza, pues... Y los que no fumamos hemos de tener algo en la mano, ergo un vaso.

Oscar Sánchez dijo...

Véngase arriba, Sobrevalorado, que a pesar de que el concierto de las hermanas de la caridad fuera una mierda, en realidad la vida no lo es tanto... Aunque, en eso sí que le doy toda la razón, al final sí te mueres, pero eso tampoco me parece tan grave...