miércoles, 22 de abril de 2009

Datos, datos y más datos




Me está costando horrores acabar 'Gomorra', la radiografía de Roberto Saviano sobre la Camorra napolitana. Y mira que el asunto me interesa, pero es que el tocho que se ha marcado este muchacho es de impresión. Habitualmente, los libros extensos no me asustan, pero en esta ocasión la auscultación pormenorizada del crimen organizado en la Campania, su calado social y su implicación en la economía no ya italiana sino mundial acaban por agotarme.


Supongo informado al lector sobre los problemas de Saviano con la mafia de su ciudad desde que editó el libro en 2006, así que no me voy a detener en eso. Realmente, lo que ha hecho este chaval -que es insultantemente joven- tiene bemoles. Ahora bien, con todo el mérito ciudadano y periodístico que tiene su denuncia, y lo que le ha acarreado, a él y a los suyos, el libro peca de excesivo.


Me explico. El autor tiene tantas cosas que decir y tan importantes, que no se deja nada en el tintero. 'Gomorra' es a ratos un reportaje, en ocasiones un relato, pero las más de las veces es un informe. Datos, datos y más datos. Con exactitud abrumadora, Saviando desmonta los hilos del poder en la sombra que rige los destinos de esa parte de Italia y cuyos tentáculos se extienden por casi todo el mundo. Lo malo es que cuesta seguirle. Nombres, clanes, familias, apodos... aparecen y desaparecen de la narración para volver a irrumpir cuando uno ya no recuerda nada sobre el personaje en cuestión.


En ocasiones puntuales, Saviano se gusta y sí quiere hacer literatura. Como cuando describe la ocasión en que se coló en una mansión abandonada de un antiguo boss y meó en la bañera para reflejar su odio al Sistema, ése que ha convertido Nápoles y su comarca en la tierra de la desesperanza. Real o inventada, la anécdota está explicada con cierto exceso de importancia, con subrayados, que no me acaban de llenar.


Entre lo mejor, el curso de economía moderna aplicada. No es broma, la disección del comercio occidental con China y las radiografías de sectores como el textil, la construcción o los residuos son de ovación y dos orejas. El estrangulamiento económico de cualquier actividad no vinculada a los clanes mafiosos viene a ser la causa de todos los males, cuenta Saviano, más que las episódicas explosiones de violencia. Ésta existe, todo el mundo lo sabe, y las cifras de asesinatos son estremecedoras, pero los crímenes forman parte de un plan. Un plan de negocio.

Y no, no he visto la película. Pero tengo ganas.

Vídeo del día: Ça plane pour moi, VAMPIRE WEEKEND


3 comentarios:

xyz dijo...

Muy interesante tu reseña del libro. Ahora ya no sé si empezarlo. Y cojonuda pero cojonuda de verdad la canción

el barón rampante dijo...

1. Xyz, no espere un momento. Acabo de terminar el libro (¡No se casan!). Coincido con muchos de los comentarios del bitocarista, pero a pesar de tanta información y algún que otro delirio literario, es un impresionante trabajo de periodismo de investigación y sobre todo de calle, escrito con las tripas.

2. A riesgo de sonar pedante, el título de la versión de Vampire Weekend es "Ça plane pour moi" con "e", escrita en los 70 por el rey de la vida nocturna bruselense Lou Deprijker. El pinche Lou, 20 años antes de David Byrne, introdujo a medio mundo a las maravillas musicales de Jorge Ben Jor con el aquel popurrí que empieza por "pe pe pe pe pe pé, pe pe pe, pe pe pé"....

Sobrevalorado dijo...

Oui, tiene usted razón. Es una errata de tecleo. Mi escaso francés daba para verlo si prestase más atención. Corregido queda.