Unas apreciaciones colaterales sobre la final de Copa, básicamente extrafutbolísticas, porque del partido... ¿qué se puede decir? ¿Que defendemos fatal a balónparado? Vaya novedad.
1.- La mayoria de los asistentes al partido optó por pitar el himno nacional. Pues bueno, es una opción tan legítima como cualquier otra. Eso sí, pitar el himno de España, de Cataluña, de Eslovaquia o del Polvoritense queda feo. Estás en tu derecho, pero quedas retratado como alguien que no sabe comportarse. Allá cada uno.
2.- Censurar los pitidos tal como hizo TVE resulta patético. ¿A quién quería proteger el que ordenó el desaguisado? ¿Fue realmente el ya ex jefe de Deportes Julián Reyes? Por lo pronto, el director de la cadena, Javier Pons, ha salido raudo a dar explicaciones, lo que resulta de agradecer en estos tiempos tan de escurrir el bulto.
3.- Decía en el punto 1 que pitar era una opción legítima, pero lo que resulta cómico -o patético, no lo tengo claro- es que antes de la entrada real en el palco, unos jóvenes recorrieran el sector barcelonista del graderío instando a la gente a pitar el himno. Lo próximo será que te pongan la papeleta en el sobre.
4.- Estoy hasta los mismísimos de lo maravillosa que es la afición del Athletic y lo que ha acompañado a su equipo, y el rollo 'you'll never walk alone' que se gastan. Una cosa es que tenga mérito llegar a la final con esa banda y otra cosa que si merecían esto y lo otro.
5.- En los años 90, no consigo recordar exactamente cuando, se instauró la costumbre de mantener la celebración en el Ayuntamiento respectivo se ganase o se perdiese la final de lo que fuera. Lo voy a decir ya: es una catetada que tiene cierto sentido, por ejemplo, cuando el Alavés llegó a la final de la UEFA, pero lo del Athletic... vaya logro. Se ha cepillado a Sevilla, Sporting, Osasuna y Recreativo, menuda gesta. Tanta gabarra para portarse como unos aldeanos más.
6.- Pinto me cae de cine.
Vídeo del día: Emily Kane, ART BRUT
3 comentarios:
¡Wahin selección!
Suplentes que no se quejan nunca y trabajan con tesón y constancia son un lujo.
Sacas a Sylvinho en el minuto 89 con 4-1 y muerde.
Pones al bielorruso y parece que va fumao.
Ay, el bielorruso. Está más despistado que servidor en una pista de esquí.
Vale ya de fútbol ¿no?
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