domingo, 5 de junio de 2011

Martes



De nuevo en Apolo, saltó la polémica con la actuación prevista del gran Eli Paperboy Reed, que se anunciaba con la coletilla 'playing his favourites' y no con 'and The True Loves', que es su banda habitual -magnífica- de acompañamiento. Vamos, que el mozalbete iba a desgranar al piano y la guitarra las canciones de todas las épocas que más le ponen, con acento, lógicamente, en los años 60 y el soul de sellos inmortales como Stax o Motown. Pero la masa que paga el abono de un festival quiere zapatilla, así que hubo cierta desoprobación al comprobar lo exiguo de la alineación.

Más problemas: No sé si el piano había estado bebiendo, pero el hecho es que no iba. Aclaro que me refiero a un aparato eléctrico, no a uno de cola. Así que la guarnición del menú fue siempre la misma, guitarra eléctrica tocada con una púa anillada al pulgar que se usa para tocar el banjo, el dobro y no sé qué más. ¿Aburrido? Ni por asomo. El de Massachussetts tiene arte, carisma y voz para entretener al respetable el tiempo que haga falta armado con una botella de Anís del Mono, así que nos descubrió algunas gemas semiolvidadas, echó mano de algún tema de su cosecha y nos puso la piel de gallina en más de un momento.

El handicap que sí costó superar fue la tendencia habitual de la gente al parloteo. En el cine, en los conciertos, la gente habla cada vez más, y sin modular la voz ni acercarse a la oreja del interlocutor. Esto, habitualmente, ya me cabrea y me desconcentra, pero el problema es especialmente delicado si la charleta corre a cargo de las propias amistades y estás situado frente al escenario en la posición de extremo izquierdo, rozando la línea de fondo. En fin.

Antes que Eli Paperboy Reed estuvieron sobre el escenario The Pepper Pots, combo gerundense de soul bastante reputado que, en mi opinión, resulta correcto y poco más. Las tres cantantes alternan protagonismo con relativa solvencia, pero instrumentalmente el grupo no consigue que la mecha prenda, a diferencia sin ir más lejos de otro combo local, The Confidents, orientado a los sonidos de los primeros 60s, si bien más marcados por el beat y el r'n'r. La aparición final de The Pepper Pots arropando al estadounidense no pasó de irrelevante, con una falta de actitud -imperdonable en el género- generalizada entre los que subieron.

Al término de la horita de actuación de Reed, el programa indicaba que era el turno de Garotas Suecas. No me pregunten, porque apenas vi cinco minutos antes de tomar la de Villadiego y no recuerdo bien el qué pero sí el cómo. Regular, como mucho.

6 comentarios:

Yol dijo...

Más! Más!...

friendly fire dijo...

¿la masa quiere zapatilla? ¿ein?

Sobrevalorado dijo...

Zapatilla: En música electrónica, término coloquial empleado para definir la variante menos delicada y sutil, aquella destinada al jolgorio indiscriminado sin reparar en la calidad intrínseca de lo que suena. Una metáfora, como pueden ver.

xyz dijo...

más, más... mejor no hago el chiste

Elena dijo...

Me encanta esta camiseta ;)

Sobrevalorado dijo...

Un clásico de mi armario para ocasiones especiales, como el Primavera o El Prat de Llobregat.