miércoles, 25 de junio de 2008

Altamente estimulante



Profundamente debilitado por la súbita irrupción del calor y los excesos propios de un largo y verbenero fin de semana, el martes tuve ocasión de asistir a un concierto de una banda de la que, hasta hace unas semanas, llevaba más de 20 años sin tener noticias. Pues sí, los Psychedelic Furs aún existen, aunque no presenten nada nuevo, y su directo no cambiará la vida de nadie pero resulta todavía altamente estimulante.


Unas 200 almas en la sala Bikini, con unas pintas curiosas en su mayoría. Predominio de la camiseta negra y aires de 'yo llevaba un peinado muy molón en el 85 aunque ahora se me vea la azotea'. Sobre la sala, constaté dos cosas: que un vaso reducido de cerveza fría pero regulera a 4,5 euros es una broma de mal gusto, sobre todo si te tomas cinco, y que hay qué ver cómo está una morena tras la barra.


No me distraigan... Salieron por fin los Furs con una formación calcada de la original -voz, bajo, guitarra, batería, teclado y saxo- de la que sólo permanecen tres miembros geniuinos, entre ellos el cantante Richard Butler y su hermano el bajista. El primero aguardó antes de salir mientras el grupo se desgañitaba en una intro repleta de drones y distorsión para luego presentarse y empezar a comportarse como uan genuina estrella del rock.


Lo digo en sentido positivo, ojo. Que a veces tiene su encanto el ir de persona normal y el rollo 'soy como vosotros', pero normalmente, yo quiero ver a alguien con un talento diferente bajo los focos. Para ver alguien como yo, ya salgo yo a cantar. Mmmm... ¿debería empezar una carrera musical? Bueno, luego retomo este asunto. O no.


En fin, que el viejo sonido afterpunk de los 80 -'Sister Europe', 'Imitation of Christ'- sonó atronador, con una banda engrasada y conjuntada, con un saxo jugando con ecos y reverberaciones varias que le daban un toque diferente a lo que suele ser habitual en este instrumento. Y las piezas más FM rock que les dieron fama y notoriedad, sobre todo en EEUU, las que pellizcaban más la nostalgia del personal ('Pretty in pink'), se me antojaron frescas y contundentes.


Tampoco fue un concierto de 10, porque si en lo bueno a veces recordaban al Bowie de 'Scary monsters' o a los Chameleons, en lo malo uno reconoció un par de veces un eco a, glups, Simple Minds, que echaba para atrás. Pero sólo fueron unos breves instantes los que perturbaron mi ánimo y el de O., quien, cual prueba del algodón, salió altamente satisfecho de un bolo de un grupo que prácticamente desconocía.


La próxima entrega de 'El viejuno mundo del rock', el 9 de julio, con The B-52s. No, no, edito y corrijo: me como mis palabras de hace una semanas y me planto el domingo día 6 en la Costa Brava a ver a REM.

Tema + vídeo del día: 'Heartbreak beat', THE PSYCHEDELIC FURS



4 comentarios:

Anónimo dijo...

¿y nada que decir sobre la Eurocopa??????

Oscar Sánchez dijo...

Definitivamente: su blog ha sido tomado por el spam...

Sobrevalorado dijo...

Qué poca fe tiene usted, Nicodemo

Anónimo dijo...

Entre los P. Furs, B52 y REM se te van a ver las costuras, chavalote, que te haces mayorcito