Tras unos días de digestión festivalera, vuelve su blog favorito esta vez para darles cuenta del evento creado en torno al concierto de Radiohead en Barcelona el pasado jueves. Sí, un festival, de nombre Daydream para más señas, pero que se aleja muy mucho de los hábitos del Homo Festivalensis. Los motivos son básicamente dos: Una, según mi criterio, un festival de un único día no es un festival en su acepción contemporánea; dos, un festival o concierto múltiple del que sólo te interesa un artista no es un festival strictu senso.
Como nos traían al fresco Low y el resto de bandas entre pesadas y torturadas que amenizaban la velada, mi amiguete D. y servidor llegamos al Fórum a eso de las 19.30. Y más tarde que podríamos haber ido, ya que pasamos un par de horas engullendo un bocadillo, trasegando cerveza y acechando señoritas. Por cierto, salió a tocar una banda que atiende por Bat for Lashes cuando mi menda estaba en la barra, de espaldas al escenario. Estuve un rato pensando en qué canción de Björk sonaba hasta que me caí del guindo.
A las 21.30, anocheciendo, salieron Ojopocho and friends al escenario. Empezaron con un par de temas de 'In rainbows', su último trabajo, y aquello no funcionaba. Nosotros, a 10 metros a la izquierda de la mesa de sonido, oíamos más a la pléyade de imbéciles que atestaba el lugar que al grupo. A la cuarta canción, hora de llenar el depósito cervecero. Nos acercamos a los surtidores, en la parte trasera... y aquello se oía como Dios. Alto y claro.
Curiosamente, el sonido dirigido al público provenía de -escasos- altavoces situados a cierta altura en los márgenes del escenario. Esa cierta elevación y el hecho de que se tratara de un bolo al aire libre -con el viento como invitado impredecible- provocó la curiosa situación de que los muy fans que copaban las primeras filas apenas escuchasen al grupo en condiciones. Nosotros, más anchos que en una verbena de pueblo, nos teníamos que hablar al oído para entendernos.
Curiosidades: Radiohead son un grupo concienciado. No viajan en avión durante la gira -van en bus- para no dañar el medio ambiente y en sus actuaciones no se despacha el bebercio en los habituales vasos de plástico de usar y tirar. No, amigos, pagas un euro y tienes un vaso semiopaco -con lo que cuesta ver si te han echado espuma en vez de cerveza- con un bonito logo de recuerdo por si te lo guardas. Si no, te devuelven el euro. Sí, claro, imagina la cola que se montaría con los 20.000 asistentes buscando su eurito. No creo que lo hicieran muchos.
Ah, la música. Pues 'In rainbows' prácticamente íntegro, lo cual no es malo en sí, dado que es un álbum que roza el notable en mi opinión. Además, no tengo grandes predilecciones en el repertorio de Radiohead, con lo que el que no tocaran 'Creep' no me pareció mal. Es más, dado el grado de capullez reinante entre los asistentes, mejor que no la repescaran.
Sobre 'Hail to the thief' pasaron -gracias a Dios- de puntillas y, en cambio, picotearon a fondo de 'Kid A' y 'Amnesiac', sus mejores obras a mi juicio. Y, claro está, cuando volvieron a los tiempos de 'OK Computer' -'Paranoid android', 'Airbag'- hubo muchos gritos de aprobación, al igual que con algún rescate aún anterior. ¿Lo mejor? 'Pyramid song', 'Idioteque' y 'Jigsaw falling into place'.
Por lo visto y escuchado, Ojopocho y cía. trasladan al directo con solvencia la complejidad de su sonido en estudio. Resulta curioso además que un grupo que transita sendas a priori demasiado experimentales para el gran público reúna a 20.000 personas. También llama la atención que cientos de personas a las que se la suda enormemente el asunto paguen entre 60 y 70 euros para dedicarse a hablar de sus cosas en pleno concierto. Y no, no habían venido por Low.
En fin, que estoy como estaba. Me gustan Radiohead más o menos y sigo pensando que son un grupo respetable y que van a su bola. Eso sí, al igual que ocurre con Springsteen, lo peor de ellos son sus fans.
Tema + vídeo del día: 'Idioteque', RADIOHEAD
2 comentarios:
Muy grandes Radiohead
No tanto, eh no tanto
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