Días señalaítos en el apartado deportivo. La Eurocopa está al caer y anoche empezó la final de la NBA, con ese Celtics-Lakers tan old style. Por lo pronto, ya lo sabrán, palmaron Gasol y compañía, pero me siento moderadamente optimista de cara al futuro de la serie: los bostonianos no creo que jueguen mucho mejor y los angelinos difícilmente estarán peor.
El partido se jugó la pasada madrugada a las 3 hora española. Bastante tarde para ser la costa Este (las 21.00 de allí), pero así dio tiempo a que se pudiera ver en horario no laboral en la costa Oeste (las 18.00). Resultado: No hay quien lo vea en directo aquí en la Península. Si al menos empezara a las 2, vería un cuarto y grabaría el resto, pero no hay manera.
Si uno tiene Digital + lo puede ver al mediodía siguiente, a las 13.35, mientras come. Lo malo es que echas una cabezada y te puedes perder lo mejor, así que mi menda lerenda tira de vídeo, se salta los tiempos muertos y todo eso. Ojo, que el verlo en diferido -con vídeo o no- entraña el riesgo de enterarse del resultado.
Es todo un arte evitar saber cómo ha quedado un partido. Por lo pronto, cuidado con las páginas que uno abre en internet y con los correos electrónicos. Por la mañana, al levantarse, nada de poner la radio mientras te duchas. Un CD sencillito y a correr. Y atención, mucho cuidado al encender el televisor justo antes de darle al play; el peligro acecha en forma de telediario o canal informativo 24 horas. Sí, el mundo está plagado de cabrones.
Nunca pensé que diría esto, pero echo mucho de menos a Andrés Montes. Recuerdo cuando Canal + trincó la NBA, en 1994, y el calvo de las pajaritas empezó con su repertorio de apodos y expresiones singulares. A un amigo de Alfonso Relaño -entonces jefe de deportes del Plus- le dije "vaya pesado ha fichado tu amigo". "Es un compromiso de hace años", me respondió.
Pero pasaron los años y em acostumbré al ra-ta-ta-ta-ta, al brrrrrrrrrrrrr, y, sobre todo, a los diálogos con Antoni Daimiel, un contrapunto perfecto a la verborrea de Montes. De hecho, como persona poco inventiva que habla a base de muletillas y frases prestadas, una de mis favoritas es "¡Pero Daimiel! ¿Qué broma es ésta?".
Y ahora andamos huérfanos de 'jugón' o del 'reflexivo' Fisher. No obstante, la pareja actual me parece bastante digna y, sobre todo, mucho mejor que otras que acompañana las retransmisiones a lo largo de la temporada regular. El narrador, David Carnicero -me ha costado horrores encontrar su nombre-, me parece amable y que comunica bien, y el ex jugador de Estudiantes Nicola Loncar acompaña, aunque le falte pasión. Eso sí, las pilladas son graciosas.
En cuanto al juego en sí, no se apuren, que tiempo habrá de hablar.
3 comentarios:
Yo de Andrés Montes me quedo con una perla:
(a un lanzador de tiros libres) Muñeca de madera ..... de la Gepetto's Factory con el permiso del director general Shaquille O'Neal.
Amigo Sobrevalorado, sepa que he dado un respingo al leer en su post "Por la mañana, al levantarse, nada de poner la radio mientras te duchas. Un CD sencillito y a correr".
Es que ahora se dedica a trotar por las laderas de Montjuic con un chandal estilo "Di Estéfano"?
Me imagino la escena y se me pone la piel de gallina!!!!
Cuando digo correr, quiero decir lo que quiero decir.
No sé si me explico
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