Grandes truños de 2008 (y V)

Cierro la serie truñera del año con un broche de oro, algo genérico si quieren, pero es que cualquiera se atreve a bucear en el chapucero, indolente, aburrido y antediluviano mundo de las

Series españolas de televisión

Empecemos por las cosas salvables: A mí, a bote pronto, sólo se me ocurren dos: 'Camera café' -versión de un producto francés- y 'Aída'. Igual me dejo alguna en el tintero, pero ahora no caigo. Porque, seamos sinceros, si la minería del carbón o los astilleros españoles son un absurdo en sí mismo dado que son incapaces de competir con Suráfrica o Corea respectivamente, lo de hacer series aquí habiendo productos británicos o made in USA pues... rentabilidad económica pse pse, pero artística ná de ná.

Para empezar, aquí aún se lleva uno de los conceptos más dañinos del mundo del espectáculo: 'para todos los públicos'. ¿Y quién quiere eso? ¿Quién ve la tele con la abuela y los niños adolescentes, todos juntos y felices? Eso ocurría en la época de 'Cuéntame', que al menos tiene cierto valor divulgativo y la podrían poner en los institutos, pero ahora parece harto complicado.

Véase 'Aquí no hay quien viva'. Un aliño de caspa y 'Rue 13 del Percebe' a costa de repetir tics berlanguianos desprovistos de la carga de profundidad original. Y, cómo no, el no-actor favorito de este blog, Fernando Tejero, el hombre que escapó del logopeda. Lo peor no es que la viera gente, ni que tuviera una pseudosecuela, sino que programadores y guionistas creyeron haber encontrado la piedra filosofal.

Pero la cosecha de este año ha sido inaudita. Sin ir más lejos, 'Lex' (Antena 3), una de abogados -nooooooo, otra no- con líos de sexo, poder y dinero de por medio. No era mala, era de otra galaxia, con ese Javier Cámara poniendo caras de 'soy muy maaaalo'. Luego tenemos un culebrón con coartada erótico-festiva ya desde el nombre: 'Sin tetas no hay paraíso' (Tele 5). Ya, y sin guión, ni talento ni actores mejor quedarse en casa.

Porque hay cada cosa por ahí: 'Lalola' (Antena 3) y el original argumento de encontarte de un día para otro en un cuerpo que no es el tuyo y con el sexo cambiado. Sí, vamos, lo nunca visto anteriormente. Y hay cosas nunca vistas que merecen que nadie nunca las vea. Ejemplo: 'Gominolas', la gran apuesta de Cuatro este año, que no había por donde cogerla. Sí, unos presuntos 'Parchís' veintitantos años después -premisa aceptable por una vez- cuyas andanzas resultaban aburridísimas.

Ya que hablamos de Cuatro, 'Cuestión de sexo' no estaba mal del todo, pero claro, episodios de una hora aproximadamente no hay quien los aguante, y mucho menos en comedia. Siguiendo con el catálogo de horrores de 2008, otra serie sobre putas, '700 euros' (Antena 3), cotizó alto como uno de los mayores bodrios emitidos por telvisión. Y mira que me sabe mal por el aprecio que le tengo a uno de los actores, pero lo que no puede ser, no puede ser.

En cuanto a 'La familia Mata' (Antena 3), cabe decir que más mata la mala televisión. De 'Quart' (Antena 3), que aunque provenga de una de las novelas más flojas de Pérez Reverte, el proyecto no merecía ese resultado. Lo de 'El síndrome de Ulises' (Antena 3) no sé cómo describirlo, con ese lumpen tan curiosamente irreal, mientras que 'Desaparecida' (TVE) parecía un calco de las series policiacas alemanas, con lo que está todo dicho.

Me dejo, si no muchas, sí algunas. Qué quieren que les diga, la vida es muy corta para desperdiciarla viendo según qué cosas.

Vídeo del día: 'Cape Cod kwassa kwassa', VAMPIRE WEEKEND

El olor del napalm por la mañana

El delirio ácido que envolvía el 'Apocalypse now' de Coppola -ya saben, el olor a napalm por la mañana y los bombardeos con la Cabalgata de las Valquirias a todo volumen- resultaba muy sugerente pero mitificaba (deshumanizándolo) en cierto modo lo que de horrible tiene una guerra. Si en cambio uno quiere apreciar el tedio y el absurdo que casi siempre acompaña a una acción bélica de verdad, mejor que vea 'Generation kill'.

Esta miniserie (siete entregas de hora y cinco aproximadamente) de HBO que ha emitido este otoño Canal + tras su pase estival en EEUU narra el periplo en Irak de una compañía de marines de reconocimiento desde que empieza la invasión hasta que, caída Bagdad, quedan acuartelados. El verismo está garantizado, ya que la serie nace del libro escrito por Evan Wright, un reportero de Rolling Stone que acompañó a los soldados desde que entraron en el país mesopotámico.

Y la calidad también está garantizada ya que detrás de 'Generation kill' se hallan los responsables de 'The wire', serie que este blog les recomienda encarecidamente. Lo que nos cuentan en esta ocasión es el día a día de los soldados, las horas muertas, las esperas, la tediosa rutina, vamos, como los maderos de 'The wire' en Baltimore. Al igual que ellos, su trabajo tiene muy poco de heroico, mucho de inútil y su eficacia se ve lastrada a menudo por la ineludible burocracia.

¿Hay acción? Sí, claro, pero esto no es la primera media hora del soldado Ryan. En las guerras de hoy en día se dispara -si se llega a dar el caso- a 300 metros. Las más de las veces se informa a la artillería o la aviación de unas coordenadas y asunto resuelto. Mientras, las preocupaciones son escoger el mejor lugar para aliviarse o conseguir pilas para las gafas de visión nocturna.

Aquí no hay lugar para el mensaje patriótico y las soflamas. Sí hay personajes imbuidos de las creencias tipo George Bush, pero también marines que piensan que aquello es un desastre, una pérdida de tiempo y vidas, y cuestionan las órdenes. Hay soldados bienintencionados y cretinos de gatillo fácil, y la atmósfera machista lógica en un ambiente con tanta testosterona acumulada.

Imagino que saldrá a la venta en DVD en breve, pero si son ustedes impacientes -y agarrados-, internet ofrece múltiples posibilidades. Y hasta aquí puedo leer, que la SGAE tiene espías por todas partes.

Vídeo del día: 'Shout to the top', THE STYLE COUNCIL

Cosecha desigual

Esto de los festivales de invierno no se ha hecho para el homo festivalensis. Ir al Apolo es una sana costumbre y no cuesta mucho, pero ir hasta el Fórum para recluírse en el Auditori a escuchar propuestas arriesgadas -en algunos casos, demenciales- sentado en una butaca pues... no acaba de ser lo mío. A continuación, un somero repaso al Primavera Club. Bueno, a lo que fui, que tampoco es tanto.

El certamen arrancaba el miércoles, pero 12twelve no me gustan, así que nada. El jueves, en cambio, cita obligatoria en Apolo para ver a The Wave Pictures y, sobre todo, a Hefner. Bien, los primeros son un trío de jovenzuelos que hacen un pop de guitarras enérgico y energético. Vamos, lo que deberían hacer en directo La Habitación Roja. (Nota mental: Creo que esto ya lo escribí el otro día). Acabado su turno, Darren Hayman y Jack Hayter, el núcleo central de Hefner -la mejor de las pequeñas bandas de Inglaterra, rezaba una camiseta de hace 10 años- tomaron el escenario para interpretar un puñado de joyas, las que se pueden encontrar en los cuatro álbumes editados entre 1998 y 2001.

El tramo final, con el refuerzo de los Wave Pictures, fue apoteósico, con himnos como, precisamente, 'Hymn for the cigarettes'. En fin, yo es que soy fan, pero la sala -casi al completo- estaba la mar de entregada. Uno de los bolos del año.

El viernes tocaba visitar el Auditori para escuchar al gran Howie Gelb y al insólito dúo que conforman Isobel Campbell (ex Belle and Sebastian) y Mark Lanegan (ex Screaming Trees). El cansancio semanal y el palo que me daba cruzar Barcelona en hora punta me hicieron desistir. Por el contrario, sí pasé ya de noche por Apolo para constatar que los Deerhof son unos pesados pseudoruidosos de tomo y lomo, que los Thermals son Green Day con coartada alternativa y que Las Vulpes parecen Led Zeppelin al lado de Mika Miko, más que una banda, una broma.

El sábado sí pisé el auditori, pero tampoco temprano porque pa qué. Vamos, que la oferta era demasiado marciana para mi gusto petitbourgeois. En cambio, el que La Buena Vida interpretaran íntegro 'Soidemersol', su álbum de 1997, provocó la huída de muchos asistentes y el que una panda de imbéciles a mi espalda no se callara durante el concierto. Demasiado naíf para los amantes del ruido, imagino, y casi para mí, porque los donostirras se pasean en ocasiones por la fina línea que separa sensibilidad y sensiblería.

En el caso que nos ocupa, sonaron acertados, y las cuerdas y vientos añadidos sumaron matices al sonido. Eso sí, la voz es mate total. Mención especial para los juegos de luces, especialmente las varilites del mismo escenario, que casi me dejan ciego. Luego le tocaba a Eli Paperboy Reed, pero la llamada de la selva -léase Barça-Madrid- resultó más poderosa. Y, tras mojarme como un salmonete a causa de la lluvia, renuncié al fin de fiesta en Apolo, con Boss Hog. Otra vez será.

Vídeo del día: 'The greedy ugly people', HEFNER

Nos tocará el Chelsea

Un año más, les presento el habitual desglose personalizado del Barça-Madrid. Si ustedes piensan que no sé de fútbol, sepan que he ganado la porra de un bar. Sí, no es como entrenar al Milan, pero algo es algo. Dicho lo cual, nos va todo taaaaaaaan bien que asusta. O que aburre, incluso. Supongo que, para compensar, nos tocará el Chelsea en la Champions.

V. VALDÉS: El que le discuta, que no hable conmigo de fútbol.

CASILLAS: Su talento se tomó un mes de vacaciones, y el Madrid se hundió. El sábado volvió a lo suyo y casi no ganamos.

ALVES: Correcto. Se va acoplando al juego del Barça. Fue listo al no derribar a Drenthe cuando éste se plantó solo ante Valdés.

SALGADO: Le tocó la lotería al emparejarse con Henry. Cuatro faltas de entrada y, hala, a encerrarse atrás. Vale, perdió un sprint.

MÁRQUEZ: Más veloz de lo que acostumbra. Higuaín le presionó en la salida del balón y apenas pudo dar un buen pase.

METZELDER: Le benefició jugar tan arropadito. Correcto y poco más.

PUYOL: Omnipresente. Los blancos le dejaron que subiera el balón. Portentoso, histórico salto en el primer tanto, comiéndose a Ramos, que le había hecho lo mismo hace dos años, en el 3-3.

CANNAVARO: Encerrado en su área, sus carencias pasan desapercibidas. Rápido y concentrado.

ABIDAL: Agotado el periodo de gracia -y mira que le tenía fe-, creo que ha fracasado en el Barça. Ofrece poco, muy poco. Y un juvenil casi se lo come.

SERGIO RAMOS: Si pegar ya le sale y encima le dan consignas, pues... pobre Messi. Cumplió en el lateral zurdo, pero claro, no subió ni una vez. Y lo peor para él fue el salto con Puyol.

TOURÉ: Solvente. Le dejaron tener mucho el balón y, aunque no sea George Best, la toca.

GAGO: Partidazo. Había que defender y se aplicó secando a Xavi y ayudando a sus compañeros.

XAVI: Tapado permanentemente. No llegó a sentirse cómodo en toda la noche.

GUTI: Marcador individual de Gudjohnsen, lo nunca visto. Eso lo hizo regular y encima no hizo lo que sabe. Una rémora.

GUDJOHNSEN: Torpón, conduciendo en exceso el balón. Eso sí, podrá contar a sus nietos que el jugador con más clase del club más laureado de la historia le persiguió una noche por todo el césped.

HENRY: El ex jugador se sintió satisfecho con que Salgado le hiciera unas faltitas al principio. Luego, salvo una carrerita con buen disparo al palo corto, a sestear. Podría tirar él los penaltis; es el mejor en eso.

DRENTHE: Ja, ja, ja... Aparte del mano a mano, es que lo que no puede ser, no puede ser. En el Depor o el Mallorca chuparía banquillo ad eternum. El nuevo Karembeu.

ETO'O: Partido bueno, a secas. Con el Madrid colgado del larguero, el 9 rival poco puede hacer. En cuanto al penalty, todos pueden fallar, pero nunca me ha gustado como lanzador.

RAÚL: De media punta pierde gol, que es lo suyo. Pero dio buenos pases y corrió como un jabato.

MESSI: Cosido a patadas, casi decide en la primera parte. El pánico que provoca en la defensa contraria certifica que es el mejor del mundo. Gran toque de sutileza en su chicharro.

HIGUAÍN: Missing. Presionó a Márquez. Y ya está.

SERGIO BUSQUETS: Oxigenó la zona ancha, forzó un penalty y devolvió alguna patada que otra. Es como Motta, pero mejor y con la cabeza -parece- en su sitio.

PALANCA: La mejor noticia para el Madrid, de largo. Vertical y atrevido.

PEP GUARDIOLA: Lógico y fiel a sí mismo. No se volvió loco al ver que el gol no llegaba, cosa que hacía Rijkaard en ocasiones.

JUANDE RAMOS: Lectura A: Con lo que tenía, hizo lo que pudo; el Madrid recuperó el orden y la fortaleza defensiva; si Drenthe llega a marcar, el partido hubiese sido otro. Lectura B: Planteamiento ruin y catenaccista para acabar perdiendo igualmente; las patadas a Messi no fueron casuales, había consigna; si mi abuela tuviese ruedas, sería una bicicleta.

Vídeo del día: 'Where The Wild Roses Grow', NICK CAVE & KYLIE MINOGUE

Este arroz sabe pasado

Dos eventos bien distintos me dejaron la semana pasada la misma sensación: la de un plato recalentado que no sabe como sabía antes, la de un arroz al que se le ha pasado el punto de cocción. Primero fue un grupo relativamente nuevo, el Grupo de Expertos Solynieve, también conocidos como la Cultural Solynieve, y que realmente han trascendido por ser el grupo paralelo de J, el cantante de Los Planetas.


Los Solynieve juegan a pergeñar un sonido a medio camino entre, por una parte, los aires mediterráneos y sureños que envuelven cosas tan dispares como muchos discos de Serrat o la última etapa de Sr. Chinarro, y por otra, el country rock de aires setenteros de Gram Parsons. Música luminosa marcada por la calidez de la guitarra acústica con coros y estribillos inequívocamente andaluces.


Bien, lo visto y oído el sábado 29 en Apolo guardó ciertas (grandes) distancias con lo arriba descrito. Cierta sensación cansina, de dejà vu, de apelmazamiento y de falta, si no de intensidad, sí de emotividad. De hecho, en más de un momento me pareció estar ante una franquicia de Los Planetas dando vida a un repertorio de caras b que no era malo en sí mismo pero que era más propio de unos imitadores de los intérpretes de 'David y Claudia'.


A quien yo quería ver de verdad aquella noche era a Triángulo de Amor Bizarro, pero un bar en el que te sirves directamente la cerveza del barril es mi perdición. Sí, llegué tarde.

Paso a continuación a resumirles otro bolo al que tuve el privilegio de asistir la semana pasada. Miqui Puig presentaba su tercer álbum en solitario, 'Impar', también en Apolo. Sí, hay veces que pienso en dormir allí y todo. Anyway, un pinchazo de público un jueves y con más de la mitad de la gente entrando por la patilla no auguraban un gran éxito. Supongo que hubo personas que lo encontrarían fantástico, pero servidor se aburrió sobremanera.


El rollo que lleva el amigo Puig empieza a cansarme después de casi 20 años de haber seguido sus pasos musicales. Los Sencillos fueron bastante buenos, con sus altibajos, y 'Casualidades', su primer disco a su nombre, contiene alguna joya pop de muchos quilates. No obstante, el personaje al que da vida sobre el escenario, esas letras recurrentes sobre bufandas, cafés, morenas de pelo corto, ese halo de nostalgia permanente que impregna los textos, y el batiburrillo mal digerido de (muchas) influencias musicales me fatigan.


En cierto sentido, me recuerda a Loquillo, otro caso en que el personaje -impostado o real- prevalece sobre el artista. En cuanto al concierto, banda solvente, pero el sonido que persigue el señor Puig -ahora soul, ahora ruido de guitarras, ahora dream pop, ahora sonidos sintéticos- me resulta un mazacote de difícil digestión. La guinda, el pijihop del vocalista de Facto Delafé y las Flores Azules, que amenizó -es un decir- uno de los nuevos temas.


Había dicho que no volvía a ver a Miqui Puig en un escenario. Entre que no tengo palabra y que entré sin pagar, me comí mis palabras. Pero una y no más, Santo Tomás.


Vídeo del día: 'La Reina de Inglaterra', GRUPO DE EXPERTOS SOLYNIEVE

Lotería de Navidad

Bien, ya le han dado el Balón de Oro a Cristiano Ronaldo. Sobre si era justo o no, se puede discutir largo y tendido. De hecho, este bloguero considera que Messi es mejor y más decisivo, ya que es capaz de ganar partidos él solo -como hacían en su momento Ronaldo o Ronaldinho-, pero que el portugués ha adornado su currículum en 2008 con Premier y Champions League. En la primera sí brilló, y fue incluso máximo goleador, pero en la competición europea, a pesar de marcar en la final, no se le recuerdan exhibiciones.

Lo que mola es los de los puestos tercero al quinto: Torres, Casillas y Xavi. Quizás el orden podría ser otro, pero da buena idea de que la Eurocopa lo logró un equipo jugando como tal. Además, Villa va en séptima posición y Marcos Senna en la undécima. Lo de Iniesta ya sabemos que clama al cielo, pero es una cuestión más que amortizada. Eso sí, que Kaká -premiado hace un año- o Ibrahimovic estén por encima de Gerrard -ojo, hablamos siempre de 2008- pues no lo acabo de ver. ¿Y Cannavaro, Balón de Oro de 2006? Ay, que me da la risa.

Lo de, ya más atrás, Rooney o Adebayor por encima del Kun Agüero tampoco hay quien lo entienda. Que salga Van der Sar debe de ser un chiste franco-holandés, o que Van Nistelrooy sea superado por Buffon, Ballack o Drogba. Y, además de Iniesta (ojo a la profecía), hay ausencias -en los puestos, al menos, intermedios- que claman al cielo, como las del ruso Pavilychenko o el alemán Schweinsteiger.



Pero en fin, el juguete es de 'France Football', así que ya se apañarán. Lo que resulta patético es la campaña de algunos medios españoles -el más ridículo, el de un programa de la tele local de Barcelona- a favor de determinado jugador. Hombre, que es un galardón de otro medio y se lo da a a quien quiere. Como si 'El Mundo' fuese a nombrar Pacifista del Año a José María Aznar y un mes antes en 'El País' se reclamase cada día que no. ¿No es su premio? Que se lo den a quien quieran, otra cosa es tomárselo en serio.



Vídeo del día: 'Otherside', RED HOT CHILI PEPPERS

Grupo salvaje

Si ustedes no vieron en su momento 'Nadie hablará de nosotras cuando hayamos muerto' (1995), sepan que hicieron mal. Una de las mejores películas -españolas o no- que ha visto quien esto escribe. Ahora que han anotado este must en sus agendas, añadan un segundo: la reciente película de Agustín Díaz Yanes que recoge, mantiene y eleva el espíritu de la antes citada sin ser una secuela ni nada parecido.

'Sólo quiero caminar' conserva únicamente de 'Nadie...' la presencia de un personaje, el que interpreta Victoria Abril. Trece años después, esa mujer cuenta con un hijo y con unas amigas delincuentes con las que se dedica a robos tipo butrón. Les contaría más sobre el argumento, pero creo que el asunto pierde gracia si me excedo ahora con las palabras.

Las localizaciones, del Campo de Gibraltar al DF mexicano, importan. La violencia que salpica el metraje resultaría -especialmente en el tramo chilango- menos verosímil de haberse mantenido la historia en España, como en un principio estaba previsto. Claro que ésta es la impresión de un gachupín; igual a un mexicano le parece tan disparatado como lo sería para mí el que la acción transcurriera en, por ejemplo, Barcelona.

Hay violencia, ya lo he dicho. Hay cine negro contempráneo, lo digo ahora. Y hay actores y actrices, paso a comentarlo a continuación: el mejor del lote, con diferencia, Diego Luna. Impresionante, soberbio, y mira que parece poca cosa para hacer de reservoir dog. Su cuate, el desconocido en España José María Yazpik, también lo borda, aunque lo extrovertido de su personaje le acerca en ocasiones al exceso gestual.

En cuanto a las cuatro actrices principales, Elena Anaya... pienso y no paro. Por su parte, Ariadna Gil vuelve al registro frío de tía dura de 'Antártida'; a mí me convence, pero me temo que no a todo el mundo. A Pilar López de Ayala casi no la he seguido, en sus papeles largos, vull dir, y me ha sorprendido agradablemente. Y Victoria Abril estaría soberbia -bueno, de hecho, lo está- pero un lunar extraactoral empaña su actuación.

Me refiero a la cirugía plástica. La señora Abril era un cañón de joven y seguramente sería ahora una madura estupenda de no ser por la carnicería que algún matarife con bisturí ha perpetrado en su cara. La han dejado con una rigidez inexpresiva en los belfos que tira para atrás, pero lo peor es que un rostro retocado puede resultar creíble para componer un personaje de marquesona o de putón verbenero, pero resulta difícil de creer en una delincuente.

Más puntazos a cargo de 'Tarantano' -a Días Yanes le llaman Tano-, en este caso, musicales. En una secuencia típica del cine de atracos en la que los miembros de la banda se afanan en preparar el golpe suena el 'Gimme shelter' de los Stones en versión de Patti Smith. Claro que sí. Que la rumba suburbial y el flamenquito están muy bien para el cine español de manguis pero hay que ver mundo, señora. Y suena el gran paco de Lucía, por cierto.

Como este mundo no es perfecto, hay flecos del guión que casan de aquella manera, pero, al igual que con Tarantino, valga la comparación, aquí las reglas de verosimilitud son las de un universo propio. Un mundo de malos -aquí no hay buenos- cansados, con su propia ética de perdedores a lo John Ford, y el aire crepuscular -pese a su juventud- de 'Grupo salvaje'. Por cierto, la cinta de Peckinpah es casi un personaje más.

Y lo dejo aquí, porque me estoy calentando. Sí, como dijo Josefina...

Vídeo del día: 'Les bourgeois', JACQUES BREL