martes, 26 de mayo de 2009
Tierra, mar y aire
lunes, 25 de mayo de 2009
Tropecé de nuevo con la misma piedra
jueves, 21 de mayo de 2009
Preferiría no hacerlo
Unas 180.000 personas acudirán al Camp Nou dentro de algo más de un mes a ver a U2 en directo. A mí que no me esperen, ya aviso. Hace muchos años que dejaron de interesarme los cuatro irlandeses, con los que he pasado etapas de fidelidad -de 'Boy' a 'The unforgettable fire'-, hartazgo -'The Joshua tree' y 'Rattle and hum'-, reenamoramiento -'Achtung baby' y 'Zooropa'- y definitiva ruptura -de 'Pop' en adelante-.
Dudaba si escribir o no un post sobre el nuevo álbum, 'No line on the horizon', que escuché entero hace un par de meses y me desagradó profundamente. De hecho, prefería no hacerlo, como Bartleby, el escribiente de Melville. Pero una anécdota reciente, relacionada con regalos de cumpleaños, me ha llevado a reescuchar con detenimiento el disco y a querer argumentar mi opinión al respecto lo más lejos posible de los prejuicios. He aquí el resultado:
- 'No line on the horizon': Un amago de canción a medio acabar que debió quedarse en una maqueta hasta saber hacia donde querían tirar. Como la tonada no arranca ni a la de tres, unas guitarras sampleadas de 'Achtung baby' tratan de insuflarle vida. En el cierre juegan a ser Radiohead.
- 'Magnificent': La mejor del lote, lo que tampoco es decir mucho en este caso. Un inicio propio de los Depeche Mode más despistados -que se podrían haber ahorrado- conduce a un tempo trotón que rompe en un clímax típicamente U2. Se copian, una vez más, a sí mismos, pero esta vez con cierta gracia.
- 'Moment of surrender': El habitual medio tiempo confesional que quiere llegar al corazón del oyente por la vía de la afectación. Sustentada sobre un tejido sonoro nada desdeñable, el estribillo bañado en gospel es de vergüenza ajena, al igual que esos coros pensados para el estadio. Con un buen arreglista y un cantante sin ínfulas, sería algo muy pero que muy diferente. Dura 7' 24".
- 'Unknown caller': The Edge juguetea con su guitarra y Bono trata de darle forma de canción. Por momentos parece que quiera ser 'Until the end of the world', pero la ampulosidad del sonido acaba por cortoircuitar cualquier atisbo de emoción. El guitarrista debería haber aprendido ya, a su edad, que menos es más.
- 'I'll go crazy if I don't go crazy tonight': Premio al título más estúpido del año. Alguien tendrá que convencerme que no es un descarte de 'Rattle and hum'. Hueca y predecible, ya que se autoplagian podrían haber elegido 'Even better than the real thing', por ejemplo, como modelo.
- 'Get on your boots': Una lamentable exhibición de músculo rockero que no debería haberse editado ni en una cara B de single. Lo peor, la sucesión de breaks patilludos que tratan de reanimar el pulso inerte de un rock de garaje de serie Z.
- 'Stand up comedy': No, no es una versión de los peores Red Hot Chili Peppers; es un mejunje funkrockero indigesto clavado al Lenny Kravitz más plomizo. Al menos, es breve.
- 'Fez-being born': Intro innecesaria, épica grandilocuente desde el primer momento, guitarras centelleantes, teclados al mando, el recuerdo de 'The unforgettable fire' en la memoria..., esperas, quieres que todo esto llegue a alguna parte, pero sólo acabas maldiciendo al tipo que grita '¡Ooohhhhh...! a la más mínima ocasión. Lástima.
- 'White as snow': Un himno adventista originalmente, al que los irlandeses han dado la vuelta como un calcetín para entregar un tema lento ajustado y sin excesos. En el debe, la letra sobre la agonía de un soldado en Afganistán hace que la canción sea más disfrutable cuanto menos inglés sepas.
-'Breathe': Por fin, U2 sonando a U2 sin caer en la autoparodia. A guitarrazo limpio, un regreso a las esencias, a 'War', a 1983. Sin ser nada del otro jueves, la pieza más agradecida del álbum.
-'Cedars of Lebanon': Empeñado en imprimir una pátina de trascedencia a todo lo que hace, el cuarteto cierra su duodécimo disco de estudio con la enésima referencia bíblica de su carrera, dando voz a un corresponsal de guerra sobre los conflictos de Oriente. Musicalmente, ambiente recogido e instrumentación contenida.
En resumen, una obra deslavazada, que empezó en manos de un productor (Rick Rubin) famoso por revitalizar carreras (Johnny Cash, Neil Diamond) eliminando lo superfluo y ha acabado en manos de Brian Eno, viejo compinche del grupo, que ha ido añadiendo capas de instrumentación a las canciones más prescindibles.
Un álbum de Elvis se llamaba '50 millones de fans no pueden estar equivocados'. Con Elvis, desde luego que no; en otros casos, me da que sí.
martes, 19 de mayo de 2009
Perdido en mi habitación
viernes, 15 de mayo de 2009
Himnosis
Vídeo del día: Emily Kane, ART BRUT
lunes, 11 de mayo de 2009
¡Presidente, presidente!
'You're welcome America. A final night with George W. Bush' es el espectáculo que el cómico Will Ferrell montó hace unos meses en Broadway a modo de despedida y balance de los ocho años en la Casa Blanca del peor presidente de la historia. El último show, que tuvo lugar el 15 de marzo, fue retransmitido en directo por HBO y desde el viernes puede verse en Canal +. Quien esto escribe se quedó esa noche en casa y constató que Ferrell es un comediante a la altura de los más grandes que ha habido.
Reírse cuando uno está solo es la prueba del algodón. No de que estés majara -que puede que también- sino de que lo estás viendo es realmente gracioso. En mi caso, en la recta final, tras superar una fase de semibostezos, acabé a carcajada limpia. Aclarar que soy fan de Ferrell, de Bush (como personaje cómico) y, sobre todo, de la parodia que durante años hizo el actor en 'Saturday Night Live'. El bueno, el de allí, no el desastre este que dan en Cuatro.
Les recomiendo encarecidamente que lo vean, porque es de mear y no echar gota. Sin ánimo de reventarles los chistes, les avanzo sólo algunas perlas: el cachondeo a cuenta del sonido de la 'z' en castellano que arranca con su amigo Zapatero, pasa por Vicky Cristina Barcelona, arrambla con Penélope Cruz...; la formación de la coalición que invadió Irak, con un contingente de monos enviado por Marruecos; y, sobre todo, el juego con el público en la recta final, cuando presume de su talento para poner apodos a la gente y empieza a preguntar nombre y ocupación a los espectadores para bautizarlos con un mote.
El espectáculo se estuvo representando en el Cort Theatre a precios astronómicos, entre 100 y 230 dólares aproximadamente la butaca. Más barato sale verlo por la tele, desde luego, aunque sea de pago. Por cierto, los enlaces que les he puesto del show están sin subtitular. Lo siento, es lo que hay en youtube aunque, por supuesto, Canal + lo emite en V.O. subtitulada. Otra cosa sería un crimen.
Vídeo del día: 'Going up the country', KITTY, DAISY & LEWIS
viernes, 8 de mayo de 2009
Menú indigesto
El menú de hoy -pelis vistas recientemente en pantalla de pago- resultará algo indigesto a los paladares más exquisitos. Films patrios y foráneos vienen a coincidir en que el mejor cine que se puede ver en televisión es éste.
- 'Los girasoles ciegos': Ni dos buenos actores como Javier Cámara y Maribel Verdú levantan este insoportable folletín garbancero, más visto que el TBO. Raúl Arévalo está risible como cura rijoso, pero es más culpa de ese guión maniqueo que suya. Luego se extrañan de que la gente esté harta de la Guerra Civil. No, es de pelis como ésta.
- 'Stardust': Premio al reparto más desaprovechado desde 'Esfera'. Ian McKellen, Rupert Everett, Michelle Pfeiffer, Ricky Gervais y hasta Robert de Niro desfilan en una nueva muestra de lo despistado que anda el género fantástico para niños en Hollywood. Según el director, quiso hacer "'La princesa prometida' con un toque de 'Huida a medianoche'". Para salir huyendo, sí, pero ahora mismo.
- 'American gangster': No me creo que la haya dirigido Ridley Scott, porque hace 20 años que el hombre no da pie con bola y ésta le ha salido bastente correcta. Académica, incluso. Rememorar los 70 está de moda, y la banda sonora siempre acompaña en esta historia tan del subgénero rise and fall (auge y caída) de mafiosos y traficantes. Muy ajustados Denzel Wahington, Russell Crowe y Josh Brolin.
- 'La guerra de Charlie Wilson': Desde el punto de vista USA, una película liberal. Visto desde aquí, las buenas intenciones no generan siempre buenas películas. Moraleja: como EEUU abandonó Afaganistán a su suerte después de que los afganos expulsaran a los soviéticos, los talibanes encontaron vía expedita para convertir el país en lo que ahora es: un desastre. El tono entre irónico y desmochado de la cinta les hará mucha gracia a Tom Hanks, Philip Seymour Hoffman y Julia Roberts, pero la historia se resiente.
- 'Ladrones': La cuestión de la redención por amor del ladrón no debería volver a ser tratada en el cine después de 'Pickpocket', de Bresson, pero siempre hay un tipo que piensa que las pelis que ve no las ve nadie más, con lo que su (pretendidamente) nueva mirada sobre el mismo asunto causará sensación. Pues nada, aquí tienen a Juanjo Ballesta haciendo de sí mismo y a María Valverde confirmando que es monísima. Y poco más. La vacuidad hacha celuloide.
Vídeo del día: 'Cinnamon girl', NEIL YOUNG
jueves, 7 de mayo de 2009
Toma, toma y toma
Tengo por costumbre no escribir de fútbol dos posts seguidos, pero qué diablos. Lo de anoche se merece unas cuantas reflexiones.
1.- Y el Señor dijo a los que no creían en Valdés "arrepentíos, porque no tenéis ni puta idea de fútbol". En fin, un día más en la oficina para el de L'Hospitalet.
2.- Jugó Touré Yaya de central y cumplió. Sin alharacas, pero se mostró contundente con Drogba. Sigo pensando que en partidos así es mejor no hacer inventos raros, pero... salió bien. El marfileño repetirá puesto, intuyo, en la final.
3.- Desde la lesión, Abidal no anda fino. Con su expulsión, Sylvinho tiene plaza asegurada en Roma. En la otra banda, Alves jugó su peor partido como azulgrana y enloqueció. No se fue a la calle de milagro. El único centro bueno que dio acabó en gol, por cierto.
4.- A Busquets le pudo la presión en pasajes concretos del choque. En cambio, Piqué parecía un veterano a lo Fernando Hierro.
5.- Iniesta se ha consagrado a ojos del mundo, por fin. Vaya chicharro. Y vaya tunda se llevó cortesía de los blues.
6.- A Eto'o no se le vio y Messi tuvo escasa fortuna, bien sujetado por una defensa de ayudas. Eso sí, los medios ingleses creen que es un bluff que no merece limpiarle las botas a CR7.
7.- En la previa del Plus, Alkorta y Cañizares coinciden en que el Chelsea pierde con la entrada de Essien en el once titular en detrimento de Obi Mikel. Pichi Alonso los mira con curiosidad y suelta: "A mí dadme a Essien y ya os podéis quedar con Obi Mikel". Grande, Pichi.
8.- Más de tele. En el postpartido de TV3 reunieron a Manel Fuentes (no es broma) y Antoni Bassas (el corresponsal en USA más absentista que conozco). Pero lo de mear y no echar gota fue el domingo, con el Xavi Torres y sus amigos. En vez de hablar de fútbol y arte, de espectáculo, el cuerpo les pedía, atención, protestar porque el árbitro no dio descuento con 2-6 en el marcador, y escuchar las narraciones de los goles en la SER y la COPE. Como eran para toda España, los gritos de "goool" eran similares, pero nuestro hatajo de patriotas decidió que no, que aquellas voces -en castellano, of course- expresaban la frustración mesetaria ante el resultado.
9.- Gol aparte, vaya bicho el tal Essien. Me pareció estar viendo al Desailly del 94 en el mismo partido del año pasado en Old Trafford. Por cierto, el Chelsea salió con ocho negros, Lampard, Ballack y Cech.
10.- Odio profundamente a Michael Ballack. El mejor centrocampista del mundo en 2002 se ha convertido en un leñero protestón, malcarado, que sólo sirve para ir de cabeza. Que se joda, como en la Eurocopa.
Vídeo del día: 'If I ever feel better', PHOENIX