viernes, 19 de octubre de 2007

Nada que declarar



Amigos, hoy he decidido que no voy a contarles nada. Más que nada, porque no se me ocurre nada que contarles. Así que me voy a dar una vuelta por el Raval y las Ramblas a ver si me empapo de vida para así aprehender algo que luego pueda compartir con ustedes.


Deberes para el fin de semana:


- Final del Mundial de Rugby: Suráfrica - Inglaterra. Sábado a las 21.00 en Canal +. Se impone emplear el vídeo.


- RDL Music Weekend. Eef Barzelay + Kurt Wagner + The Wedding Present. Sábado a partir de las 20.00 en la Sala Apolo.


- 'El País' cambia. Domingo en cualquier quiosco.


Tema del día: 'Kung fu', ASH


3 comentarios:

Anónimo dijo...

Curioso que decida dejarse caer por estos barrios esperando encontrar la inspiración cuando la que suscribe empieza a barajar la opción de dejar su domicilio en la zona para trasladarse a barrios más tranquilos y demográficamente menos poblados, siempre y cuando mi renta y la especulación inmobiliaria me lo permitan…
No sé si encontrará su musa durante el paseo. Lo que sí le garantizo es un desagradable slalom sorteando guiris vociferantes y borrachos hasta límites insospechados. Probablemente, mejorará sus reflejos esquivando huevos lanzados por los vecinos hastiados, demostrará su pericia evitando pisar vómitos y, sin duda, adquirirá un nivel superior en resistencia a espectáculos tales como reyertas, hurtos, prostitución e indigencia.
Ceso aquí mi perorata porque tengo que ir a abrir la puerta a una patrulla de mossos para que le digan amablemente a un señor que se ha instalado en el portal que ahí no puede estar.
Eso sí, por suerte, siempre habrá conciertillos en la ciudad, no? Pan y circo, como los romanos

Anónimo dijo...

Estamos a lunes, una del mediodía,....y Sobrevalorado sigue sin deleitarnos con sus comentarios sobre lo divino y lo humano....¿acaso sigue sin ideas? Seria inconcebible, con un fin de semana tan lleno de eventos....

Sobrevalorado dijo...

Siento las vicisitudes de la anónima lectora que se queja de lo incómodo de vivir en el centro de Barcelona a cuenta de que yo anunicara que iba el otro día a empaparme del ambiente callejero vespertino. A ver tiendas, vamos.

A mí no se me ocurriría nunca vivir en el Raval ni en el Barrio Gótico. Ya sufrí ese tipo de incomodidades en otra ciudad y no pasaría otra vez por lo que describe la anónima lectora, a la que acompaño en el sentimiento.

Lo de los conciertos y el pan y circo se me escapa. Lo siento.