martes, 4 de marzo de 2008

Regreso al (buen) cine



Mis disculpas a los fieles lectores por la tardanza en volver a escribir. Iba a darles explicaciones, pero creo que no vienen al caso y que ustedes no son mi madre. Dicho lo cual, fui al cine la semana pasada a ver 'No country for old men', una experiencia que les recomiendo.


Ya que voy poco, el motivo tenía que ser poderoso. Y los Coen lo son. El cine, por cierto, estaba lleno un jueves por la noche, lo que no sé si es achacable al influjo de los hermanos gafudos o por el contrario obedece al 'efecto Oscar' de Javier Bardem. Más bien creo que lo segundo.


Había oído hablar de la novela de Cormac McCarthy, pero mi afán lector no da para tanto. Voy despacio. Y además, intento no saber demasiado de las pelis que quiero ver, algo complicado en esta era de sobreinformación. Total, que arranca la película y hasta los 25 minutos o así no me doy cuenta de que está ambientada en 1980. Será que en el oeste de Texas las modas y los coches duran mucho. Hasta que no eché en falta los teléfonos móviles y vi un aparato fijo algo arcaico no caí en la cuenta.


Este despiste mío puede obedecer a que soy bobo -muy probable- o a que el laconismo de la historia me tenía atrapado. Y es que 'No country' es puro cine Coen, al 100%. En el caso que nos ocupa, aventuraría que bebe al 50% de 'Sangre fácil' y de 'Fargo'. Concisión, violencia y ambientación western por la primera, y un policía anacrónico frente a los tiempos que le ha tocado vivir por la segunda. Excelente combinación.


Una vez más, resulta obligado decantarse por la versión original. Salvo que sean ustedes de El Paso, dudo que entiendan nada, pero da igual. La cadencia del incomprensible acento texano, combinado con modismos mexicanos, resulta fascinante y muy apropiada a la historia. El único que habla sin acento es Bardem, con un inglés impersonal que le cuadra a su escueto personaje. Lo clava, es cierto, pero el papel es un caramelo para cualquier buen actor.


Quien me impresiona de verdad es Tommy Lee Jones, con esa cara cincelada en granito que, no obstante, deja ver a la persona cansada que hay detrás. Tremendo su striptease emocional al final, un momento para retener en la memoria. Josh Brolin luce enorme también y ojo con Kelly McDonald, toda una revelación.


La chica, escocesa por cierto, resulta perfecta como tierna paleta del Oeste. Y, como me sonaba su cara pero no su nombre, he investigado y resulta que encarnó a la novieta de Ewan McGregor en 'Trainspotting'. La verdad es que estaba que quitaba el hipo; ahora, ha engordado un poco pero posee una belleza... serena. Y pongo su foto en consonancia con la nueva línea editorial del blog: el sexo vende.


Tema del día: 'More news from nowhere', NICK CAVE AND THE BAD SEEDS

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Sí que es mona la chavala. Y la política de poner mujeres en la foto está un poco vista pero está muy bien

Oscar Sánchez dijo...

"posee una belleza... serena". Serena? Una vez más, Sobrevalorado, me quito el sombrero ante su capacidad eufemística.

Sobrevalorado dijo...

No se quite nada y arremánguese, Nicodemo. ¿Cómo lo diría usted?

Yol dijo...

Cuando de una dicen que tiene " Una belleza serena"... ya puedes ir cerrando capítulos en tu vida.