Un Barça irregular, un Madrid que venía lanzado, un técnico consecuente y un mago sin conejos en la chistera. El resultado final, que ya conocen, me parece un arma de doble filo. Un día de estos moriremos de tanta felicidad.
- CASILLAS: El mejor del Madrid, como en los viejos tiempos. Como Maldini o Giggs, otro que se retirará sin un merecido -aunque sea honorífico- Balón de Oro. Hizo dos paradas antológicas y ejerció como capitán en la segunda parte, gritando como un descosido cuando las estrellas arrojaron la toalla antes de que el árbitro pitara el final.
- VALDÉS: Tras la pifia del gol, confieso que dudé. Le vi imperturbable arriesgar una y otra vez para no incurrir en el pecado del patadón y, me avergüenzo, caí en el error de la duda. Olvidé lo que los futbolistas del Barça no: el estilo no se negocia. Por lo demás, un valor seguro. Mal colocado en un disparo de Kaká, ha tenido rapidez para sacar una mano afortunada.
- COENTRAO: Lo que tiene ver el partido por segunda vez, enfriadas ya las emociones, es que te llevas una sorpresa con tus opiniones iniciales. Pues no hizo tan mal partido Coentrao, incluso puede decirse que jugó una primera parte muy entonado. No obstante, Cesc, que no es Llorente precisamente, se lo merendó en el tercer tanto y acabó acusando problemas de colocación en un puesto que no es el suyo. La etiqueta de "30 millones" y las veleidades de su entrenador -ayer carrilero, hoy medio centro, mañana lateral derecho- juegan en contra de un futbolista correcto y poco más.
- ALVES: Algo aturullado en la primera parte, en la segunda se merendó a Marcelo. Fue su mejor partido como extremo, con diferencia. La rosca del gol de Cesc y la que Xavi apenas olió las hubiera firmado tranquilamente Michel.
- PEPE: Supo controlar casi todo el partido su ardor guerrero -al final, la cabra tiraba al monte- y anduvo veloz saliendo al corte hasta que el Madrid se partió por la mitad y ya no sólo venía Messi de frente sino toda la caballería. Pudo ser expulsado, como Messi, Lass y Ramos.
- PUYOL: Parecía que entraba en el once de forma forzada, una concesión del míster a los galones. Nada de eso. Colocado e indesmayable, sostuvo la defensa de tres el día en que Piqué anduvo más despistado.
- RAMOS: El Madrid gana enteros con un central como él, rapido, valiente y autoritario. Y los pierde porque al adelantar la línea, a otros como Marcelo se le ven más las costuras. Pasó una noche entretenida en su pugna con Alexis, por lo que cuando llegaba alguien más al área no daba abasto. Tiende a perder la concentración en los minutos finales.
- PIQUÉ: Ahora que Puyol tiene tiempo libre, que le dé un par de tortas a ver si espabila. Jugó con una inseguridad desconocida en él y tuvo un ataque de pánico en la jugada del gol merengue al recular y habilitar a Benzema.
- MARCELO: Mou debería prohibirle pisar campo propio y que juegue de la medular para adelante. Puede ser jugador del Madrid, pero no defensa del Madrid. Y aunque parezca anecdótico, el rebote en el gol de Xavi no es casual; a un kilómetro del azulgrana, el brasileño se medio giró ante un disparo que no era un misil. Que el balón acabe en gol es casualidad, que el muchacho ande flojo de fundamentos, no.
- ABIDAL: Labor sorda pero fundamental la suya. Tremenda anticipación, lectura inteligente del juego y poderío aéreo. Desde que arribó a Barcelona, cada día mejora.
- ALONSO: No se le veía tan superado desde hace tiempo. La presión del Barça asfixió su extraordinario juego en largo. Para jugar en corto, miró y no encontró a nadie. En la segunda parte no le ayudó ninguno de los más adelantados y el Barça le pasó por encima. Como jugador responsable que es, evitó ver una segunda amarilla.
- BUSQUETS: Hay jugadores de Estudio Estadio y hay jugadores de segundo visionado del partido. O para verlos en el campo. Bascula, ayuda, corrige, corta, pasa y se ofrece de modo natural, sin tener que andar mirando a derecha e izquierda dónde están sus compañeros. Igual que los buenos porteros no miran a los palos para seguir situados, Busi está siempre en el sitio como por arte de magia. Otro partido para enmarcar.
- LASS: Hay gente que paga millonadas por una entrada. El francés, por el contrario, cobra por presenciar los derbis en posición inmejorable. Nadie ve como él a Xavi dirigiendo la orquesta o a Iniesta ejecutando un solo. Un tío afortunado.
- XAVI: Un día más en la oficina. Costó que los instrumentistas afinaran el tono, pero a partir del segundo movimiento la sinfonía cobró vida propia, lo que señala al mérito del director. Metió un gol afortunado, pero propio del futbolista maduro que es.
- ÖZIL: Mourinho tendrá parte de culpa por mandar a un recluta a luchar contra las fuerzas especiales, pero ya va siendo hora de que este chaval asuma que juega en el Madrid y que con pinceladas de clase no se sobrevive. A Beckham le llamaban niño bonito pero se entrenaba por su cuenta -junto a unos cuantos más- cuando la preparación física del Madrid era casi inexistente.
- INIESTA: Hace unos meses escuché a alguien decir que Iniesta siempre iba de menos a más en los partidos; que los estudiaba en los primeros minutos, analizaba cómo iba a resultar más dañino para el rival y luego obraba en consecuencia. Desde entonces vengo fijándome en el manchego y la teoría aguanta. Casualidad o no, acabó maravillando al Bernabéu. Jugadores artistas siempre ha habido, pero que aparezcan siempre, en todos los partidos, yo sólo recuerdo a Iniesta.
- DI MARÍA: El madridista que más miedo me daba a priori acabó por ser el más inofensivo del ataque. Con el 1-0 fue reculando y casa vez arrancaba desde más atrás, con lo que su aportación ofensiva fue una o ninguna.
- CESC: El falso '9' no supo dónde ponerse el día en que el Barça jugó con un '9'. Embotellado entre las parcelas de Messi, Alexis e Iniesta, corría sin rumbo fijo hasta que encontró su espacio. El gol ejemplifica su aprendizaje en Londres, llegando para un gol 'box to box'.
- C. RONALDO: Le puede la ansiedad en los partidos al máximo nivel. Con nada, su indiscutible calidad se transforma en crispación y empiezan los lamentos y los reproches. Necesita un entrenador tipo Antic, de los que mejoran a los jugadores y les ayudan a ahuyentar fantasmas. Bajó los brazos antes de tiempo y eso en el Bernabéu es pecado mortal.
- ALEXIS: Un gladiador más afilado de lo que muchos esperaban. Rápido, fuerte y resistente, verle encarar la media luna es lo que menos esperaban los centrales blancos. Su gol llegó en el momento justo para sembrar dudas en el Madrid.
- BENZEMA: Buen partido el suyo, con gran nivel de toque y visión de pase. Pero le falta pedirla en largo, no siempre al pie, y sobre todo, instinto asesino. El controvertido fallo de CR7 era un balón claro para él, pero ni gritó avisando al portugués ni luego se ciscó en todos los nacidos en Madeira.
- MESSI: Seguramente, el bicho que más terror ha provocado en el Bernabéu desde que se erigió el estadio. Pudo ver la roja y pudo haber mandado a más de un contrario a la caseta. Cosas del arbitraje. No necesitó marcar para dejar su sello y el cámara que le pilló vacilando a Guardiola al final merece un aumento
- KAKÁ: Corrió como un meritorio y pese a que parece difícil que nunca recupere el nivel del Milan dejó en evidencia a un joven como Özil, al que sustituyó.
- KEITA: Táctica, apoyo y colocación, como siempre. Si le dejaran, Xabi Alonso pagaría su fichaje de su bolsillo.
- KHEDIRA: Una vez más, sembró dudas sobre sus méritos para jugar en Chamartín. Mientras, el Benfica le niega al Man U el fichaje de Javi García.
- VILLA: Su estado de forma le condenó al banquillo, ante la sorpresa general. Otro se vendría abajo, pero éste es duro. Resistirá.
- HIGUAÍN: Salió cuando varios compañeros habían bajado los brazos. No tocó bola, pero estuvo solo un par de ocasiones en las que, si le llegan a ver...
- PEDRO: Pocos minutos, pero se comió la hierba. No entiende el fútbol de otra manera.
Vídeo del día: 'Lonely boy', THE BLACK KEYS