Con los años, la capacidad de sorpresa, emoción o deleite va mermando. Cuanto más se ha visto, leído o escuchado, más cuesta que una novedad despierte sensaciones de ésas que apetece compartir con los demás. En mi caso, es lo que me ha pasado esta semana con el nuevo álbum de PJ Harvey, 'White chalk'.
Tras años de rock torturado y blues deconstruido, Polly Jean ha aparcado la guitarra y ha aprendido a tocar el piano. Y, posiblemente, haya dado unas clases especiales de canto, porque sus nuevas canciones incorporan los registros más agudos de sus carrera. No es que le haya dado por creerse Björk, pero en ocasiones sus chillidos remiten a la islandesa, aunque más por sublime que por irritante.
El viraje hacia lo espartano queda de manifiesto ya desde el envoltorio del CD. Una doble funda de cartón, sin lomo, envuelve un CD de apenas media horita. En ese lapso, el oyente se sumerge en unas canciones a medio camino entre lo onírico y lo glacial, como un Nick Cave -que, por cierto, fue noviete de PJ- contenido y espiritual.
Nanas, música renacentista, gospel... muchas y muy dispares referencias acuden a la mente cuando suena esta obra maestra que es 'White chalk', un disco hecho para ser escuchado y no oído. No es el tipo de música en la que apetece entrar en cualquier momento, pero la recompensa por el esfuerzo es impagable.
La cantante ya presentó algunos de sus nuevos temas en el pasado festival Summercase, actuación que me perdí ante la imposibilidad de acceder a una carpa tan aquejada de overbooking que degustar una propuesta delicada como la de Polly Jean se antojaba una quimera.
Los que lograron entrar y resistieron las incomodidades hablaban después de un concierto superlativo. No me extraña, teniendo en cuenta que la autora de 'Rid of me' ofreció hace unos años uno de los mejores conciertos que he visto en mi vida, y que sus nuevas canciones te ponen la gallina de piel, como dijo un sabio holandés.
Tema del día: 'When under either', PJ HARVEY
2 comentarios:
Me voy a apuntar lo de blues torturado y rock decontruido para soltarlo en alguna conversación.
muy grande, mucho.
EL OYENTE APLICADO
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