lunes, 22 de octubre de 2007

Mucho ruido y pocas nueces



Aún no sé si me gusta o no el nuevo 'El País', que estrenó lifting ayer domingo. La edición dominical, desde luego, no permite hacerse una idea aproximada de la renovación ya que, de por sí, el diario del domingo es diferente al de los otros seis días. En la forma y en el fondo. Para ser el primer día, la primera página quedó realmente fea, con una foto de Maragall en cinemascope que no mandaba nada.


Así que hoy lunes se supone que es cuando se aprecian las novedades. Para empezar, la tipografía: adiós a la Times New Roman y hola a la Majerit. No es un aspecto en el que repare habitualmente, pero la nueva letra me recuerda a 'ABC'. Tengo que investigar más al respecto.


En la primera, se sustituye la leyenda de 'diario independiente de la mañana' por 'el periódico global en español'. Debajo, se incorporan los tres sumarios con fotito que ya llevaba la edición dominical. A modo de anécdota, incorpora el acento gráfico de la 'i' en la cabecera en un azul que chirría.


Dentro, las secciones se reordenan. Sigue empezando Internacional, pero ahora le sigue España y no Opinión, y a continuación llega Economía, que abandona la habitual tierra de nadie donde la sitúan casi todos los diarios españoles. Ahora sí, Opinión, que incorpora esa costumbre de aportar fotillos de los articulistas. Una vez salió la mía en otro periódico -golazo para el ego-, pero no es un recurso que me agrade.


El resto del diario se agrupa bajo el epígrafe 'Vida & artes'. Lo del símbolo anglófono no lo entiendo, la verdad, si te arrogas en primera página la defensa del español. El contenedor se divide en Sociedad, Cultura, Tendencias -lo que siempre se ha conocido como Gente- y Pantallas -Internet, TV y supongo que Radio-. Antes de este último capítulo, sin embargo, se encuentra Deportes, con lo que 'Vida & artes' pierde continuidad.


Esa falta de continuidad queda además patente con la adopción, otra vez, de los cuadernillos autonómicos para recoger la información local y regional, además de cartelera y otros servicios. Hace algo más de un año, creo recordar, 'El País' eliminó los cuadernillos alegando que dificultaban la lectura, que el diario era un producto integral, que se facilitaba el acceso a las noticias, etc.


Desde luego, mi trabajo soñado es el de reformar periódicos. Ganas una pasta indecente e inmerecida por proponer una serie de cosas que nadie sabe si van a funcionar o no. Si finalmente no, y las ventas se resienten, no te preocupes, que a ti no te echarán para cuadrar los números. Ah, otro detalle, lo de llevar el color a todas las páginas, al parecer, aún no es factible.


El rediseño llega también a la última página, donde la habitual columna se encarama a lo alto del espacio. El tema central en este caso es una entrevista-almuerzo, en este caso con el investigador contra la malaria Pedro Alonso, que incluye a modo de curiosidad el menú y el precio del ágape. Por cierto, deduzco que el fotógrafo se llevó un bocadillo, porque la nota del Restaurante Tiburón, de Sitges, da sólo para dos personas.


Seguro que el asunto del lavado de cara de 'El País' da para más de un día y así extraer conclusiones, pero no quería acabar hoy sin glosar el fichaje de Carlos Boyero como cronista cinematográfico, una bofetada-represalia a 'El Mundo' y su grupo editorial, que se llevaron en verano a Santiago Segurola. Acertado o no, Boyero habla claro, lo que siempre se agradece en estos tiempos de ampulosidad.


Y constatar una baja desde el verano. Sergi Pàmies, mi articulista favorito de la prensa española, hizo las maletas y se fue a 'La Vanguardia', donde los lunes acierta en la diana al hablar del Barça.


Tema del día: I'll do it anyway, THE LEMONHEADS


PD: La imagen que corona esta entrada del blog es pobre. Lo sé, pero no he sido capaz de agrandarla. Para comparar con la realidad, les remito a http://www.elpais.com/. Sin tilde, por cierto.

1 comentario:

Anónimo dijo...

La verdad es que no se puede decir que sea un cambio radical