Hace ya unas semanas que acabé 'Sexo, mentiras y Hollywood', de Peter Biskind, un bonito tocho de casi 700 páginas que, básicamente, arremete contra dos supuestos pilares del cine independiente de los 90: la productora Miramax y el Festival de Sundance. Me daba un poco de pereza glosar en el blog tan magna obra pero, ya lo saben, un artista se debe a su público, así que ahí vamos.
Por partes. Biskind es un reputado periodista en EEUU que en 'Moteros tranquilos, toros salvajes' ya destripó los secretos de la generación -Scorsese, Spielberg, Coppola, Lucas...- que revitalizó Hollywood en los 70. Y en este volumen, que apareció en España hace año y medio, pasa revista a un fenómeno -el cine indie- que brotó en los 80 y triunfó una década después a la vez que se desnaturalizaba tomando dos de sus referentes más conspicuos.
Para entendernos, 'Sexo...' viene a ser un extenso reportaje sobre el asunto. Pero extenso... extenso. En ocasiones, resulta abrumadora la presencia de cifras, citas y alusiones, pero como en EEUU si escribes algo y no lo pruebas te puedes buscar la ruina, Biskind se cubre las espaldas con un trabajo de campo ciertamente admirable repleto de entrevistas con protagonistas directos.
Vamos, como los libros periodísticos que se escriben aquí, llenos de fuentes no identificadas "que piden el anonimato". En el caso que nos ocupa, el autor sólo emplea este tipo de voces para arrojar luz sobre cuestiones determinadas, no para armar el grueso de la obra.
A todo esto, el título original en inglés atiende por 'Down and dirty pictures', pero se ve que la estupidez a la hora de rebautizar películas ha llegado también a los libros, y algún iluminado ha pensado que jugando con 'Sexo, mentiras y cintas de vídeo' iban a vender más. En fin...
En esencia, Biskind relata el auge y caída del concepto indie aplicado al cine USA tomando como faros a Robert Redford, como cabeza visible de Sundance, y a Harvey Weinstein, capo de Miramax junto a su hermano Bob. El primero viene a quedar como una diva maricomplejines que va de concienciado por la vida y es un rancio. El segundo queda como lo que todo el mundo que le conoce ya dice: un loco, un megalómano, un mafioso, un patán... Una joya, vamos.
Curioso resulta también el retrato de Tarantino como un arribista o el de Soderbergh como un pusilánime. Y uno descubre según devora páginas que alguien tan presuntamente iconoclasta como Kevin Smith -'Clerks', 'Dogma'- no lo es tanto. Y así van cayendo mitos, con lo que al final, por si había dudas aún, queda bastante claro que Hollywood hace películas como Detroit coches. En serie y para ganar pasta; no para los anales del arte.
A modo de resumen, 'Sexo, mentiras y Hollywood' desmonta la leyenda del cine independiente como una aldea de Astérix que resiste al invasor. Pero hay que estar muy apasionado por el asunto para no leer en diagonal de vez en cuando páginas y páginas sobre contratos, porcentajes y adelantos. Éste es un libro sobre negocio, ojo.
Tema (y vídeo) del día: 'Photo booth', OLA PODRIDA
3 comentarios:
¿alguien se salva?
Gracias, Sobrevalorado, por ilustrarnos sobre el idioma y facilitarnos en esta entrada la tarea de buscar "conspicuo" en el diccionario. Hasta ahora era un infierno leer sus textos y tener que ir todo el rato a www.rae.es
PD: "Ola Podrida"? Es otro de esos grupos que veremos en este verano festivalero?
1.- Poca gente se salva, pero los condenados lo son en base a pruebas, así que un libro muy acorde al espíritu de este blog.
2.- No, ya pasaron por Barcelona. Celebro que le guste el detalle idiota del vínculo al DRAE.
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