jueves, 30 de octubre de 2008

Visión desenfocada



Lejos de las expectativas se queda 'Buzos haciendo surf', película sobre la gira de reunión de Surfin'Bichos de hace un par de años que anoche fui a ver en el marco de In-Edit, el festival de documentales musicales que tiene lugar estos días en Barcelona. Una lástima, porque el tema prometía y los responsables de la cinta parecen muy majos, pero...


...el metraje corre deslavazado, mezclando imágenes viejas con nuevas de forma inconexa y, lo que resulta peor, entrando en las razones de la reunión sin asomarse siquiera a los motivos de la separación. Si yo fuera un espectador curioso pero que ignora casi todo acerca de la banda albaceteña, habría salido con una ensalada mental de cuidado y con pocas ganas de saber más.


Los testimonios de los músicos aportan más bien poco, con mención especial a la visita guiada con Fernando Alfaro y señora a la casa donde vivía de pequeño. ¿Y? Emoción cero, desde luego. Lo mejor del lote, con diferencia, es el primer manager de la banda, un tipo llamado Manolo Rock que suelta verdades como puños sobre el show business y la escena indie. Desgraciadamente, lo afilado de sus comentarios no halla réplica por ninguna parte.


La escena de final de los 80 en la que surgió el combo -el hundimiento creativo de los grandes grupos nacidos al calor de la Movida- tampoco aparece por ningún lado salvo en una alusión de Jesús Ordovás, que no da nombres. Así, no sabemos ni de dónde salieron ni a qué se enfrentaron los Surfin', finiquitados justo antes del boom indie de final de los 90.


¿Lo mejor? Las escenas del grupo en directo en la gira de reunión que, lejos de espaciadas, aparecen casi en bloque al final de la cinta. Mucho mejor, por cierto, la imagen y el sonido capturados en Barcelona y Valencia que en Madrid y Bilbao. Por cierto, en el bolo de Razzmatazz 2 se intuye, creo, a mi amigo X.


El director de la cinta, Rogelio Abraldes, declaró tras la proyección que, posiblemente, en el futuro se edite un DVD con la música en directo de la citada reunión de los albaceteños. Buena noticia, y más teniendo en cuenta que la posibilidad de ver de nuevo sobre un escenario a Fernando Alfaro empieza a parecerme remota.


Tras editar su primer álbum en solitario hace año y medio, el líder de Surfin' Bichos y Chucho no ha dado apenas señales de vida en el escenario. Su presencia en el homenaje a los Planetas de hace unos días se anuló poco antes, al igual que su comparecencia en una mesa redonda del Festival In-Edit que se está llevando a cabo mientras escribo estas líneas. En ambos casos se ha hablado de motivos de salud, así que toca esperar a ver qué pasa.


Vídeo del día: 'Comida china y subfusiles', SURFIN' BICHOS

miércoles, 29 de octubre de 2008

Voy en un coche



Ahora que la demagogia se ha cebado ya del todo con el 'caso Benach', lo que al interfecto le ha venido de perlas, cabría recordar que los 9.000 euros en extras que su coche oficial iba a incorporar iban destinados a, básicamente, pijadas. Y eso que el presidente del Parlament va a todas partes en un Audi A8, que, de por sí, ya viene la mar de equipado.


Que un alto cargo tiene que estar muy bien pagado y que debe contar con las máximas facilidades es algo que mucha gente no acepta. Son los que dicen 'que coja el metro' y este tipo de cosas. Bien, hay cosas que no se aguantan, como que un tío con escoltas guarde cola en el transporte público, por ejemplo.


Pero lo que no puede ser es que, con la que está cayendo, una autoridad como el presidente de la cámara autonómica no sepa diferenciar lo necesario de lo superfluo, y encima no tenga ya sensibilidad ni olfato político para detectar la tomenta cuando ésta se avecina.


Bien, Benach ha dado marcha atrás en lo de tunear su auto. Ahora sólo queda que el Parlament le busque un apartamento en Barcelona y le obligue a pernoctar en la Ciudad Condal, porque el señor gusta de viajar cada día a Reus, donde reside. Hagan ustedes cuentas con los gastos del A8, del chófer y de los guardaespaldas, a ver qué le sale más a cuenta al erario público.


¿No tiene derecho este señor a vivir en su casa? Rotundamente, no. Si quiere servir a su pueblo, su país, su partido, su señora o lo que sea, y no quiere salir de su pueblo, que se presente a concejal. Oigan, que Reus está a casi 100 kilómetros de Barcelona.


Y que nadie se sienta agraviado, que jetas los hay a cascoporro. En Andalucía, por ejemplo, era célebre el caso de una consejera, luego ministra, que no sólo iba y volvía a diario de Córdoba a Sevilla -140 kilómetros; otros lo hacían desde aún más lejos- sino que gustaba de pasar por casa a comer para luego volver al despacho por la tarde. ¿Saben quién digo?


Vídeo del día: 'Voy en un coche', CHRISTINA Y LOS SUBTERRÁNEOS


lunes, 27 de octubre de 2008

Desilusión



Llevaba quien esto escribe días ilusionado ante la perspectiva de ver por fin a Deus en directo. Desgraciadamente, el domingo abandoné la sala 2 de Razzmatazz con la cara de resignación del que espera mucho y obtiene poco. No hubo lágrimas porque tampoco hay para tanto y porque ir solo a un concierto tiene muchos riesgos: no tienes a nadie con quien charlar, pues te pones a beber.


Llegué con el tiempo justo y aún así tuve un cuarto de hora para dedicarme a la sociología barata: unas 300 personas, con espcial incidencia del segmento veintilargos/treintaypocos y mucha estudiante erasmus. Y también me dio para el estudio de interiores, ya que hacía como dos años que no pisaba la segunda sala de Razzmatazz, una caja de zapatos -siete metros de alto- con capacidad para unas 700 personas.


La consiguiente mala acústica resultó apreciable desde los primeros acordes. Salieron potentes los flamencos, en formación de quinteto y con una parafernalia de luces propia de mayores recintos, pero aquello sonaba a gatos maullando. Se supone que donde se escucha mejor un bolo es en la mesa de sonido; pues al lado me situé yo y aquello seguía sobresaturado.


En esto que empieza el cuarto tema y un aullido de satisfacción generalizada recorre el local. Es 'Instant street', una de mis 10 favoritas de todos los tiempos, y ni el exceso de decibelios logra marchitar su belleza. Gran momento nescafé, me digo al final del tema, cuando caigo en que queda una hora y cuarto de concierto y ya han quemado su mejor baza. Veremos, pienso.


Para mi tristeza, los peores augurios se confirmaron y no hubo manera de que la actuación remontara el vuelo. Días antes, para explicar a unos amigos qué hacen los de Amberes sólo se me ocurrió compararlos con los Radiohead de 'OK Computer', pero con menos ínfulas. El domingo pude apreciar que, en directo, la banda bascula entre los Placebo menos inspirados y los actuales -e insufribles- Coldplay. Hinchados, apabullantes, pretenciosos y aburridos.


El último disco de Deus, 'Vantage point', no me convencía, pero es que en vivo me pareció aún peor. Del anterior, 'Pocket revolution', tocaron poco pero sí algún buen tema, como 'Bad timing'. Lo peor fue, para mi incredulidad, que de su inequívocamente mejor álbum, 'The Ideal crash', sólo cayera la citada 'Instant street'. En resumen, estuve a punto de irme antes de que acabara, pero mi gracejo natural me llevó a hacer amistades y sobrellevar así la velada. Ya les contaré.


Video del día: 'Instants street', DEUS


miércoles, 22 de octubre de 2008

Impresiones iniciales



Como un artista se debe a su público, y hace semanas que tengo pendiente una recapitulación balompédica, ahí van unas impresiones del arranque de temporada.


1.- Algo pasará: el cielo caerá sobre nuestras cabezas o lo que ustedes quieran, pero tan bien como le pinta todo al Barça no es normal. Llámenme aguafiestas, pero me da que Iniesta será víctima de un secuestro-exprés o que Pinto le romperá la pierna a Eto'o en un entrenamiento.


2.- Vaya futbolista el tal Sergio Busquets. Por fin sale de la Masia un jugador que la toque y que sea más alto que este servidor.


3.- No es por ir a contracorriente, pero a Márquez le sigo viendo lento, muy lento. Eso sí, mientras vaya bien de cabeza, eso que tenemos ganado.


4.- ¿Y el Madrid? Pues igual que siempre. Vamos, que los dos últimos años. No juega un pimiento y le pone una fe que mueve montañas. En Europa caerá en octavos o cuartos y en la Liga dependerá del apretón del Barça y de si los otros aspirantes -Sevilla, Valencia, Villarreal- le restan puntos.


5.- Lo de Van Nistelrooy es para quitarse el sombrero. Con un 9 así y el mejor portero del mundo da casi igual lo que hagan los demás.


6.- El Villarreal va a ganar algo esta temporada. No sé decirles el qué, pero le veo levantando un trofeo en mayo. A pesar de Edmilson, al que ya pitan en El Madrigal.


7.- La incógnita del año es el Valencia. ¿Aguantará así todo el año? El no jugar la Champions les da ventaja, sobre todo en la Copa, pero no sé si la plantilla que tiene le alcanza para ganar la Liga.


8.- Antes de que M. me inquiera al respecto, no tengo ni idea de lo que va a hacer el Espanyol.


9.- El Zaragoza se fue a Segunda, y Diego Milito, al Genoa. No entiendo que ningún equipo Champions haya pujado por él, la verdad.


10.- Que Del Bosque es un tipo sensato no es ningún descubrimiento, pero hay gente que aún piensa que va a llevar a Raúl y tonterías similares. Un tipo que lidió -exitosamente- durante años con los galácticos que se cargaron a Camacho en 20 días sabe de qué va esto del fútbol.


11.- Pronóstico Champions: Es aventurar por aventurar, el definitivo lo lanzaré enel sorteo de octavos, pero ahora mismo veo a Barça y Chelsea en una hipotética final. En un segundo pelotón, Man U, Inter, Liverpool y Villarreal.


12.- Becks ficha por el Milan. Sí, ya sé que es solamente un matrimonio de convenciencia, pero con Maldini, Seedorf, Pirlo, Nesta, Inzaghi, Ronaldinho... el geriátrico parecía ya completo. Bueno, acabo de descubrir que Cafú (38 años) ya se ha retirado. Algo es algo.


Vídeo del día: 'Suspicious minds', ELVIS PRESLEY


martes, 21 de octubre de 2008

Tenemos que hablar



Documentándome por ahí acabo de descubrir que Gabriel Byrne es irlandés, ha escrito teatro en gaélico y estuvo casado con Ellen Barkin. Qué cosas tan curiosas, pensarán ustedes, y qué aficiones más extrañas tiene el tipo que escribe este blog, añadirán. Pues todo tiene una explicación. Anoche vi el primer capítulo de una nueva joya de la televisión. Se llama 'In treatment' (En terapia) y resulta totalmente atípica.


Atiendan: Un psicoanalista recibe a sus pacientes, y cada sesión es un episodio de 25 minutos. La serie se emite aquí, en Fox a las 0.05, de igual modo que se hizo en EEUU: un capítulo diario de lunes a viernes. Los lunes, Paul (Gabriel Byrne) atiende a Laura, una jovencita algo inestable. Los martes, aparece un antiguo marine veterano de la guerra de Irak. Los miércoles, es el turno de una adolescente con problemas familiares. Una pareja con desavenencias conyugales acude los jueves, mientras que los viernes es el propio Paul quien se confiesa ante una colega.


La serie consta de 43 capítulos y tiene un final cerrado. Pensarán ustedes que la televisión americana está viviendo su edad de oro y bla bla bla. Sí, es cierto, pero lo curioso es que 'In treatment' -escrita y dirigida por Rodrigo García, hijo de Gabriel García Márquez- y con Mark Wahlberg implicado en la producción, es la versión made in USA de una serie... ¡israelí! llamada 'BeTipul'.


El mérito, según cuentan desde EEUU, del vástago del Nobel es haber apostado por un reparto impresionante y extraer unas interpretaciones que hacen que el formato de 'teatro filmado' no constituya un hándicap sino una bendición. De momento, este bloguero les puede asegurar que lo visto cumple las expectativas con creces. Lástima que mi inglés requiera subtítulos para una total comprensión del asunto, lo que me condena a verla doblada.


Vídeo del día: 'Going on', GNARLS BARKLEY

lunes, 20 de octubre de 2008

Savoir faire



No había sido yo nunca un fan acérrimo de Paul Weller, pero la curiosidad y el ofrecimiento de N. me animaron el viernes a ir al Espacio Movistar a ver qué era capaz de ofrecer el Modfather. Pues bien, salí más contento que unas pascuas después de haber asistido a uno de los conciertos del año.


El recinto elegido suponía a priori un handicap, ya que, si antes estaba en el Fórum, ahora está justo en la otra punta de la ciudad, encima del Camp Nou. Para los que no lo conocen, es una carpa enorme y lujosa, pero carpa al fin y al cabo; vamos, que es desmontable. De hecho, está situado en pleno epicentro de la movida putera y travestona, lo que daba un toque curioso a los aledaños del lugar antes del concierto.


Éste empezó puntual con un sonido diáfano y potente, con lo que queda demostrado que más que recintos insonorizables o no, hay técnicos competentes o no. Weller y su guitarra salieron a escena acompañados de otro guitarrista -ex Ocean Colour Scene, grupo que nunca me dijo nada-, bajo, teclados y batería. Una banda sólida y dúctil que aportó más matices de los esperables al repertorio, basado principalmente en los últimos trabajos del que fuera líder de The Jam.


Los discos en cuestión los escuché someramente la semana pasada y, puestos a ser sinceros, no me dijeron nada del otro mundo. Correctos, ortodoxos y normalitos, la verdad. Mas enorme fue mi sorpresa al constatar que la trasalación al directo hacía ganar enteros a las canciones. '22 dreams' o 'Sea spray' sonaban excelsas, con una interpretación repleta de clase y savoir faire. A la quinta o sexta se acordó de 'Shout to the top', el único rescate de Style Council que sonó, pero vaya uno...


Desde ahí arriba el show no llegó nunca a bajar, y eso que hubo set acústico y todo, con Weller al piano. Una delicia para los sentidos a cargo de una leyenda con 30 años de carrera a sus espaldas y que no se deja vencer por la nostalgia. Ah, y uno de los pocos de su generación -tiene 50 años- que conserva la voz para cantar.


Además de lo bueno y mejor de su carrera como himself, nos legó tres rescates de The Jam: 'Butterfly collector' -que servidor no conocía- en el tramo delicatessen y dos joyas inmortales en el tramo final: 'That's entertainment' y 'A town called malice'. La parrquia, entregada, le vitoreó como lo que es: uno de los más grandes.


Hasta aquí la crónica. Como colofón, un saludo al chaval que vendía las camisetas, y con el que estuve departiendo amigablemente sobre las ventajas de la vida en pareja y el arte de la plancha.


Vídeo del día: 'A town called Malice', PAUL WELLER


jueves, 16 de octubre de 2008

Pesadilla en el parque de atracciones (indie)



Quizás exagero al incluir 'pesadilla' en el titular, pero desde luego que lo del homenaje a Los Planetas anoche en el Auditori no resultó una velada feliz. Ya desde el principio, la caída del cartel de nombres como Fernando Alfaro o Beef no hacía presagiar nada bueno, pero es que, al acceder al lugar, unos carteles indicaban que, por motivos de salud, Enrique Morente también iba a causar baja. Ea.


Bueno, nos acomodamos en la tercera fila, con visibilidad excelente y salen Clovis a escena. El ex Enemigos Fino Oyonarte y su señora -que tocó un tema de de espaldas al público; homenaje a la primera bajista planetaria- se marcaron unas apacibles e inspiradas versiones de 'De viaje' y 'Nunca me entero de nada'.


A continuación, Pumuky, combo canario que a mí me sonaba a poppie y resulta que sonaron como unos émulos ruidistas de Jota y compañía sin demasiada personalidad. Devaneos noise demasiado miméticos -'David y Claudia' pedía otra cosa- con 'Que no sea Kang por favor' de postre. Aburridos.


A todo esto, los intervalos entre grupo y grupo se hicieron no largos sino larguísimos, dado que cada artista tocaba sólo dos canciones. Además, el hecho de que parte del trabajo la realizaran los propios músicos y a la vista del público restó cualquier posibilidad de magia o duende a la velada.


Manos de Topo... o los amas o los odias. Servidor aún no se ha decidido. Resultan tremendamente personales, pero el cantar esquizofrénico de su (ver foto) vocalista -entre Poch (Derribos Arias) y Robert Smith (The Cure)- les lleva a navegar por la fina línea que separa la genialidad del ridículo. Con todo, 'dB' y sobre todo, 'Línea 1' sonaron altamente estimulantes.


Entre lo mejor de la velada estuvo Fantasma #3, el supergrupo formado por Sergio Vinadé (Tachenko), Julio de la Rosa (El Hombre Burbuja) y Pau Roca (La habitación Roja), con el plus del batería de Tachenko. Jugaron sobre seguro con 'Segundo premio', pero la llevaron a un sonido poderoso y desafiante que cosechó grandes vítores. Sólo hicieron un tema.


Lógicamente, fue el turno de Tachenko. Sonaron a sí mismos en 'Desorden' y 'Reunión en la cuumbre', pero no a la versión más inspirada de sí mismos. Por el contrario, Nacho Vegas fue fiel a sus esencias y vino, como aquél, a hablar de su libro. Primero nos endilgó su versión de un tema de Nick Drake que Los Planetas han tocado en ocasiones y luego interpretó un tema nuevo que dijo haber compuesto junto a J, al que imitó. Este hombre tiene talento, pero cuando no parece un yonqui parece un borracho.


Para variar, también vi a Lori Meyers. Su manía de sonar a Los Brincos con los amplis saturados le iba al pelo a los temas que eligieron: 'Vas a verme por la tele' y 'Nuevas sensaciones'. Pero el cantante andaba nervioso, no se oía por los monitores y se le caían las letras del atril, así que la cosa estuvo justita justita.


Guitarrista y batería de Lori Meyers reforzaron a Lagartija Nick, de los que sólo se presentaron Antonio Arias y Victor G. Lapido. No sé si ensayaron mucho o no, pero aquello sonó demoledor, directo y avasallador. Demostraron que Los Planetas serían mejores con un mejor cantante y bordaron 'Santos que yo te pinté' y 'Devuélveme la pasta', que acabó en celebración palmera con el resto de participantes en escena.


Ahora cabe preguntarse, un homenaje ¿para qué?. En hipersónica, Banin, de Los Planetas, desautorizaba contundemente el asunto. Jota, el líder de la banda granadina, tampoco lo tenía muy claro en conversación con El País. La gente de la promotora Sones invitó a los artistas y hay dudas sobre si Los Planetas fueron convocados. En cualquier caso, más de 2.000 personas a 23 euros por barba, con un elenco de intérpretes que no cobraron nada, sólo gastos de viaje. Extraño, en cualquier caso.


Vídeo del día: 'La playa', LOS PLANETAS


martes, 14 de octubre de 2008

Presidente, presidente



Vuelve la aflicción a mi corazoncito. El pasado sábado, tras siete temporadas de las larguitas, acabé de ver 'El Ala Oeste' en AXN. Aunque las tres últimas tandas bajaron algo el listón, el poso que queda es el de una de las cuatro mejores series de la década junto a 'Los Soprano', 'A dos metros bajo terra' y 'Roma'. Y lo que se aprende sobre política estadounidense, señora.


Por si alguien no sabe de qué va la cosa, 'The West Wing' cuenta las andanzas de un presidente demócrata de EEUU (Martin Sheen) claramente inspirado en Bill Clinton durante los ocho años de su mandato. Bien, del presidente y de su equipo más próximo de colaboradores, el que ocupa precisamente la parte occidental de la Casa Blanca.


La combinación de thriller político con sutiles toques de comedia hizo que fuese todo un fenómeno en su país, y aquí lo habría sido si algún indocumentado de TVE que espero esté ya en la calle no hubiera confinado su emisión a horas extrañas y dispares. En fin, al final pudo seguirse por el canal AXN -cable y Digital +- y ya está la venta en DVD.


¿Qué la hacía tan buena? Unos guiones perfectos, con diálogos milimetrados, el dinámico estilo 'walk and talk' que le imprimió Aaron Sorkin y unos intérpretes sobresalientes en estado de gracia. Sorkin escribió en 1995 la comedieta 'The American President', en la que el presidente Michael Douglas se enamoraba de Annette Benning, y vio que ahí había tema. De hecho, en este film Martin Sheen encarnaba al vicepresidente, lo que debió de ser toda una premonición.


En principio, la serie debía centrarse en uno de los asesores del presidente, Sam Seaborn (Rob Lowe), pero la respuesta del público fue más favorable a la del personaje de Sheen y a otro miembro del staff, Josh Lyman (Bradley Whitford, prota también de 'Studio 60'), que le fueron comiendo terreno en los guiones provocando que la serie tomara un carácter absolutamente coral. Quizás por eso Lowe tomó las de Villadiego pensando que su carrera había remontado ya el bache de cierto escándalo sexual. Se pegó una buena con ese bodrio llamado 'Cinco hermanos', por cierto.


Como era una serie para el gran público y no para minorías, cierto toque happy sobrevuela las tramas, lo que ligado a que se trata de una Administración demócrata muy liberal -en su acepción USA- le valió el sobrenombre de 'The Left Wing'. No obstante, el tono de la ficticia presidencia de Bartlet no oculta paralelismos con problemas reales del muy real Bill Clinton. Así, la ocultación del affaire Lewinsky y el proceso legal siguiente se transmuta en una enfermedad (esclerosis múltiple) que el mandatario esconde al pueblo durante las elecciones y arrastra el consiguiente escándalo.


Pero hay casos en que la realidad imita a la ficción: En la serie, para ganar una votación por sorpresa, un grupo de parlamentarios pasa la noche previa oculto en un despacho del Congreso. Algo similar ocurrió en Londres poco después, cuando los conservadores forzaron una derrota del Gobierno laborista inspirándose en ese capítulo.


Y el que más llama la atención es el de un prometedor político negro que en 2004 sirvió de modelo para pergeñar el personaje del siguiente aspirante demócrata a la presidencia. La joven promesa era un tal Barack Obama, y las similitudes entre la actual contienda electoral y la que narra la última temporada son de aúpa. Vean esto.


En fin, como el final era esperable en una serie sobre circusnstancias reales, no caben sorpresas históricas. Pero puedo afirmar y afirmo que mi vida ha quedado algo vacía no tanto en cuanto a la serie en sí como a algunos de sus personajes, a los que ya sentía como próximos, como si fuesen reales. Debo de estar volviéndome tarumba.


Vídeo del día: 'Hay un hombre en España', ASTRUD


martes, 7 de octubre de 2008

Te ríes, que no es poco



Lars von Trier es un director del que se pueden decir tantas cosas buenas como malas. Es listo y también listillo, y alterna registros dispares -véase 'Los idiotas', 'Dogville' o 'Bailar en la oscuridad'- a lo largo de una filmografía entre ecléctica y desparramada. Bien, pues el año pasado estrenó 'Direktøren for det hele' ('El jefe de todo esto', a ver si aprenden ustedes danés), de la que me llegó alguna buena referencia y que pude ver junto a G. en la Cineteca chilanga hace unos días.


Un tipo funda una empresa y se oculta tras la figura de un director ficticio para esquivar malos rollos con el personal. Cuando le llega una oferta de compra inbmejorable necesita que el hipotético jefe se haga presente para sancionar el acuerdo. Para ello, contrata a un actor en paro que se ve sumergido en una espiral de enredos realmente hilarante a la que el intérprete contribuye cuando empieza a creerse el papel.


Este argumento, lo sé, parece de una típica comedieta descerebrada made in Hollywood, pero la cinta va impregnada de una mala leche y un sentido del humor a años luz de los estándares habituales. Eso sí, gran parte de la gracia que me hizo puede deberse a que servidor gastaba una resaca de impresión en el momento del visionado, lo que, no sé por qué, me predispone al absurdo.


¿Se nota que el rarito de Von Trier es el responsable? Sí, deja su sello, pero sin resultar irritante as usual. Los encuadres a veces son deliberadamente amateurs, con personajes que salen de cuadro o se quedan a medias y el director no se resiste a aparecer -voz en off mediante- para hablarnos de los mecanisnos de la comedia clásica en tres ocasiones. Sus compatriotas daneses también reciben fuerte y flojo al interponer a unos islandeses en la acción, pero mejor no se lo cuento.


En fin, 'El jefe de todo esto' no cambiará la historia del cine pero el que suscribe se descojonó viéndola. ¿Es eso relevante?, se preguntarán. Sí, responderé. Porque les invito a que apunten en los comentarios las últimas películas que les hicieron reír a carcajadas en el cine. Dado el estado actual y reciente de la comedia, yo no recuerdo ninguna.


Vídeo del día: 'Winter in the Hamptons', JOSH ROUSE


jueves, 2 de octubre de 2008

Maricas de terciopelo



Perdonen que pareafrasee a Ramoncín, pero no se me ha ocurrido titular mejor para encabezar un repaso a uno de los mayores bodrios cinematográficos que he visto en los últimos tiempos: la traslación a la gran pantalla de 'Sexo en Nueva York', o 'Sex and the city' para los amantes de la versión original.


Antes de que prorrumpan en risitas y pullas, ahí va mi excusa: la vi en el transcurso de un interminable vuelo transatlántico y era casi la única opción a bordo en español (bueno, en mexicano) a falta de subtítulos en las versiones en inglés. Y qué demonios, le tenía ganas aunque sólo fuera para poder escribir aquí al respecto.


Porque, sin parecerme una pésima serie, las desventuras de Carrie Bradshaw y sus amigas siempre me han puesto de los nervios. Cuatro pijas insufribles a las que unas alumnas de ESO podrían dar lecciones de madurez se dedican a lucir modelos desafortunados, comprar zapatos y beber capuchinos en la soleada Manhattan. Todo ello aderezado con unos comentarios sobre los hombres y las relaciones más propios de homosexuales emplumados que de mujeres adultas. Nada de extrañar teniendo en cuenta que el responsable del tinglado es Darren Star, creador de 'Melrose Place' y 'Sensación de vivIr' y una de las locas más locas del show business estadounidense.


Esta opinión sobre que son cuatro gays con tetas y sin rabo me ha costado en los últimos años varias discusiones con féminas que me aseguran que las charlas de la serie son "muy reales". "Yo hablo de estas cosas con mis amigas", les gusta decir a muchas, como restregándole al sexo masculino que ellas también hablan a tumba abierta de intimidades, básicamente sexuales. Posiblemente sea así, pero si el tono de las conversaciones resulta tan melifluo y ridículo como el de las neoyorquinas tendré que revisar mi opinión sobre algunas de mis contertulias.


Dicho lo cual, la peli viene a ser un interminable -¡dos horas y media!- capítulo más de la serie, con sus protagonistas ya en la cuarentena y alguna frisando los 50. Una inyección de madurez, pensarán tal vez ustedes . ¡Quiá! Amigos, la moraleja que destila este infumable bodrio es que el fin último de la mujer contemporánea es pillar un maridito que la haga feliz y no hay mayor realización que casarse de blanco. Hay una excepción, sí, pero nos dejan claro que la pobre es un putón verbenero de vocación y que su triste destino será envejecer sola.


Sí éste es el feminismo que tantas veces he oído reivindicar a las defensoras de 'Sexo en Nueva York', igual a alguien le han vendido una moto. En fin, la peli. Pues un horror, viene a ser como el chiste de las mujeres y los films X hasta el final pero sin retranca, y encima hay que soportar el arsenal de mohínes y pucheros de una de las peores actrices del panorama actual: Sarah Jessica Parker. Sus 'manolos' actúan mejor que ella, no sé si me explico.


Vídeo del día: 'My favourite dress', THE WEDDING PRESENT

miércoles, 1 de octubre de 2008

De asombroso, poco




Esperaba más de 'El asombroso viaje de Pomponio Flato', la última novela de Eduardo Mendoza. Mucho más. Si la trayectoria del barcelonés combina obras de marcado carácter literario, como 'La verdad sobre el caso Savolta' o 'La ciudad de los prodigios' con otras de tinte paródico como 'Sin noticias de Gurb' o 'El laberinto de las aceitunas', su último libro se adscribe al segundo apartado, pero ay...

La sensación de déjà vu no me la he quitado de encima a lo largo de la lectura. ¿Tiene gracia? Mmmmm... sí. ¿Está bien escrito? Sí. ¿Entretiene? Pssss.... sí. Lamentablemente -para mí- el conocer obras anteriores de Mendoza en las que manda su afilado sentido del humor ha provocado que me dejasen bastante frío las andanzas del tal Pomponio.

Que, por cierto, paso a describir someramente. El tipo es un filósofo romano que, en su periplo por Judea, se ve inmerso en un proceso por asesinato contra un carpintero llamdo José, casado con una tal María y padre de un pequeño Jesús. A partir de aquí, situaciones que hacen befa, mofa y escarnio de las tonterías tipo 'El código Da Vinci' y similares, pero que quedan a años luz de la burlesca precisión de Felipe Benítez Reyes y su 'Mercado de espejismos'.

Dicho lo cual, quien busque un entretenimiento sin más, pues ya tiene libro. Eso sí, quien ya conozca el registro más despendolado de Mendoza se quedará en más de lo mismo. Ustedes mismos.

Vídeo del día: 'Love plus one', HAIRCUT 100