lunes, 16 de julio de 2007

El hombre y la tierra



Tras la fría hibernación, con la primavera y el verano se despereza el homo festivalensis. Es en el mes de julio cuando esta especie alcanza su plenitud, y no duda incluso en migrar hacia terrenos más propicios para la caza, pero no adelantemos acontecimientos. Quedémonos, de momento, con lo acontecido el pasado fin de semana en la Ciudad Condal durante el Summercase, celebrado en el Fórum.


Hoy, primera entrega, dedicada a la jornada del viernes. Sobre las 19.30 empezó el maratón con la actuación de los británicos 1990s, una de las revelaciones del festival, con su power rock directo y enérgico ejecutado en formato de trío. Un nombre a retener. A continuación, en la misma carpa, Sr. Chinarro tuvo unos tremendos problemas de sonido que prácticamente abortaron su actuación, con parones y amago de espantá incluidos. Llegamos a The Hidden Cameras para bailar las dos últimas canciones, las únicas que conozco, mira qué bien.


Llegado el momento de cenar, ataque despiadado al bocadillo traído de casa con buen tino. Los comentarios sobre las excelencias gastronómicas de lo que se ofrecía en los distintos puestos son impublicables. Y luego, el momento frustrante del fin de semana. PJ Harvey actuaba en solitario, al piano y a la guitarra en una carpa de grandes dimensiones, pero carpa al fin y al cabo. Calor extremo y apretujamiento generalizado.


Como no quiero morir antes de los 40, hubo que dejarlo correr. Mientras escribo esto, leo en un foro que la gente las pasó canutas y que se colaba el sonido de otro escenario, el grande, donde tocaban los franceses Phoenix, que fueron nuestro siguiente paso. Así que lo siento, Polly Jean, pero ya nos veremos. A todo esto, bravo por los galos, que fueron una agradable sorpresa. Tienen un buen disco y también un muy apetecible directo. Pop de ayer, de hoy y de siempre, que diría un cursi.


Siguiente parada, ya a las 23.15. El año pasado, en otro festival, Flaming Lips me hartaron a la tercera canción, una vez superado el efecto sorpresa ante el confetti, las luces y los extras disfrazados de marcianos. Este año me había propuesto aguantar como un jabato... y nada. Tropecé de nuevo con la misma piedra y al cuarto tema se evaporó la paciencia.


Así que... Astrud. En la misma carpa sauna de PJ, pero con la tercera parte de público, el dúo ampliado a cuarteto en directo ofreció varias tomas de su nuevo trabajo y acabó a lo grande con 'Todo nos parece una mierda' y 'La boda' ante el delirio de sus seguidores, algunos ya descamisados. Cuando acabaron ya habían empezado en otro escenario Arcade Fire, y es que esto es un sinvivir, oiga.


Paso rápido y a por los canadienses, considerados el mejor grupo del mundo en estos meses. No sé si tanto, pero arrollan en directo. El mismo directo, por cierto, que hace dos años, no me dijo ni chus ni mus en el Primavera Sound. Anyway, en esta ocasión sonaron más entonados y con una audiencia que debía superar las 20.000 almas. Momento nescafé, apunté, la interpretación de 'Rebellion' y esos coros de 'Every time I close your eyes... Uuhhhhhhhhhh'. No sé si me siguen.


Tras esta combinación de música solvente y fiesta desenfrenada, cambio a otro de los grandes escenarios para Bloc Party. Algo decepcionantes a mi juicio. Sus canciones menos inmediatas naufragaron en un marco demasiado amplio, por el que se escapaban buena parte de los matices. Apenas vi unos 40 minutos, poque opté por el jolgorio enloquecido de LCD Soundsystem, en la carpa arriba citada. Ninguno de mis acompañantes quiso sumarse a esta aventura, que culminó en un concierto memorable, lleno de energía, de los que uno se acuerda años después.


Recuperé a los que se dicen mis amigos para atender a Scissor Sisters, que ya habían empezado, para variar. Por cierto, voy por las 4 de la mañana, para que ustedes se hagan cargo de la dura lucha por la supervivencia del homo festivalensis. Bien, asistimos a la segunda mitad del concierto-fiesta que monta este grupo sobre las tablas. Disco-funky-pop hedonista y bailongo, ideal para esas horas en las que las gafas de sol ya son necesarias aunque no haya amanecido.


Para el fin de fiesta, la opción de bailar los bootlegs de 2manyDJs quedó descartada ante el riesgo de aplastamiento en la famosa carpa. Para eso estaba la otra, con Amable & Gato, los DJs residentes del Razzmatazz, que sirvieron la banda sonora ideal para unos bailoteos hasta que el sol despuntaba ya. Cansado, el homo festivalensis buscó su madriguera.


Tema del día: 'North american scum', LCD SOUNDSYSTEM



4 comentarios:

Anónimo dijo...

Dios bendito!!!!! ¿¿¿ese es el homo festivalensis????

Anónimo dijo...

Sobrevalorado, no nos engañas. ese no eres tú

Anónimo dijo...

Y la segunda entrega??? Perro, más que perro

Anónimo dijo...

¿Morir antes de los 40? ¿Cuántos años te crees que tienes, mamón?