martes, 25 de noviembre de 2008

Grandes truños de 2008 (III)


La informática la carga el diablo. No sé si lo sabían, pero ya se lo recuerda este blog. Viene esto a cuento de que problemas de computación me han tenido parado más de lo previsto justo cuando tenía en mente dedicar unas líneas a una de las peores lacras que amenazan a cualquier internauta:

Facebook


Los teóricos de la mandanga de las nuevas redes sociales argumentan que Facebook, Twitter, Myspace y otras hierbas son el nuevo foro, la nueva plaza pública en la que la sociedad se da cita para, a través del intercambio de información, y del uso compartido de ésta, avanzar hacia el progreso. Zarandajas.


Uno de mis mayores errores -y mira que tengo las vitrinas repletas- fue contestar un correo electrónico en el que un amigo me preguntaba si aceptaba su invitación para extender nuestra amistad a este nuevo ámbito. No lo pensé mucho, puse que sí y acepté. Desde entonces, no me libro de mensajes de personas que conozco -o no- que me extienden la misma invitación.


'¿A ti qué más te da?' pensarán ustedes. Pues me da que es una pesadez pertenecer a una red que te pone en contacto con gente con la que no quieres estar especialmente en contacto. Los favorables a la tontería ésta arguyen que gracias a Facebook han recuperado el diálogo con personas de las que hace muuuuuuuchos años que no sabían nada. Bien, si no sabes de alguien durante 15 años o los que sean será por algo, digo yo.


Vamos a ver, con esas personas con las que fuiste al cole, a la facultad, al reformatorio, al gimnasio o a donde sea... si quieres mantener el contacto, lo mantienes. De hecho, antes de la irrupción de internet en nuestras vidas había ya un invento llamado teléfono. Y antes de que hordas de ágrafos se dejasen los pulgares tecleando en el móvil, la gente que tenía algo que decirse se mandaba cartas.


Bien, ya has contactado con un antiguo condiscípulo, pongamos por caso. ¿Para qué? ¿Le vas a contar tu vida? ¿Vas a explicarle que tu mujer te dejó por culpa de tu alcoholismo? ¿O que eres un profesional de éxito y millonario? No, vas a soltar un par de generalidades para no parecer ni muy lastimero ni muy arrogante y ya está. Además, estos inventos tienen cierto sentido en EEUU, donde la gente casi nunca vive toda su vida en el mismo sitio, pero aquí...


Dicho lo cual, si decides que from lost to the river y te inscribes en Facebook o similares, la profundidad y trascendencia de los mensajes que la gente se entrecruza a la vista de todo el mundo son de órdago. Frases como 'Cari, nos vemos el finde de fiestuqui' o similares son el tronco central de pseudoconversaciones que, ineludiblemente, concluyen con 'un besazo'. Aunque quizás sean peores las de post-weekend, comentando la jugada.


En fin, salvo que sean ustedes unos adolescentes consumidos por los picores propios de la edad o unos aficionados a los sms de ésos que no dicen nada, es decir, si valoran su tiempo, ya saben qué tienen que evitar.


Vídeo del día: 'Electricistas', FANGORIA


9 comentarios:

Anónimo dijo...

Eso, a ver si dejamos de tocar las pelotas con el feisbug de los cojones

hortelano dijo...

Na, na, na, nah. Pierdes el atisbo central de los amantes del feisbuquismo. Todo ello es una cuestión de absoluto morbo. Una falsa sensación de que puede recuperarse, con base en saluditos piteros, todo aquel árbol de decisiones que se dejó atrás el mismísimo día en que dejaste de hablarle a ese viejo y perdidísimo amigo del cole, je.

Yo, honestamente, le tomo por el lado más pragmático. Reduce tensiones sexuales innecesarias, colabora con las relaciones públicas tercermundistas y -para colmo- tiende puentes insospechados entre personas que probablemente se odiarían en la vida "real".

Así que sí: Soy un esclavo más del facebook. Pero también disfruto el seleccionar las aplicaciones más contestatarias (ja!). Sé que es una reverenda mamada, pero sin duda que me encantaría ver al FBI en mi puerta por el simple hecho de compartir drogas virtuales.

Morbo, morbo, morbo. Es puro puto morbo. Pero bueh, es todo lo mismo.

Abrazo.

Anónimo dijo...

Lo único que tengo que decirle es: ¡Amén!

Amanda dijo...

Aaaaay, en mala hora se me ocurrió hacerme amiga de no sé quién que me había invitado no sé cuántas veces.....

hostiamor dijo...

Tengo que dejar un comentario con tan poca sustancia como los que le hacía Domènech Balmanya al Butanito:
Totalmente de acuerdo, Sobrevalorado.
Y lo peor es que luego la gente dirá que tiene 400 millones de amigos porque se van aceptando de enlace en enlace.

Anónimo dijo...

Sr. don Sobrevalorado, no podria estar mas de acuerdo con usted, estoy hasta los mismisimos del feisbuc. De las ultimas 1000 conversaciones habra salido la falabra feisbuc en 999. Que pesadez todo el mundo con el pu.... feisbuc. Y encima me he perdido algun sarao porque la gente queda directamente a traves del feisbuc, y si no tienes, te jodes!!!

Salud
El Recomendado

Sobrevalorado dijo...

Mire, Recomendado, si esa gente son de los que quedan por feisbug y encima no se dignan avisarle, es que no merecen contar con su presencia. Castígueles con su indiferencia (la de usted)

Anónimo dijo...

Sobrevalorado:
Por si te dice algo, acabas de ganar mil puntos. Totalmente de acuerdo. Y oye, que no pasen 15 años.
Desde Bruselas

Anónimo dijo...

Pues nada, que voy a copiar tu entrada y mandársela a todos mis amiguitos (y no amiguitos) que me invitan al Facebook (para cuando una versión en inglés?)