'The suburbs': El piano trotón inicial suena a Madness. Luego, un medio tiempo con coros y violines celestiales más orientados al pop psicodélico que sus dos álbumes anteriores. Aquí hay, sin duda, un golpe de timón.
'Ready to start': Una especie de remake de 'No cars go', de su disco anterior, con las guitarras calcadas del 'Last nite' de los Strokes.
'Modern man': Podría colar como un modesto hit de alguna banda new wave americana de 1981 tipo The Cars. Contenida y muy radiable.
'Rococo': Título apropiado para un tema semiorquestal muy Arcade Fire en el sentido tradicional del término. En algún momento, el abuso del crescendo les acerca peligrosamente a Coldplay o U2. Cuidado.
'Empty room': Vamos, vamos que nos vamos. Zapatilla rockera para una canción con celestiales voces femeninas que finaliza antes de llegar a ningún sitio. Como de compromiso.
'City with no children': Arreglos de órgano aparte, otra melodía con riff salida directamente de los primeros 80. Sería redonda de no ser por un estribillo metido con calzador.
'Half light I': Preciosa gema de orfeberería pop y uno de los mejores ejemplos de cómo encajar instrumentos de cuerda en el género. Una maravilla.
'Half light II (No celebration)': Aunque lo parezca, no es un descarte de 'Funeral', el debut de los canadienses. Quizás la canción más fiel del disco a lo que los fans esperaban, aunque el ritmo electrónico que la sustenta sea novedad. Para cantar a pleno pulmón.
'Suburban war': Aunque por ahí he leído que 'The suburbs' acercaba a Arcade Fire a la órbita de Springsteen, yo de quien me acuerdo es de los Waterboys y sus dos fantásticos primeros discos, antes de que a Mike Scott le diera por la vena celta. Para muestra, este botón.
'Month of may': Otra de rock americano ochentero, veloz y guitarrera como ninguna otra del combo. Da miedo imaginársela en directo.
'Wasted hours': Un medio tiempo sin demasiada historia. Tan agradable como inofensiva. De lo más flojo del lote.
'Deep blue': Interesante proyecto de canción que habría llegado a cotas excelsas si el grupo hubiera optado por vestirla con sonidos más atrevidos y no con los habituales en su armario.
'We used to wait': Un piano casi monocorde y unos esporádicos latigazos de guitarra avisan de que tarde o temprano llegará el estallido. Épica sonora bien entendida, ajustada al guión, sin efectismos.
'Sprawl (Flatland)': Lamento en tono confesional repleto de nostalgia por la infancia vivida en los suburbios, eje temático del disco.
'Sprawl II (Mountains beyond mountains)': Animado reverso de la anterior en clave pop con reminiscencias a The Go! Team y similares.
'The suburbs (continued)': La típica coda que cierra el álbum para enfatizar el carácter conceptual del mismo y que no aporta nada.
2 comentarios:
Muy buenas!
Tendré que volver a escucharlo! A mi me gustó prou y no me representará ningún drama. En el autobús yendo al Sant Jordi oí comentarios no muy buenos acerca del susodicho sidí. A mi me gustó ya que me temía lo peor, un imparable ascenso para ponerse al lado de los épico-salvadores-de-la-múscia como U2, Coldplay o Muse. Bien por ellos.
El concierto me pareció estupendo, hora y cuarenta minutos (lo que me permitió pillar el metro antes de que cerraran), buen sonido (o muy bueno creo yo) y buen show. Tocan bien los cabrones! Me sobró el par de pijas exaltadas que tuve delante un buen rato, la que me cantó todas las canciones en mi cogote y que la gente estaba más pendiente de sus grabaciones con sus aifons y blackberry que por el concierto! Y como apunte nostálgico decir que los mecheros ya han sido sustituidos por los putos móviles! En fin... ni recuerdo los años que llevaba sin ir a un concierto.
Salud
David
PD: Gracias por sus recomendaciones!
Excelente disco,prueba superada.
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