jueves, 14 de junio de 2007

Indiferencia



Reconozco que no sigo la NBA como solía. Hace seis o siete años, cuando daban un par de partidos a la semana, me los grababa para poder verlos con tranquilidad al día siguiente. Pero hace ya tiempo, no sé por qué, que lo nuestro no es lo mismo. Será que yo he cambiado, que ahora prefiero las ligas europeas de fútbol, o que ya no se escuchan los comentarios de Andrés Montes.



Esto último es curioso. Cuando Canal + adquirió los derechos de la NBA, se acabó el oír al habitualmente tranquilo Ramón Trecet -que en su faceta musical (Radio 3) se ha convertido en un enajenado- y nos encontramos con un tipo que vociferaba como un poseso. Costó acostumbrarse a Montes, al ra-ta-ta-ta-ta-ta-ta-ta-ta-ta-ta, al ¡jugón!, a los motes con que bautizaba a los jugadores, y a sus reflexiones rematadas con un "¡Daimiel! ¡Pero qué broma es ésta!".


Anyway, la vida pasa. Las retransmisiones ya no son los mismos -como el público del FIB- y los partidos, tampoco. Ya casi no hay leyendas como antaño, y sí algunos grandes jugadores, como Lebron James o Kobe Bryant, que se juegan todo balón que pasa por su manos, con lo que no es tan extraño que de vez en cuando alcancen guarismos anotadores de vértigo. A lo que hay que añadir que, como dice mi amigo X., las defensas en temporada regular son de risa.


Bueno, todo este soliloquio viene a cuento de que hoy jueves por la noche se acabará -presumiblemente- la temporada baloncestística USA con el cuarto partido de la final entre Cleveland Cavaliers y San Antonio Spurs. Los tejanos ganan 3-0 y esto se acaba cuando el primero llega a cuatro victorias, lo que parece altamente probable. Bueno, igual los Cavs aprietan los dientes ante su público para no hacer el ridículo y caer 4-0, pero las apuestas predicen que habrá paliza.


Total, que esto se acaba y no he visto ningún partido de la final, ni de las finales de conferencia; ni de las semifinales; ni de la primera ronda de playoffs. De hecho, en toda la temporada sólo he visto trozos de partidos con presencia española (Gasol, Calderón, Garbajosa). Y de las competiciones domésticas, ya, ni hablemos. A mí, la ACB y la Euroliga me parecen, en términos de fútbol, un Conquense - Sant Andreu. Que sí, tiene su emoción, pero prefiero la élite.


Otra cosa es el Eurobásket que arranca en septiembre. Ahí sí que hay bacalao, intensidad y calidad. Así que se acabó el baloncesto para servidor hasta entonces. Un deporte, por cierto, "basado en un defecto físico, el gigantismo". La boutade es de mi amigo S.
Tema del día: 'Vem Chritiano', GAIOLA DAS POPOSUDAS

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Amigo mio, como puedes tratar asi a 2 de las tres competiciones mundiales mas importantes q hay, la NBA ahora mismo no seria nada sin los jugadores (no todos europeos) q han descubierto los numerosos ojeadores NBA, el la final four o en los playoff ACB. solo hay q mirar los Spurs
Pd: par ami no es la elite, se van los mejores porque pagan 10 veces mas

Sobrevalorado dijo...

No está en mi ánimo el polemizar, pero en un playoff de ACB o Euroliga uno se descubre solo.

En cuanto a la NBA, si se van los mejores (porque les pagan 10 veces más) y juegan los mejores, entonces es la élite.

Un saludo