lunes, 12 de noviembre de 2007

Apretado y feliz



Gran velada musical la del jueves pasado, en que Wilco ofrecieron un fantástico concierto en Barcelona. Sí, voy con unos días de retraso, pero qué quieren, el fútbol es así. En fin, he dejado pasar unos días para asimilarlo y ya se lo puedo contar: Son muy grandes.


Su último disco, 'Sky blue sky', salió a la venta en primavera y fue precisamente en el Primavera Sound donde les pude ver por primera vez en directo. Por desgracia, el hecho de que actuaran a las 2 de la mañana del sábado -tercera jornada consecutiva de festejo musical- jugó en su contra -bueno, en la mía-, al igual que el escaso volumen de sonido que ordenaron a los técnicos. Vamos, que me quedé con ganas. Inciso: ¿Les suena esta frase?


Ay, que me despisto. Wilco pasaron también por el FIB en verano, pero en domingo, día en que servidor ya estaba de regreso, así que no hubo galletas. En fin, el jueves, bien acompañado, me planté en Razzmatazz, sala sobre la que luego me extenderé, pero que estaba no llena, sino atiborrada de gente. Y no tengo confirmado que agotaran las localidades.


Precisamente hablé de eso con P., de profesión diseccionador, haciéndonos cruces los dos del éxito de un grupo sin un sólo hit en su trayectoria. Tararear un tema de Wilco no es fácil y sólo saldrían airosos del desafío los fans muy fans. Pero algo tienen que arrastran a los aficionados a la música en general -como mi menda lerenda- a escucharles.


Hicimos bien. Los de Chicago no son el siguiente eslabón de la reinvención del rock contemporáneo -como su penúltimo disco, 'A ghost is born', podía dar a entender- sino un sobresaliente grupo de heredero del clásico sonido norteamericano de, digamos, Neil Young. Por eso, su recital sonó al principio acústico, suave, reconfortante... demasiado plácido incluso.


La segunda mitad del show, no obstante, dio entrada a inyecciones de nervio en las ejecuciones de sus viejos temas, y también de alguno nuevo. Mención especial en este sentido para 'Heavy metal drummers' y 'Hummingbird', y para su último tema, mi preferido y el de muchos: 'Spiders'.


Voy ahora a lo del local. La capacidad oficial de la sala Razzmatazz es de 2.500 personas, lo que, desde luego, es una barbaridad. No sé cómo se ha llevado a cabo el cálculo, pero el overbooking del otro día resultó infame. Suerte que éramos casi todos talluditos y se trataba de un concierto poco proclive a saltos y bailoteos, porque, de lo contrario, aquello acaba mal.


No se puede pagar 33 euros para sufrir como sardinas en lata y, en muchos casos, no ver nada. El primer piso, que rodea la sala, y que permite visión a muy pocos, acabó hasta arriba de gente que no soportaba las apreturas de abajo. No sufran, que tuve suerte y acabé dando con un lugar relativamente bueno dadas las circunstancias.


Y ahora, el colofón rosa. Como no podía ser de otra manera, Sobrevalorado aprovechó el aftershow para saludar a dos de los integrantes de Wilco, guitarrista y teclista. Amables y educados, ambos; sépanlo ustedes.


Tema del día: 'Spiders', WILCO


1 comentario:

Anónimo dijo...

ya está el pesao dando la chapa a los famosos.

Que no, que es broma, ya sabemos que eres muy discreto