Lo de aquí arriba no va por un experimento chorra de éstos del programa de Pablo Motos -un tío al que le encuentro, como se dice ahora, gracia cero-, sino por un par de películas del año pasado que, si tienen ustedes la suerte de no haber visto, eso que llevan ganado.
No están los tiempos como para desperdiciar casi tres horas con un tostón de cuidado, así que ya les he avisado. Paseen, dénse a la bebida, practiquen el sexo o toquen el piano. Cualquer cosa antes de estas chapas de solemnidad. Me refiero a 'Infiltrados', de Scorsese, y 'El nuevo mundo', de Terrence Malick.
Vamos por el último triunfador de los Oscar. 'Infiltrados' es un remake de 'Infernal affairs', una película hongkonesa de 2002 que originalmente tiene un título en cantonés que no viene al caso. Cuando la de Scorsese llegó a las salas españolas, Canal + emitió el referente oriental.
Resultó ser un peliculón. Y lo afirma alguien no excesivamente aficionado al cine de por allí. Ni al chino propiamente dicho ni al subgénero mamporrero made in la antigua colonia británica. Pero lo de la versión Hollywood es harina de otro costal. Interminable, con escenas alargadas que en el original brillan por lo escueto, una trama sentimental metida con calzador y personajes -como el de Mark Wahlberg- que no sabes si van en serio o son una parodia.
Damon y Di Caprio están bien, eso hay que admitirlo; Martin Sheen siempre resulta grato de ver; pero lo de Jack Nicholson es de juzgado de guardia. Cuando pensábamos que ya había olvidado esas composiciones a base de tics y muecas -vean 'A propósito de Schmidt', una lección de contención-, el viejo zorro se pasea por 'Infiltrados' como si estuviera de nuevo en el 'Batman' de Tim Burton.
Y ahora, un monumental rollo con coartada histórico-sentimental. El romance 'más-grande-que-la-vida' entre el capitán británico John Smith y la princesa india Pocahontas que dio pie a 'El nuevo mundo' del muy particular Terrence Malick. Si no la han visto y tienem ustedes críos, es 'Pocahontas' de Disney con más rigor y menos rapidez.
Los films de Malick se caracterizan por un esteticismo casi enfermizo. De hecho, el tipo es tan perfeccionista y tan rarito que había hecho tres pelis en los 30 años anteriores: 'Malas tierras' y 'Días del cielo' en los 70 y 'La delgada línea roja'. Pero ese ralentí al narrar, que funcionaba a las mil maravillas por contraste en su visión de la batalla de Guadalcanal, resulta un lastre inaguantable para un largometraje, cuando menos, mortecino.
De lo peor resulta además tener que aguantar a Colin Farrell. Siempre sobreactuado, cuando quiere reflejar sobriedad lo que transmite es que le ha dado un aire. Su pobre partenaire es aquí una chiquilla de 14 años que debió ser la comidilla del instituto tras el rodaje, dadas las escenas de cama que se marca con el susodicho.
Si quieren adentrarse en los mundos de Malick, este blog les recomienda que opten por los antiguos y desechen el nuevo. Ah, y regálense los oídos con el tema del día.
Tema del día: 'Pocahontas', NEIL YOUNG
3 comentarios:
Respecto a Pablo Motos y la peli Infiltrados, hacen honor al que era el espíritu original de su blog; desenmascarar sobrevalorados.
Y sobre lo de envejecer mal. Ayer vi al ex-capitán celtarra Patxi Salinas arrastrándose por un reality y con una apariencia muy avejentada. Parece el padre de Julio y creo que es más joven.
La cosas largas (pelis incluídas) están sobrevaloradas...
Sobre Patxi, aparte de que le pegó de lo lindo a Guardiola una vez, no le recuerdo grandes cosas sobre el césped. Por cierto, no he visto el reality, pero sí una foto del antaño ruiseñor de las cumbres, que también participa. Madre de dios...
Nicodemo, hágame caso. Lo bueno, si breve... Y que ninguna mujer le convenza de lo contrario
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