martes, 9 de noviembre de 2010

La extraña pareja



Un año más, llegó a Barcelona el festival In-Edit de documentales musicales, y, como siempre, me planteé ir a cinco o seis pases. Contra todo pronóstico, doblé mi media anual y asistí finalmente a dos proyecciones: 'The White Stripes: Under Great White Northern Lights' y 'Don't look back'. La primera, ya se imaginan, protagonizada por la extraña pareja que conforman Jack y Meg White; la segunda, por si alguien se ha despistado, es todo un hito del género: el seguimiento que D. A. Pennebaker -uno de los padres del formato- realizó en 1965 de la gira de Bob Dylan por Gran Bretaña.

Lo de las grandes luces blancas del norte se refiere a que el dúo que sólo viste de blanco, rojo y negro constata un buen día que no ha realizado una gira como Dios manda por Canadá. Esto es, por las pequeñas ciudades septentrionales del país y no sólo Toronto, Montreal, Vancouver, y alguna otra. Así que se ponen manos a la obra y empiezan a recorrer entrañables localidades tipo 'Doctor en Alaska' en las que, además de la actuación vespertina en la sala o teatro del lugar, para mejor empaparse de las esencias locales, ofrecen un bolo semiimprovisado en boleras, bares, quioscos en parques y otros emplazamientos curiosos, como un asilo de esquimales.

Además del seguimiento en su periplo por el Yukon, el Territorio del Noroeste o Terranova -que levante la mano quien haya pisado esta isla; sí, servidor- la cinta incluye una entrevista con la pareja que me lleva a plantearme para qué mantiene el amigo Jack el formato dúo, ya que su falsa hermana -su ex, en realidad- aporta más bien poco, por no decir nada, en términos musicales. Si a ello añadimos que toca la batería regular, pues... raro, raro. Lo que sí queda claro es que Jack White es un músico superdotado y uno de los mejores bluesmen blancos que ha habido nunca, cantando, al piano o a la guitarra.

Por su parte, 'Don't look back' es la piedra angular del documentalismo musical. Uno de sus hallazgos es, posiblemente, el primer videoclip de la historia, 'Subterranean homesick blues', que prácticamente abre el metraje. Luego, un lúcido retrato de alguien que era casi un dios hace ya 45 años cuando recorrió la pérfida Albión junto a Joan Baez y el impagable manager Albert Grossman. Éste regala grandes momentos a la cámara, como una lección sobre el arte de negociar una actuación televisiva de su pupilo o como la bronca con todo tipo de insultos que le endilga a un estirado director de hotel.

Hasta hace poco, Dylan no era especialmente santo de mi devoción, pero desde que le vi en directo el pasado verano, mi interés ha crecido. Antes de cerrarse en sí mismo y volverse lo huraño que ahora es, Robert Zimmerman fue no ya un músico, compositor o poeta, sino un joven brillante y agudo, repleto de carisma. Vale mucho la pena verle lidiar con fans adolescentes a las que recomienda pensar por sí mismas y no hacer demasiado caso de los demás.

Lástima que tenía un compromiso y me perdí los últimos 20 minutos al salir de la sala. Queda pendiente, así como otras cintas del certamen que no pude ver aunque tenía bastante interés en ellas: Novedosas ('Lemmy', sobre el líder de Motörhead; 'Upside down, the story of Creation Records) o viejos hitos del amigo Pennebaker que podían verse, por fin, en pantalla grande: '101' (Depeche Mode), 'Monterey Pop' (Jimi Hendrix, Otis Redding...), 'Ziggy Stardust' (David Bowie).

Vídeo del día: 'Jolene', THE WHITE STRIPES

4 comentarios:

xyz dijo...

Joder, otro año que me pierdo el In-édit, nunca me entero der cuando lo hacen.

Anónimo dijo...

El de Limbo Starr y el de la Barcelona underground estuvieron bastante bien, aunque parece que no entraban en los planes de sobrevalorado

saludos

elpaseante

Sobrevalorado dijo...

Hombre, hubiera estado bien verlos, pero la vida son prioridades.

Anónimo dijo...

Lemmy fue la bomba

Creation records mola mucho tambien

Y Soul Trian, imperdible