martes, 5 de junio de 2007

Y Mendieta ha marcado un gol realmente increíble



Nunca había llegado tan temprano a un festival como el viernes pasado, día en que a las 18.45 ya estaba dentro para acompañar a mi querido R. -venido ex profeso del planeta Axturias- a ver a su idolatrado Billy Bragg en el muy cómodo y acogedor Auditorio del Fòrum. Suerte que R. llevaba casi una hora en la cola, así que me uní a él saltándome una fila de centenares de personas. El Primavera Sound tiene eso: colas. No se puede tener todo.


Cuando entramos y nos acomodamos en un buen sitio, tomé conciencia del entradón que registraba el recinto. Estaba lleno hasta la bandera, pasillos incluidos, para ver al primer cantautor punk. A mí nunca me había dicho nada en particular el amigo Bragg, pero el otro día vi la luz, amigos. Con una guitarra eléctrica y su gracejo, dio una clase magistral de cómo ser un entertainer en el mejor sentido de la palabra, incorporando el mensaje político y evitando la pachanga manuchaesca.


Eso sí, mi inglés da para el 75% de lo que dijo, que fue mucho. En otras palabras, si no te manejas en la lengua de Chuck Berry, el autor de 'She's got a new spell' pierde algo de gracia, y habría que ver si el público indie español aguantaría esas peroratas a un cantautor de aquí.


Como Billy Brag me fascinó y me lo tragué entero, me perdí el primer artista del escenario grande, The Rakes. Así que pasamos a ver a Blonde Redhead, rock a la americana de toda la vida. Ni chus ni mus, la verdad. Luego, vino el acostumbrado deambular sin rumbo por distintas actuaciones de grupos casi ignotos -para servidor- para acabar haciendo lo mejor que se puede hacer en eso casos: cenar. En este caso, escuchando, que no viendo, a The Fall. A mucha gente le gustó, a mí no.


Posteriormente, Sr. Chinarro confirmó que éste es su año de gracia con un bolo sublime y una banda reforzada con una corista y un guitarrista. Cayeron menos canciones de su último trabajo que en el Let's Festival de L'Hospitalet y algún rescate de los años de oscuridad. Sensacional. A su fin, algo de Maximo Park, un directo contundente y efectivo aunque ya un poco visto, y, haciendo tiempo, Girls against boys, que me parecieron un grupo flojo y cansino pese a llevar 15 años de carrera.


Y a las 2 de la mañana, Los Planetas. Sabido es que en directo son como Curro Romero, que si una de cal y bla bla bla... pero las crónicas apuntaban este año a que, al igual que Sr. Chinarro, su directo había subido enteros de forma exponencial. Y sí, se confirmaron los mejores augurios. Fue, de los ocho o nueve bolos que les he visto, uno de los dos mejores.


Atacaron buena parte de 'La leyenda del espacio' con un sonido sobrecogedor, contundente y diáfano, con especial mención a la batería de Erik Jiménez -situada en un palio, por cierto- y a las capas superpuestas de guitarras. El público, estremecido, callaba hasta que las canciones terminaban para aplaudir entonces a rabiar. En cambio, la segunda parte vino a ser un grandes éxitos de los granadinos con una rejuvenecida 'David y Claudia' como joya de la corona. Unas 14.000 personas enloquecían, chillaban y cantaban, mientras que los guiris no entendían nada.


En lo que a conciertos concierne, la noche se cerró con Hot Chip y su electropop hedonista, muy apropiado para la madrugada. De lo que siguió en los escenarios electrónicos hasta las 6 de la mañana no estoy del todo seguro, así que no me hagan mucho caso. Por ejemplo, no se fíen si alguien les cuenta que J, de Los Planetas, rehusó educadamente atender a este blog. Aunque podría ser cierto.


Continuará...


Tema del día: 'A new England', BILLY BRAGG

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Me encanta lo de pachanga manuchaesca. De lo demás no entiendo casi nada, pero me encanta leerte. Me río mogollón.

Anónimo dijo...

He leído dos entregas de un tirón y me canso como tú. Suerte que no fui al Primavera, aún me estaría recuperando.

Anónimo dijo...

No, no aguantamos peroratas ni a listillos como usted. Y The fall son buenos, hágaselo mirar.