TRIÁNGULO DE AMOR BIZARRO
Miércoles, Apolo, 22.30. Tercer bolo de los gallegos que veo este año. Sorpresa, poco, como imaginarán, pero el vendaval sonoro que desatan resulta misteriosamente adictivo y les veo muy en forma, como ya expliqué a cuenta de su actuación en el festival al aire libre que se monta en el Maremàgnum. En esta ocasión, les vi apoyado en el lateral del escenario, con lo que pude constatar que para tener un grupo hoy hay que haber estudiado Ingeniería Electrónica dada la cantidad de pedales, amplis y cachivaches varios que había por el suelo.
EDWYN COLLINS
Jueves, Bikini, 22.00. La historia de este hombre, por si alguien aún la desconoce, es tremenda. Lideró una original banda dee pop en los 80, Orange Juice, y luego emprendió una carrera en solitario modesta pero no carente de interés. Hace cinco años, un derrame cerebral le dejó casi en estado vegetativo. Muy lentamente, fue recuperando funciones como el habla y el movimiento, a pesar de que le ha quedado una mano inhábil y le cuesta acabar las frases. Con todo, ha sacado un disco notable ('Losing sleep') y se ha ido de gira embarcando a amigos -Boz Boorer, teclista y co-compositor de Morrissey;Paul Cook, bateria de SexPistols- y familiares.
Con el aforo casi lleno y sin necesidad de abrir la sala anexa en Bikini, el amigo Collins se marcó un concierto entrañable y sólido, sin que sintiéramos lástima por él como me ocurrió cuando le vi en el Summercase 2007. Respaldado por una banda solvente, sentado en un taburete y leyendo las letras en un atril, el ex Orange Juice repasó su flamante trabajo, su trayectoria como solista y también los mejores temas de su conjunto ochentero.
El muy zorro nos desarmó además de con su arte con un sentido del humor a prueba de bombas, como cuando olvida los nombres de sus acompañantes o se ve incapaz de acabar una frase y tira por la calle de enmedio. Sin dramatismos, sin tragedias, el tipo está encantado de haber vuelto a la vida y lo transmite. El súmmum del buen rollo -bien entendido, ojo, nada de rastas y canutos- fue cuando subió su hijo adolescente a hacer la segunda voz de un tema. El chaval cantó, se marcó unos bailes new wave muy graciosos, acabó, besó a papá y debió de decirle algo como "ya volveré al hotel, me voy a un sitio que se llama L'ovella negra a ver si pillo".
El respetable tardó en arrancar y seguramente se deba a que Don Edwyn repetía actuación al día siguiente en el Casino de l'Aliança, un marco realmente apropiado, y los fans más devotos estaban en otras salas de la ciudad catando propuestas ignotas reservándose para el coqueto teatro. Así, un rugido de aprobación saludó 'A girl like you', mientras viejos temas como 'Rip it up' cosecharon escasa aprobación de salida.
Balance: Una horita de notable actuación, un tipo encantador y encantado, y la sensación de ser mejor persona al salir.
TEENAGE FANCLUB
Viernes. Apolo. 23.30. Salgo del concierto de Suede en Razzmatazz, recojo a un pasajero y emprendemos viaje a Nou de la Rambla. En la puerta, lo que me temía. "Aforo completo en la 1, podéis pasar a La 2". Entramos. Salimos. mi copiloto no se rinde, mueve los hilos y entramos a la sala 1, que se ve nutrida pero tampoco a punto de reventar.
El caso de Teenage Fanclub resulta curioso, con 20 años de carrera a su espalda y el status de clásicos de un género ya por sí neoclásico -Beatles + Byrds-. Servidor tiene cuatro discos de los escoceses y le gustan lo normal, ni mucho ni poco. Están bien, como se suelen decir, pero soy incapaz de recomendarles una canción sin mirar los créditos.
Y así resultó el concierto. Pulcro, aseado, en definitiva, aséptico. Es la primera vez que les veo en vivo y la sensación de que su talento musical está lastrado por una alarmante presencia de horchata en la sangre aún me acompaña. Lástima.
MALE BONDING
Sábado. Apolo. 1.00. Grupo malo, sin canciones ni personalidad, a medio camino entre el grunge más pesado y el indie rock noventero más plomizo. Es lo que tienen los festivales en los que descubres grupos -los de la marca Primavera-, que a veces se gana y a veces se pierde.
Vídeo del día: 'In your eyes', EDWYN COLLINS