La absurda felicidad primaveral que me embargaba esta mañana ya se ha ido al garete. No es que me hiciera especial ilusión ver a The Police en septiembre en el Estadio Olímpico, pero después de comprobar cómo se ha puesto la cosa económicamente hablando, ya puedo decir una cosa (y citaré a Body Count): Fuck Police!.
Al módico precio de 67 euros (más gastos de distribución), las entradas de pista -el fregao, para entendernos- se han agotado en seguida. Por ese mismo precio, se me ofrece ver el concierto desde el gol opuesto al escenario, y en la grada superior. Fenomenal, dado que es un recinto con pista de atletismo, los que vayan allí verán las pantallas de vídeo -imagino que habrá- como si fueran garbanzos en la lejanía. Porque de ver a Sting y sus secuaces...
¡Y yo que pensaba que los Stones eran unos avaros! Sigamos con el rubio del sexo tántrico. El mismo gol enfrentado al escenario, pero en grada inferior, vale 72,50. Sí, más de 12.000 pesetas por estar en el culo del mundo viendo a una banda de sonido más bien reposado. Y ahora, pasamos de robo a estafa a gran escala. En las tribunas laterales, y en ambas graderías, la parte que corresponde de medio campo hacia atrás sale por sólo 95 euros del ala. No, no sé si hay favores sexuales incluidos.
Vamos ahora a la zona noble, por decir algo. Las tribunas más próximas al escenario. Próximas, claro está, hablando de un recinto con capacidad para 60.000 personas que el Espanyol va a abandonar porque, entre otras razones, el público está alejado del césped. Bien, la broma sale por 111,50 pafias por bigote. Hagan una pausa para reír antes de seguir leyendo.
Y finalmente, la crème de la crème. La entrada para el palco y aledaños cuesta 167,50 euros. Como suena. Vale, acepto que éste es un segmento pequeño que existe en todas las grandes citas y no me voy a quejar por eso. Seguro que además tienes aparcamiento y catering incluidos. Bueno, supongo, que si no... Pero el quid de la cuestión no va por ahí. Va por las entradas medias y bajas. Si ya mosqueaba el anuncio de que tocaran en un estadio y no en un palacio de deportes, estas tarifas han supuesto un freno para muchos. Como servidor.
En esas fechas, espero que las fiestas de la Mercè ofrezcan actuaciones interesantes y que, si alguien me tiene que robar la cartera, que sea un necesitado y no un señor con casa en la Toscana. Ya me contarán cómo estuvo.
Tema del día: 'Cop killer', BODY COUNT
5 comentarios:
No se enfade, hombre. En mi pueblo tenemos una banda municipal de mucho fuste. Venga a verlos un día.
Ja, ja, ja, al menos, después de arreglar la casa de la toscana, harán algo de caridad:
Parte de los ingresos de la gira mundial del grupo formado por Sting, Stewart Copeland y Andy Summers se destinará a WaterAid, una ONG internacional fundada en 1981 con el objetivo de reducir la pobreza mejorando el acceso al agua potable, la sanidad, la educación y la higiene
hola soy anonimo zafio
yo me voy a amsterdam a ver a estos gañanes,las entradas de londres eran prohibitivas para un bolsillo tan delicado como el mío.
a ver que día nos vemos amigo sobrevalorado
Caramba con ese tipo. ¿Amsterdam es como Palencia?
oiga, el de arriba, un respeto
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