martes, 17 de abril de 2007

El mundo es un lugar extraño





Cuánta razón tenía Laura Dern en 'Blue velvet'. Las entradas para ver a una banda que no duró junta ni una década se agotan 24 años después en nueve horas a precios de mano armada. Y mañana, toma segunda taza, salen a la venta las de los Stones, que serán aún más caras. Y nada de exclusividad en un recinto coqueto, que hablamos de un estadio con 60.000 espectadores de capacidad.


Para rematar mi despiste de hoy, TVE anuncia que esta noche arranca la emisión, desde el primer capítulo y hasta completar la quinta, última e inédita temporada, de 'A dos metros bajo tierra'. Y yo, desesperado por haberme quedado por el camino, que había iniciado la compra en DVD para acabarla...


Añádase a todo ello la climatología y el consiguiente despuntar alérgico. En fin, para sobrellevar todo esto, qué mejor que dos discos comprados recientemente. El segundo de Maxïmo Park, que lleva por título 'Our earthly pleasures', es de esos que te hacen arrancar el día con energía. Sonido urgente, guitarras veloces y melodías con regusto a grupos como los Buzzcocks -ese órgano- con quienes, por cierto, coincidirán en breve en la Ciudad Condal: www.primaverasound.com.


Vi en vivo a Maxïmo Park en la sala 2 de Razzmatazz hace como dos años, y pensé que no estaban mal pero que les faltaban canciones. Vamos, que un grupo inglés más. Casi lo mismo que el año pasado en Summercase, donde pasé un cuarto de hora en la carpa en que tocaban. Sin embargo, este disco me hace concebir más esperanzas en su directo. 'The unshockable' o 'Girls who play guitars' (buen título) me levantan el ánimo en plena astenia primaveral. Que no es poco.


Segundo round. 'Myths of the near future', de Klaxons. También ingleses, qué le vamos a hacer si el asunto este de los grupos de rock lo inventaron ellos. Pongo el disco, suena 'Two receivers' y esa voz... es como si Peter Gabriel hubiera saltado en el tiempo desde 1986 -le habría ido mucho mejor, a él y a nosotros- y hubiera aterrizado el mes pasado. Un rock imaginativo y reciclado, con regusto ochentero. OK. Siguiente corte: 'Atlantis to interzone'.


Ahora entiendo la etiqueta de 'new rave' que les han colgado en Gran Bretaña. Rock de baile, sirenas y voces sampleadas a lo breakbeat; caña, caña, caña podría resumirse la cosa, que de golpe vira hacia un ska feroz y agresivo. Imagino que un alfeñique con las rodillas maltrechas sufrirá en las primeras filas de un concierto de esta gente y tomo nota por si este año bajo algún día al FIB y coincidimos.


Mientras escribía el anterior párrafo, el CD ha seguido sonando y... variado sí que es. Ahora, oyendo 'As above, so below' me viene a la mente la ELO, qué cosas. Y luego Love and Rockets, y ahora esas voces a lo Scissor Sisters, y ese beat patilludo a lo Fatboy Slim... Un galimatías, vamos. Pero no se puede decir que te deje indiferente, lo cual no es poco en estos tiempos asépticos. Es poner el ábum y recordar a David Summers: "Hoy voy a pasármelo bien".


Tema del día: 'Our velocity', MAXÏMO PARK

PD: Rectifico y añado. Puede que el FIB sea una oportunidad de ver a Klaxons, he dicho arriba, pero más seguro es que los veré en el Primavera Sound, dato que había olvidado.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

David Summers, qué gran intelectual.

Anónimo dijo...

Entre la ELO, Peter Gabriel y Love and Rockets, vaya juventud extraña tuvo usted.