jueves, 15 de marzo de 2007

¡Oh, qué corbata! ¡Qué pantalón!

Un concilio de enamorados de la moda juvenil. Eso es lo que siempre me ha parecido el Sónar, ese festival taaaaan moderno que sólo se puede celebrar en Barcelona. Reconozco que siempre he tenido curiosidad, pero primero la distancia geográfica y después lo apretado del calendario musical me lo habían puesto harto difícil para asistir. Necesitaba servidor un estímulo que le empujara a sumergirse en las aguas de la vanguardia y la electrónica, y héte aquí que el acicate ha llegado: Beastie Boys.

Además de los neoyorquinos, el Festival de Música Avanzada y Arte Multimedia (subtítulo del Sónar) contará del 14 al 16 de junio con la genial presencia de Devo, que son, como todo el mundo sabe, unos Humbert Humbert de Ohio con 30 años de carrera, Jeff Mills, Timo Maas, Miss Kittin o Junior Boys. Interesante, cuando menos. En el apartado nacional, algunas propuestas que he degustado recientemente con resultados dispares (Fangoria, Dorian) y otras por las que siento una curiosidad (Facto Delafé y las Flores Azules, La Mala Rodríguez) digamos mesurada.

Como dijo Forrest Gump, y cuentan los que han ido, el Sónar es como una caja de bombones: nunca sabes lo que te va a tocar. Sin embargo, el sabor amargo que ya sé que no voy a paladear es el de Mogwai, una de las bandas más sobrevaloradas e insufribles del mundo. El resto de participantes está disponible en www.sonar.es/2007/esp/s2007.cfm, así como precios y otras informaciones de interés.

Eso sí, iré de noche. Porque hay Sónar de Día y Sónar de Noche. El primero acoge todo tipo de actividades multimedia, sonoridades avanzadas y todas esas marcianadas que luego salen en el Telenotícies de TV3. Lo bueno es que se lleva a cabo en el centro de Barcelona, a 10 minutos de mi humilde morada, y permite acercarse dando un paseo para disfrutar del colorido que proporciona la fauna sonaradicta. Un espectáculo en sí mismo.

La opción nocturna es, mayormente, raka raka. O sea, conciertos convencionales y sesiones de DJs en un marco industrial. En este caso, en las naves de la Fira (feria) de Barcelona, que, como su propio nombre indica, está en L'Hospitalet. No me pregunten por el emplazamiento porque no he ido nunca, así que más alicientes para una excursión noctámbula. Y más gasto para el bolsillo, 15 días después del Primavera Sound y un mes antes del Summercase. La vida es dura, y la farra, ni te cuento.

PD: Gracias a B. por su aportación sobre Bryan Ferry y su fallido concierto en Málaga. Léanla en www.lacoctelera.com/martinidemar.

Tema del día: 'No vayas al Sónar', ALMA-X

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