miércoles, 7 de marzo de 2007

Una retirada a tiempo

Traía hoy en mi mente dos asuntos sobre los que desvariar, ambos de índole más o menos política, pero entre que me cuesta hablar de cosas serias dos días seguidos y que acabo de horrorizarme hace escasos minutos con otra cosa, voy a centrarme en ésta. Al avío: Rod Stewart sigue en activo. Y yo, despistado.

Bien, por si alguien sigue leyendo a partir de ahora, acabo de ver en Canal + un concierto del rubio escocés grabado en octubre en un teatro neoyorquino. Ya son ganas, podría pensarse. En mi descargo, diré que me ha podido la curiosidad y una pizca de nostalgia. Mucha gente se acordará simplemente de un hortera con pantalones de leopardo y peinado imposible abrazado a un montón de desmpapanantes modelos en sus vídeos, pero hubo una época en que Rod Stewart tenía eso especial, llámese pellizco, duende, mojo o como se quiera.

En los 70, además de interpretar baladones azucarados, y antes de convertirse en un producto apto para todos los públicos, Rod Stewart fue un gran cantante de rock. Tanto con los Faces -estupendo grupo- como en solitario, manufacturó varios álbumes aprovechables entre los que descollaban ardientes píldoras de soul y rock'n'roll a la vieja usanza. Siguiendo la senda stoniana, viró a la música disco el mismo año que su ex socio Ron Wood y compañía -1978; 'Da ya think I'm sexy?' vs. 'Miss you'-, pero el amante de las rubias dio el pelotazo de su vida y puso coto a las guitarras desbocadas, que fueron reemplazadas por sintetizadores y ritmos más comerciales.

Cuando vi en directo a Rod Stewart, hace 20 años justos, ya era una estrella decadente sumergida en el estilo de vida californiano. Pero aún era condenadamente bueno sobre un escenario cuando su voz arenosa arremetía con 'Hot legs' o 'Sweet little rock'n'roller'. Y la primera voz que oí hablar de Tom Waits fue al escuchar la versión del escocés de 'Downtown train'.

Pero, ay, si el tiempo ha pasado por servidor, por el amigo Rod también. Investigando, acabo de descubrir que vino a España hace poco para promocionar -¡en OT!- su nuevo disco ('Still the same… Great Rock Classics of Our Time'), que no es sino la grabación del concierto que acabo de ver. Hace años, el rubio y borrachín vocalista hubiera dicho que nanay a publicitar su trabajo en según qué medios, pero los tiempos han cambiado. Y las dotes de Stewart, también.

No es que tenga ya poca voz o que la banda sea tan profesional como carente de alma. Es que lo que el artista entiende por grandes clásicos contemporáneos del rock incluye 'Missing you', un penoso éxito de los 80 a cargo de un tal John Waite, o 'It's a heartache', de Bonnie Tyler. Esto de versionar a una imitadora debe ser un chiste privado que se me escapa. En resumen, sonrojante. Pero ojo, el descafeinado directo de Rod Stewart aún tiene éxito en EEUU, y ahora mismo está en una gira de cinco meses con tres paradas en el Madison Square Garden. Los americanos, ya se sabe, son como niños.

Tema del día: 'Stay with me', THE FACES

1 comentario:

Anónimo dijo...

¿Y ese Baby Jaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaane?