Hoy el cuerpo me pide política. Será que llevo desde primera hora escuchando los pormenores de la crisis del Tribunal Constitucional a cuenta de la recusación de uno de sus miembros, Pablo Pérez Tremps, para que así no se pronuncie sobre los recursos presentados contra el Estatut. Iba a escribir sobre eso, pero ya lo haré otro día.
Me apetece más habar de Oleguer Presas, el futbolista del Barça, y sus controvertidas opiniones políticas y sociales. Este joven, titulado en Económicas, defiende unos postulados próximos a los grupos de la izquierda alternativa y el independentismo catalán. Bien, cada uno piensa lo que quiere. Incluso estupideces, como el pasaje de su libro Camí d'Ítaca que reza: "Cuando Carrero Blanco ganó el concurso de salto de altura...".
Ayer salió a la luz un artículo de opinión de Oleguer escrito para una publicación llamada La directa, que ha recogido a su vez Berria, medio próximo a la izquierda abertzale. El central reconvertido a lateral arremete contra el Estado de Derecho acusándole de "hipocresía" al entrar a comparar con ironía los casos del etarra De Juana Chaos y del general de la Guardia Civil Rodríguez Galindo. Y critica además la falta de independencia del poder judicial, al que niega autonomía respecto del político.
A mí me parecen un montón de sandeces, pero no es ahí adonde voy. Resulta que el muchacho fue interpelado por la prensa sobre este asunto ayer en el Camp Nou, y él, en la sala de prensa, se prestó al juego. Por la parte de la libertad de expresión, intachable. Que piense y diga lo que quiera. Pero la sala de prensa del Barça está para otras cosas.
Imaginemos ahora que a Sylvinho, creyente englobado en el grupo Atletas de Dios, le da por hacer proselitismo desde la sala de prensa. O que a Iniesta le dé por defender, no sé, la conveniencia de que España se anexione Portugal. O que a cualquiera se le ocurriera soltar que vaya chorrada esto de hablar catalán pudiendo hablar la lengua del Imperio. Y que todos estos disparates no los hagan en la calle, sino en las tripas del estadio azulgrana.
Si Oleguer quiere hacer públicas sus opiniones, enhorabuena. Pero que convoque a la prensa en un bar. O en una casa okupada.
Todo esto ya lo pensé, por cierto, cuando a mi antiguo jefe Manuel Chaves le dio por recibir a colegas de partido (del PSOE asturiano, gallego...) en la sede de la Junta de Andalucía. Y con rueda de prensa y todo. Lo que no entiendo es que nadie preguntara si no tenían la sede del partido en Sevilla para reunirse, que aquellos despachos los pagábamos todos y estaban para otra cosa. Mucho plumilla azote del poder, pero a la hora de la verdad, calladitos.
Tema del día: 'Fight the power', PUBLIC ENEMY
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