No conozco a nadie con buen gusto musical al que no le agrade Roxy Music. En España, desde La Mode y el titular de hoy hasta la versión de Peanut Pie de 'More than this', muchos artistas de común renombre y variada orientación les han rendido pleitesía. Viene esto a colación porque el otro día recaí en mi adicción... y compré discos. Voy a centrarme sólo en dos novedades y empiezo por 'Dylanesque', el nuevo trabajo de Bryan Ferry.
El cantante de RM nunca destacó por sus dotes compositivas, que quedaban bien repartidas dentro de una de las mejores bandas de los 70 y primeros 80. Su carrera en solitario -que inició en paralelo a RM en 1973- ya arrancó echando mano de Bob Dylan, los Stones, Smokey Robinson y otros. Su trayectoria, salvo 'Slave to love' -que sonaba en 'Nueve semanas y media'-, no le ha reportado muchos éxitos, pero cuenta con momentos muy disfrutables, como 'As time goes by' (99), un disco de crooner a la antigua usanza.
Bien, a Ferry le gusta tanto Bob Dylan que ha grabado un disco con 11 versiones del gruñón con rizos. Quien esto escribe nunca ha prestado la debida atención al maestro de Minnesota, ya que lo críptico de sus letras, esa voz nasal y un sonido sin aristas me mantenían a distancia. No obstante, últimamente me he abierto al mundo musical dylaniano, proceso que continúo con este álbum de covers. La clase innegable de Bryan Ferry consigue que canciones como 'Baby let me follow you down' o 'If not for you', que nunca me habían dicho ni chus ni mus, me apetezcan ahora en versión original.
Y mención especial merece un clásico como 'Knockin' on heaven's door', destrozado regularmente por todo tipo de aprendices: la peor ofensa, la de Guns n'Roses. El único lunar que le pongo a 'Dylanesque' es el cierre con 'All along the watchtower'. Después de Jimi Hendrix, nadie, ni el propio Dylan, debería atreverse a tocarla. Volviendo a Ferry, una gira -solo o con RM- sería de agradecer. Después de ver en directo en los últimos meses a Morrissey, Ray Davies y Marc Almond -éste, 10 minutos-, creo que no me quedarían muchos históricos por ver. Bueno, Dylan. Ah, y Paul Weller. Y Leonard Cohen. Dejémoslo.
Segundo asalto: 'A weekend in the city', de Bloc Party. Lo he escuchado ya seis veces entero y... no me chifla pero me va enganchando paulatinamente. Carece de la inmediatez de su primer trabajo y tampoco dispone de ningún hit claro, como 'Banquet' en el anterior. Escucho y escucho, y el álbum de Okereke y compañía suena a varias cosas pero a ninguna referencia firme. Tiene algo de los Franz Ferdinand menos facilones, de los Radiohead más acelerados, de los Arcade Fire más recogidos o de los Maximo Park menos obvios. No sé si me explico.
Cuesta enganchar una canción de 'A weekend in the city' en la memoria. Pero vuelvo una y otra vez sobre el disco y a cada escucha aprecio nuevos matices: una línea de bajo, un ritmo sincopado, un arpegio de guitarra... Eso sí, como te digo una có te digo la ó: Hay momentos -'Sunday'- en los que se me aparece el fantasma de los U2 más cargantes (¿pleonasmo?), borrachos de épica y ampulosidad. Mi conclusión es que vale la pena escucharlo y guardar el veredicto definitivo sobre Bloc Party para sus conciertos de mayo -en salas- y julio -en festivales, muy posiblemente-.
Tema del día: 'Knockin' on heaven's door', BRYAN FERRY
PD: Hace ya semanas que ofrecí al mundo mi lista particular de 'los mejores del año'. Bien, ha llegado a mis oídos con retraso una joya editada en 2006 y la lista ha de quedar necesariamente alterada. De hecho, hay nuevo campeón. Mi nuevo mejor álbum internacional es 'The greatest', de Cat Power. Escúchenlo.
1 comentario:
Rafa, Ferry venía a Málaga en abril y se ha caido del cartel de repente. No sé si tiene que ver con que uno de los patrocinadores del concierto era una conocida marca de güisqui y resulta que el tipo es de Alcohólicos Anónimos y el representante exigió la retirada de ese sponsor. Una pena, era una de las citas en rojo. Un beso
Publicar un comentario