Contaba 14 añitos recién cumplidos este relator cuando The Police se disponía a recalar en España por última vez. Con la emoción propia de la edad, sondeé entre mi familia las posibilidades de asistir para descubrir, atónito, que mis padres no ponían muchas pegas si iba con mi hermana, y que era ésta la que no tenía ganas de cargar con un mocoso. Total, que mi acceso al mundo de los conciertos se demoró casi un año para acabar llegando de la mano de, ejem, Dire Straits.
Cerramos flashback. Bien, la noticia musical de la semana es que vuelve, tras el bolo de la entrega de los Grammys, The Police. Una gira mundial de verano-otoño, que arrancará en EEUU y saltará luego a Europa, Japón y Australia, y cuyo anuncio ha tenido lugar en el Whisky a Go Go de Los Angeles, un garito histórico donde casi entro este verano. Por cierto, acabo de comprobar -en www.thepolicetour.com- que se pueden comprar ya las entradas para los shows del Madison Square Garden (1 y 3 de agosto) y otros recintos norteamericanos.
Ha quedado claro antes que fue éste uno de los primeros grupos que me gustó. De hecho, tengo todos los discos -en vinilo, obviamente- y hace un par de años me hice con la discografía completa en formato MP3. Dicho esto, ¡qué poca ilusión me hace este regreso! Me traslado mentalmente a la hipotética actuación en el Palau Sant Jordi y me imagino un karaoke de maduritos, de esos que ya no van a conciertos de rock-salvo a Springsteen, claro- porque ya no conocen a nadie y portan mechero aunque no fumen.
Encima, Sting ha dejado de interesarme musicalmente lo más mínimo desde hace años y cotiza alto en mi lista de cretinos del rock. ¿Motivos? La Amazonia, el sexo tántrico, las declaraciones pretenciosas y esos discos... ¡Dios! Hacen que Elton John resulte un artista conmovedor. Y eso que uno de los mejores conciertos que he visto en mi vida fue de Sting, en la gira del soberbio 'The dream of the blue turtles', su primer disco en solitario.
A mí, el que me cae bien es Stewart Copeland. Que, además, es un percusionista inmenso. Precisamente The Police, Nirvana y los Stones son de los pocos grupos en los que la batería resulta fundamental a la hora de articular un sonido propio. Además, el señor Copeland -recomiendo su web www.stewartcopeland.net- siempre ha sido un cineasta aficionado, y la prueba de ello es 'Everyone Stares: The Police Inside Out', el documental sobre el trío que ha salido ya a la venta en DVD. No lo he visto, pero dadme unos días.
No hay fechas aún para la gira europea, pero difícil será que la Ciudad Condal no caiga en el lote. Así que tengo unos meses para pensar qué me pongo... y si llevo a mi hermana.
Tema del día: 'Can't stand losing you', THE POLICE
1 comentario:
Dios mio, como coincidimos. Mejor concierto de mi vida, sin duda, "The dream of the Blue Turtles" en Genk, Limburgo, 22 de Diciembre ´85. Literalmente me cargué al vinilo de "Bring on the Night" tocándolo tanto. Todavia me duele no haber visto a The Police y Talking Heads. Ahora, no sé, me da mala onda.
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